Entrevista Fernando Alfaro

“Cuando escribes canciones acabas por dejar parte de ti en ellas”
Sentado junto a nosotros en un cómodo sofá perteneciente a una céntrica oficina de Madrid que hace las veces de refugio de Marxophone, la compañía en la que se autoedita los discos, y que comparte junto con otros amigos y compañeros como Nacho Vegas o Raül Fernández.

Pensativo, dubitativo, quizás también algo cansado, aunque ante nuestra pregunta haya contestado que no lo estaba, con un aspecto de fragilidad que parecía rozar la inseguridad, como pocas veces hayamos podido sentir. Parapetado tras una cuidada barba que no dejaba de tocarse, en una ceremonia que se repetía una y otra vez, mientras respondía a nuestro incesante bombardeo de preguntas. Así era la escena en que se encontraba él, nuestro protagonista de hoy, mientras nosotros, incesantes, ejercíamos nuestra labor de fans metidos a periodistas.

El protagonista de toda esta descripción no es otro que Fernando Alfaro, uno de los grandes mitos del panorama independiente de nuestro país, quien en la mañana de ayer lunes tuvo a bien compartir unos minutos con “El Giradiscos”.

Hace unos meses editó nuevo disco, “La Vida es Extraña y Rara”, desde entonces le seguíamos la pista, sin embargo una serie de catastróficas desdichas se cruzaron en nuestros camino, y no ha sido hasta ahora, con motivo de su concierto del próximo jueves en la capital, concretamente en la Sala Galileo Galilei, cuando hemos podido vernos las caras.

Esto es lo que ocurrió en nuestro encuentro. Uno de esos cara a cara que te hacen despedirte del artista admirándole un poquito más, si es que eso era posible.

Ahora que han pasado unos meses desde la aparición de “La Vida es Extraña y Rara”. ¿Qué valoración haces del mismo? ¿Notas que está causando más revuelo que tu anterior trabajo?

Fernando: Sí, es así. En parte es porque en éste disco tengo más apoyo, es algo evidente. Además está siendo todo más continuo. Con mi anterior trabajo, “Carnevisión, hicimos un mes o dos, como mucho de promoción. Y luego por circunstancias, sobre todo personales, no pudimos hacer una gira en condiciones para apoyarlo. Tampoco la situación hoy en día se puede comparar con el período de salida de discos anteriores. Estamos en un proceso de cambio continuo, pero en general estoy notando muy buena respuesta. Si hablamos de expectativas, estoy mucho más contento, tanto por la presencia en medios como por la acogida que está teniendo el álbum por parte del público.

Creemos que en este disco están algunas de tus mejores canciones de siempre, es el caso "Extintor de Infiernos", "Teléfono de Atropellados", "Camisa hawaiana de Fuerza". ¿Cómo surgieron estas canciones? ¿Nacieron todas juntas o pertenecen a distintas épocas?

Fernando: Prácticamente todas son nuevas. Creo que la única antigua es “Hijo de Perra”. El resto pertenecen al período que vino después de sacar el anterior disco. A lo largo de todo este tiempo han ocurrido cosas de todo tipo, y eso ha quedado reflejado en “La Vida es Extraña y Rara”. Podríamos decir que las canciones pertenecen a una misma etapa vital, caracterizada por ser un caos.

Es precisamente “Hijo de Perra” con un sonido cercano a tu época al frente de Chucho, y con unas trompetas muy experimentales, que también aparecen en “Himno de Caminante Kamikaze”, una de las canciones que más llama la atención de todo el álbum. ¿De dónde surge ese afán por buscar nuevos universos sonoros?

Fernando: Las trompetas de “Hijo de Perra” forman parte de la canción. Se trata de un tema que, como bien comentas, pertenece a la época de Chucho, de hecho la empezamos a grabar con bases drum and bass. En aquel período sampleamos las trompetas de una interpretación de las orquesta de Pérez Prado, mezclado con un canto flamenco de “El Lebrijano”. Me parece que quedaba todavía más experimental, pero por un accidente con un disco duro, que no era tan duro, se perdió. La retomé para este disco en un rollo más primitivo, más rockero. Hay canciones en todos mis discos post Surfin´ Bichos que han aparecido en álbumes posteriores al que en un principio pertenecían porque he considerado que ese era su lugar. En “Himno de Caminante Kamikaze” el sonido de trompeta lo sacamos de la banda sonora de Teléfono Rojo, Volamos hacia Moscú de Stanley Kubrick. Esa canción y “Extintor de Infiernos”, las utilicé en una historia que consistía en montar canciones sobre películas de Kubrick.

Antes comentabas que a nivel propio este había sido un período caracterizado por el caos. ¿Hasta qué punto ha influido en el disco el cambio de ciudad y en ciertas circunstancias de tu vida personal?

Fernando: Eso siempre ocurre. El sitio donde vives te conforma como persona, y si haces algo en el campo creativo también te influye. También los cambios en mi vida personal se reflejan de una forma u otra. Cuando escribes canciones, aunque a veces hables de ficción, acabas por dejar parte de ti en ellas. No dejas de contar tu verdad y tu realidad.

Estamos tocando de lleno el tema del disco, y sería poco menos que una falta de respeto no citar a un nombre propio que ha influido sobremanera en la concepción del mismo. Estamos hablando de Raül Fernández de Refree, el cual ha tenido que mucho que ver en el sonido del grupo. ¿Qué ha supuesto para ti conocerle? ¿En que ha influido su presencia en “La Vida es Extraña y Rara”?

