Entrevista: Ilegales

“Hay cosas buenas por ahí, pero no son Ilegales”

Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com
Foto: Lore Mentxakatorre

Los amantes del buen rock tienen una cita inexcusable mañana sábado en la madrileña sala La Riviera, allí tendrá lugar el último concierto de la gira de presentación de “La Vida es Fuego”, el último trabajo de estudio de Ilegales, la banda liderada por el carismático Jorge Martínez.

Una noche cargada de emoción punk, donde los asturianos darán carpetazo a la que probablemente haya representado la gira más complicada de toda su historia, de la que una vez no solo han salido indemnes sino también reforzados, demostrando que les quedan muchas cosas que decir en un tono alto y lleno de crudeza.

Meses atrás nos citamos con Jorge Martínez con la intención de hablar de todo lo relacionado con el presente de la banda y de un futuro que está a la vuelta de la esquina repleto de novedades más que interesantes.

¿Qué te impulso a volver a recuperar el nombre de Ilegales? 

Jorge: Tenía una colección de canciones urgentes que clamaban por salir. Tenía material como para dos Lps. Hemos editado “La Vida es Fuego” y tenemos medio grabado el siguiente con canciones de sobra para acabarlo. Se hacía imposible mantenerme ajeno a aquellas canciones que clamaban por salir y que presentaban un formato totalmente Ilegal. Llamé al resto de sinvergüenzas del grupo y la máquina comenzó a funcionar con fuerza. Cada vez fuimos haciendo más temas, algunos de los cuales eran escritos por la mañana y grabados en esa misma tarde. Al final elegimos las más inmediatas frente a las más elaboradas, que quedarán para ese segundo trabajo que no sé cuándo se editará. Haber editado dos discos el mismo año me parece una auténtica demostración de fuerza que hubiera aumentado nuestra legión de enemigos.

De esta forma ¿Queda aparcada definitivamente tu etapa junto a Los Magníficos? ¿Qué valoración haces de la misma? 

Jorge: Jorge Ilegal y Los Magníficos no van a quedar aparcados, de hecho ahora era un buen momento para haber empezado a girar. Teníamos una oferta para hacerlo realmente buena. Lo que ocurre es que siempre trabajo en contra de mis propios intereses. Al final se desechó básicamente porque no consigo conjugar ambos proyectos. Y eso que el segundo trabajo de Jorge Ilegal y Los Magnificos, “El Guateque del Hombre Lobo”, creo que tiene cosas en común con Ilegales. En cuanto al tema del público, pienso que hay una parte que sí lo ha entendido y creo que hay otra a la que le ha caído muy lejanamente. Es difícil que a cierto tipo de gente les llegue pero creo que es una labor a realizar y voy a seguir haciéndola. Ahora tengo que dejarlo interrumpido por el tema de los nuevos discos de Ilegales y una gira extensa que acabará en Noviembre.

¿Era el momento de que Ilegales volvieran a los grandes aforos y a conquistar las calles?

Jorge: Me creía en la obligación de volver a los escenarios con Ilegales de la mano de éstas canciones insolentes que surgen sin que nadie las llame. Queremos evitar que la gente crea que todos estos travestidos que dicen llevar el rock and roll por bandera, arropados por grandes montajes, lo son realmente. Ellos también tienen derecho a ver una cosa distinta para que puedan contrastar y comprobar.

Hace ya algunos meses que salió a la venta pero hablemos del disco. Me gusta mucho porque como siempre destila ganas de dar auténticos puñetazos en el estomago a algunos colectivos de dudoso buen gusto.

Jorge: Ha sido inevitable. Desde la misma portada hemos buscado incomodar. Es una manera de hacer que la gente mantenga una atención. Y luego abrimos con Voy al Bar la verdadera patria. Viene a decir que el bar está muy bien para tomar puertas, no para quedarte a vivir. Hay que salir del bar aunque sea dando tumbos. (Risas)

Habéis vuelto con mucho rock, punk y vuestra habitual paleta sonora. 

Jorge: Lo he hecho adrede, la verdad. Aunque creo que es un disco de rock. Al ser un reencuentro, he querido tocar todas nuestras paletas sonoras y está resultando un gran reencuentro. La gente identifica el sonido a las primeras de cambio. Ya habrá tiempo para algo más experimental.

Además habrá colectivos como los Hipsters y el Primavera Sound que hayan celebrado tu reentrada… 

Jorge: La canción habla de los Hipsters un movimiento que se acuña en los años cuarenta, haciendo referencia al cool Jazz. A raíz de ahí comenzó a salir gente que se vestía de una manera peculiar. Quizás podríamos llegar a identificarlos con el movimiento punk, aunque esto no se asimiló. Esta canción va sobre lo intrascendente que son algunas cosas. Otra de las canciones va sobre el teléfono que buscaba ser medio comunicación y ahora genera grandes soledades. Es como el demonio al que se echaba la culpa de todo lo malo. Ahora su papel lo hace con gran solvencia el teléfono.