Fernando: El suyo es el peso y el trabajo de un productor. Más allá de que seamos amigos. Lo que ocurre es que quizás se note más su mano porque mis últimos trabajos los he producido yo. Para éste lo que quería era lo contrario. Una visión externa de alguien de quien me pudiera fiar. Que arriesgara lo mismo que yo quería arriesgar, pero con otra concepción. Esa persona era Raül. Yo había pensado en él antes de vivir en Barcelona como productor idóneo para estas canciones.

Por cierto, ¿Cómo están yendo los primeros pasos de “Marxophone”, vuestra nueva apuesta por la autoedición? Un proyecto en el que también está inmerso el propio Raül o el mismísimo Nacho Vegas.

Fernando: Para ser autoedición, es una autoedición con muchas garantías. No sólo por el apoyo que nos da I´m an artist, y su departamento de promoción. Sino también por el apoyo moral y emocional que tienes con tus compañeros sacando grandes discos a tu lado. Aunque cada disco y artista funciona independientemente, el simple hecho de estar bajo éste colectivo es un aliciente. Seguro que en el futuro esta proximidad entre nosotros generará nuevos frutos como colaboraciones, que ya las hemos hecho pero en otro ámbito. Aún es temprano para saber dónde nos llevará todo esto.

¿Estás más cómodo ahora trabajando en solitario y gestionando tus propios pasos musicales que cuando estabas en un grupo y editabas en compañías discográficas?

Fernando: En ciertos aspectos sí. En otros no cambian tanto las cosas. Hay ciertos aspectos, que son casi todos ellos de funcionamiento, de toma de decisiones sobre dónde tocar, dónde no, en los que eliges por ti mismo, pero en otras cosas la historia no cambia demasiado. Lo que sí que es cierto es que ahora noto una mayor libertad.

Quizás sea esa libertad la que nos permite hablar de ti en términos de uno de los grandes supervivientes del movimiento alternativo nacional. Tus conciertos gozan de una salud espléndida, y es normal ver en ellos cada vez a más gente. ¿Después de tantos años peleando a la contra ves ahora la recompensa al esfuerzo realizado?

Fernando: Desde hace años no me creo muchas expectativas más allá de las artísticas. Es una forma de no decepcionarte mucho. Llega un momento en que, en ese sentido, te relajas. Siempre intento hacer los mejores discos posibles y los mejores directos, intento hacer las mejores versiones posibles de mis temas, pero por mí mismo no por nada ni por nadie más. Es una cuestión de crecimiento personal. No pienso en la repercusión o como va a funcionar. Quizás si lo haces es a posteriori, pero el cómo va a funcionar un disco es algo que se escapa a mi control.

¿Qué sientes al haber legado a nuestra historia musical un trabajo como “Hermanos Carnales”? Aclamado por la crítica especializada como uno de los mejores de nuestra historia musical.

Fernando: Lo miro con orgullo. Me siento bien al pensar en las canciones, más incluso que al pensar en los discos. Me ocurre eso sobre todo cuando toco yo solo. Noto que mis canciones siguen vivas, que son vigentes. Tocar temas de discos anteriores junto a nuevas composiciones y que tengan todo el sentido del mundo es una sensación gratificante.

Vamos a ir finalizando. ¿Qué nos vamos a encontrar el jueves en la sala Galileo Galilei?

Fernando: Os encontrareis la formación estándar pero en un estado mejor de forma de lo que se vio en “El Sol”. La banda está más rodada en éste momento.

En alguna ocasión hemos tenido la oportunidad de verte tocando en acústico, concretamente recuerdo una actuación hace algunos años en el Círculo de Bellas Artes. ¿En qué formato te sientes más a gusto?

Fernando: Antes me sentía muy mal, y hasta con algo de miedo, cuando no tocaba con banda. Ahora lo que hago es tocar en formatos diferentes, no sólo en acústico. A veces me ha acompañado Refree o Marcel Caballé, el teclista de mi banda, e incluso hay noches que interpreto las canciones con el único acompañamientos de una guitarra eléctrica y batería, lo que hace que explores mucho más hasta donde puedes llegar tú mismo, y que al tocar con banda al completo todavía tengas mejor sensación. Hace que no te duermas ni te acomodes, que es el peligro de tocar con un grupo estable siempre. Tiene un momento muy bueno que se presenta en el momento en que llegas a un cierto nivel de sonido que todos dentro reconocen y al que se llega casi instintivamente, pero también es peligroso porque te enfrentas al más que posible estancamiento.

¿Qué planes de futuro manejas a nivel más inmediato?

Fernando: La idea es seguir de gira puesto que se vio interrumpida por el verano. Hay algún proyecto que tenemos en mente pero todavía es pronto para que se materialicen. En el tintero está una colaboración con Joe Crepúsculo que llevamos posponiendo tiempo, y también el otro día hablaba con Nacho Vegas y Raül Fernández, de hacer algo inconcreto. A nivel personal, como le debe pasar a todo el mundo, cuando grabas un disco empiezas a pensar en el siguiente, pero el lugar de grabación y demás es otra de esas cosas a concretar.

Una última cuestión que nos surge a raíz de compartir contigo estos minutos. Da la impresión, por tu apariencia y tu forma de comportarte, de que debes ser una persona bastante tímida. ¿Cómo superas ese problema cuando estás actuando frente a una audiencia de cientos de personas?

Fernando: Es una paradoja curiosa. Cada vez que me subo al escenario… supongo que quizás sea como tirarse al agua en el Atlántico cuando eres friolero. Es una especie de catarsis o de terapia de choque. Como un electroshock.

Por: Javier González y Jorge Bravo Crespo “El Gurú”