Escuchando el disco veo mucho afán de crítica al mundo moderno… al menos en ciertos aspectos. 

Jorge: Ahora mismo lo que más me jode del mismo son los políticos ávidos por enriquecerse a costa del hambre de los demás. No es criticable, sinceramente, es que les haría cosas muy duras. Hay grandes fortunas que creen que si se tira tanto de la cuerda la cosa acabará así. Yo creo que se está corriendo un riesgo. No saben que el hambre es más poderosa que el miedo. Desde aquí digo que si hay una revolución, contad conmigo. Tengo una alta capacidad destructiva. En ese sentido he sido educado por el ejército español y no lo han hecho tan mal. Sé matar a ráfagas, a tiro con bayoneta. Sé utilizar varios tipos de bombas. Con veinte años antes hacíamos eso. Ahora las nuevas generaciones tienen menor capacidad de defenderse que las anteriores. Han querido liberarse de algo y ahora son indigentes en cuanto a sus capacidades de defensa.

Qué es más peligroso Ello –el fantasma que habita en el palacio rural que Jorge posee en Asturias- o los fantasmas del día a día que visten con corbata. 

Jorge: Ello se porta bien conmigo desde siempre. No da mucha guerra. Alguna vez que una cerradura no se abre, le digo que me eche una mano y él lo hace. Paso temporadas viviendo en un palacio rural que tiene más de seiscientos años de antigüedad, de hecho gran parte del disco ha sido compuesto allí. A veces ensayamos allí. Ahora ensayamos mucho en el estudio. Los fantasmas del día a día son mucho más jodidos.

¿Qué opinión te merece los nuevos partidos que luchan por romper el bipartidismo? 

Jorge: Me gusta que haya partidos que obliguen a terminar con el sistema de robo por turnos que había instaurado. Creo que es perfecto que haya gente que obligue a llegar a acuerdos de gobernabilidad. Tiene su lógica que la gente les vote. El espectro da para más. Creo que sería más difícil que se cambiaran cromos. Además los nuevos partidos no están contaminados por los tentáculos de la banca, no les deben nada, no hay nada que condonarles. Un partido que no debe nada tendrá siempre más recorrido. El resto están cogidos por los huevos.

¿Por qué crees que Ilegales sigue tan vigente hoy en día mientras otros compañeros de generación languidecen tristemente? 

Jorge: Siempre trato de alejarme a la hora de aparecer en los recopilatorios de los ochenta que hacen determinadas discográficas. Me desmarqué en su día y sigo haciéndolo. Hemos funcionado como Ilegales muchos años de manera autónoma, aunque nos hemos tomado cinco años editando algo totalmente diferente y ahora editamos nuevo material. Sí que me veo en carteles de festivales con bandas que son tan malas como hace años y que me siguen dando tanto asco como el primer día.

Es cierto que hay otro disco grabado en directo en que sales rodeado de parte de lo más granado del panorama rockero… 

Jorge: Sí en el disco está gente como Jaime Urrutia y Johnny de Burning…

Jaime Urrutia… tenía entendido que tenías una rivalidad enconada con todos los miembros de Gabinete Caligari. 

Jorge: He elegido a los mejores compositores y a mí me da igual lo que haya ocurrido. Nunca he sido mezquino. Nunca he sido fan de Gabinete, aunque debo reconocer que Jaime Urrutia ha escrito unas cuantas canciones muy buenas. Con pocos acordes ha hecho canciones muy buenas. Quizás yo las hubiera llevado al estudio de otra manera. Yo nunca he tenido enemistad con Jaime Urrutia, bueno realmente nunca he tenido enemistad con nadie. A veces ocurren cosas, incidentes, que se solucionan, y se pasa página. No va con mi manera de funcionar. La gente del norte somos muy bruscos, quizás muy masculinos. Jaime creía que sí había problemas, aunque le he aclarado que no. Hay una revisión de Cuatro Rosas que es muy buena grabada en el disco. Es un trabajo que solo sale por encargo. Hemos generado una pieza de coleccionista totalmente distinta. Hay gente colaborando como Triangulo de Amor Bizarro, Sr. Chinarro, Josele Santiago, Los Rebeldes… ellos hacen canciones de Ilegales y nosotros estamos con Los Magníficos y los demás…

También lamentablemente durante éste tiempo habéis tenido que pasar por la reconversión de Ilegales, tras el fallecimiento de Alejandro Blanco, vuestro bajista. 

Jorge: Hemos pasado por el momento más duro de la banda. Entre Rock and Roll y depresión, elegimos rock. De lo contrario sería peligroso. Decidimos ir a tocar lo antes posible. Ya sabes que el rock tiene poso amargo, ya solo por venir del blues, y bueno también es una forma de expresar cosas. No hemos dado un paso atrás. Hemos hecho una gira tremenda y realmente cuidada, más que en otras ocasiones. Ahora hemos dado más y hemos movido mucha más gente que nunca. Willy ha entrado porque necesitábamos alguien muy del entorno. Volvió a darlo todo. Hemos sonado realmente bien de nuevo con él. Somos un grupo duro y lo hemos demostrado. Aunque haya dolido, hemos aguantado el golpe, porque venimos de una generación en la que los hombres no lloran.

Además habéis vuelto de la mejor manera posible, llenando en cada noche y en cada ciudad… 

Jorge: Eso demuestra que esa vitamina que incorpora Ilegales a su música está más vigente que nunca en el rock and roll. Yo me resistía a volver al rock, pero tenía 21 canciones realmente cojonudas. No debía dejarlas morir, hubiera sido una imbecilidad. Además la gente me lo decía en la calle y en los bares, y yo les decía que no, que no volveríamos. La verdad es que soy bastante cabezón.

Lejos de tu imagen dura, en las distancias cortas demuestras tener buen trato y cercania con tus fans. 

Jorge: Me gusta tener contacto con la gente. En ocasiones oigo críticas muy tontas, pero también me he encontrado gente que me ha hecho críticas muy constructivas que me han ayudado a rectificar cosas dentro del sonido de la banda. No voy a renunciar al contacto con la gente.

No sé si el documental sobre Ilegales, Mi Vida entre las Hormigas, mostrará también ese lado. 

Jorge: El documental está muy bien hecho. Han tenido huevos a la hora de hacerlo. Y además quieren contar la verdad del rock. No se han dedicado a dorarme la píldora.

La de Ilegales es una historia marcada por las drogas, los excesos, las muertes trágicas y también por los discos míticos; aunque también por una etapa tuya en que andabas más en el bar que componiendo, una afirmación que tomamos prestada a Igor Paskual. 

Jorge: Es posible que haya estado mucho en el bar, más de lo que debería haber estado. Soy así de egoísta. He sido un egoísta, me he dedicado a mí. Mi vida ha sido divertida. He hecho auténticas barbaridades: salir con chicas e ir a zonas peligrosas. (Risas)

Donde Ilegales son un auténtico fenómeno es en Latinoamérica… 

Jorge: Allí somos auténticos mitos. Estamos acostumbrados a tocar ante buenas audiencias y la verdad es que las cosas se ponen feas alguna que otra vez. Es algo que también les ocurre a Hombres G, aunque ellos tocan bastante peor que nosotros. Creo que tenemos unas facultades tremendas, entre ellas la de hacer grandes canciones, estoy obligado a defenderlas en directo donde me llamen y si es al otro lado del charco, mejor que mejor.

¿Cuántos grupos crees que pueden acercarse al balance musical de Ilegales en cuanto a discos, calidad de los mismos y vigencia? 

Jorge: No sabría hacerte un análisis, tendría que pensarlo mucho. Aunque creo que no hay ninguno. A lo mejor hay alguien que no haya flaqueado en todo éste tiempo. Sinceramente, no creo que nadie tenga discos como los nuestros, no están capacitados para hacerlos. Hay cosas buenas por ahí, bastantes, pero no son Ilegales.

Volviendo al tema del documental, estamos en la rampa de salida para que vea la luz Mi vida entre las hormigas. ¿Qué puedes decirnos al respecto? 

Jorge: Creo que es algo muy interesante. Debo decir que no he interferido en su trabajo. No quiero ser sospechoso de influir en el tema. Soy un protagonista del mismo, quizás el central, pero no el único. Han hecho las cosas cómo han querido y ahora tocar ver qué ocurre. Si tiene que estallar que estalle.

Ahora que hemos entrado en el terreno de las confesiones, ¿han vuelto Ilegales con la intención de quedarse? 

Jorge: Quiero volver y tocar mucho más de lo que lo hacíamos antes. Tenemos canciones urgentes que quieren salir. Y hay otro disco grabado al cincuenta por ciento, aunque no pasterizado aún. También creo que va a haber un libro hablando de la historia de Ilegales, que es de donde surge realmente Mi Vida entre las Hormigas… Confío en que mucha gente no lo lea, no quiero más enemigos. (Risas)

Más allá de tu imagen de loco demoníaco debemos confesar que con nosotros siempre has sido un tipo amable, lúcido y cercano con un poso de adolescente inquieto. ¿A qué se debe toda esa mezcla interior?

Jorge: Siempre he creído que no debía matar al niño que llevo dentro. Hay que mantener el entusiasmo y la curiosidad viva. Yo creo que toda la trayectoria e historia de Ilegales es como mostrar mi streaptease al mundo, una cosa parecida a lo que le hice a María Teresa Campos cuando le enseñé la polla. (Más Risas)