Entrevista: Soleá Morente

“Sabemos que la vida va en serio y a veces te da una hostia, pero el sentido del humor es obligatorio”

Por: Javier González
Fotografía: Mario Sierra

Sorprendiendo a propios y extraños anda “Lo que te Falta”, el nuevo disco de Soleá Morente. Un trabajo luminoso y vitalista, aceptando lo dulce y amargo de la vida con todas sus consecuencias, en un ejercicio musical que bebiendo de la tradición flamenca actualiza géneros como la rumba, recordando a maestros del género como María Jiménez y Bambino, para arrastrarla a un concepto radicalmente indie del pop. 

Se encuentra la pequeña de las hermanas Morente muy a gusto rodeada de amigos y familia en unas composiciones de corte coral,  su gente le da abrigo, calor y soporte, para facturar un trabajo consistente que muy fácilmente estará entre lo mejor del año en que nuestras vidas cambió para siempre.

Abordamos a Soleá al comienzo de una tarde de enclaustramiento, donde recibe nuestra llamada, en la casa familiar que los Morente poseen en Granada, cercana, entrañable y cada vez con más halo de artista de leyenda, nos habla del que hasta la fecha es su mejor disco. 

En primer lugar. ¿Cómo estás llevando el confinamiento? 

Soleá: Pues como todos imagino, hay días insoportables y otros que se llevan mejor. Trato de poner fuerza de voluntad para no tener momentos de bajón. Y pensando un poco en el futuro que siempre alivia. 

¿En qué punto de “Lo que te Falta” te ha pillado toda esta situación? 

Soleá: No me podría haber pillado peor, la verdad. El disco salió un día antes del estado de alarma. Tenía mogollón de trabajo, muchas cosas de promo por hacer, había comenzado los ensayos para la gira porque presentaba el disco en unas semanas en Madrid, donde tocábamos en el Ochoymedio, y en Barcelona en Apolo. He puesto mucha ilusión y esfuerzo en este disco, mucha energía y mis ahorros, todo lo que tenía, como siempre que me pongo a trabajar que me dejo la piel. No es algo agradable, es triste la verdad. Pero estoy aprendiendo a sacar la parte positiva como sea porque sino es complicado sobrellevar esta situación. 

El disco estaba recibiendo unas críticas más que positivas una de ellas de nuestro compañero Txema Mañeru. ¿Cómo has recibido todos esos parabienes? 

Soleá: Es una sensación rara que estoy tratando de colocar en la mente. Por una parte es una situación triste y complicada en un momento grave, pero por otro me llegan críticas muy buenas, comentarios de seguidores en las redes. Es una mezcla entre alegría e impotencia por no poder ayudar más con mi música. Estoy confusa y es difícil gestionar las emociones. Pero hay algo positivo que son las cosas bonitas que me llegan del exterior y el agradecimiento de la gente. Es lo que me da fuerzas para sobrevivir. Todos los días desde que salió el disco recibo mensajes de gente dándome las gracias por haberlo hecho. Me dicen que les acompaña en estos momentos complicados. Me mandan videos cantando y bailando, para mí no hay mayor satisfacción. Muchas gracias por el cariño y el calor que me distéis con vuestra reseña. 

Tu música desprende sentimiento sincero, con un punto de arrebatamiento controlado, pero en este trabajo da la sensación de que has tornado todo más vitalista, yendo un paso más allá. ¿Tienes esa misma sensación? 

Soleá: La verdad es que hay una energía que no es normal. David me ha ayudado para llegar al punto al que he llegado a la hora de interpretar en algunas canciones, como “Lo que te Falta”, que está cantada desde el desgarro y la sinceridad absoluta, si te fijas se me olvida la importancia de afinar, de ser complaciente y de controlar el impulso. Va mucho con lo que estoy viviendo, con lo que siento ahora. Grabé el disco fuera de todo lo que está ocurriendo ahora mismo, pero me da la sensación de que lo intuía. A veces me pasa que tengo una intuición exagerada, una hipersensibilidad que a veces es puñetera y me juega malas pasadas, y otras es positiva. En este caso me estaba preparando para lo que venía. 

Escuchando el disco se ven muchos matices entre los que quizás predomine la rumba y el pop. 

Soleá: La rumba ha sido una fuente de inspiración constante en el disco porque hemos recurrido a Bambino, El Pescaílla y Lola Flores. Es un viaje desde la raíz flamenca, el lugar del que vengo, que está en temas como “Cosas Buenas” y “Olvidarme de Ti”, dos canciones de La Bien Querida, donde las primeras estrofas las adapté a una granaína y un fandango, hasta la actualidad. Tienen ese sonido que construimos entre David, los músicos y yo, traído hasta nuestros días. Tocamos la música popular, pasando por la rumba y el cante jondo, nos remontamos a diferentes palos y representamos la tradición, trayéndola hasta el pop e incluso al trap. 

Personalmente hablaría de un disco coral, con un brutal capítulo de colaboraciones absolutamente brutal. 

Soleá: El tema de lo coral en el disco tiene importancia y está hecho a conciencia. Cuando se canta en coro se transmite una sensación diferente que si canta uno solo. También es una forma de trabajo en equipo que pretende de mirar a la vida con humor, aunque a veces esta pesa. Hacer algo así implica situarse en otro puno de vista. Sabemos que la vida va en serio y a veces te da una hostia, pero el sentido del humor es obligatorio. Nos gusta el trabajo en equipo, el cantar todos a la vez y buscar que el espíritu de la fiesta no se pierda. 

Vamos a ir haciendo escala en alguna de esas colaboraciones. Me da la sensación de que Las Negris y David, de La Estrella de David, son las dos aportaciones que más marcan su huella en el disco. 

Soleá: Exactamente, muy bien observado. Esa es la intención. Quería marcar esos dos polos opuestos que tanto me determinan tanto en mi vida como en mi trabajo. De un lado, la influencia flamenca inevitable que llevo en mi genética que son Las Negris, primas hermanas de mi madre. Vengo de ahí, cuando las escucho cantar siento que se llevan las canciones a las fiestas gitanas, donde cantamos de esa manera, con esa picardía, colorido y gracia. También quería que quedara clara la influencia del indie radical que he tenido la suerte de vivir de primera mano con David, Ana y Jota. Ahí descubro esa pureza desprejuiciada, la naturalidad a la hora de interpretar. No hay preocupación por la afinación o el virtuosismo, ni siquiera por mostrar el talento que ellos tienen. Creo que David y Las Negris son diferentes estilísticamente pero conceptualmente tienen mucho que ver. 

También me ha llamado mucho la atención la producción de “Lo que te Falta”.

Soleá: Hay dos referentes que le llevé a David cuando le comenté que quería que me produjera. Uno es Alex Chilton en un disco que se llama “Moscas en el Almíbar”, y el otro es Bambino en sus discos, que vuelven a ser dos referentes que no tienen que ver, pero que sí tienen conexión conceptualmente. El disco de Alex está hecho con una serie de músicos en directo en un estudio y van cantando sobre la marcha, no hay claqueta, es música en estado puro, sin sobreproducción. Se equivocan, hablan, vuelven atrás. Esa emoción me llega de una manera que dije “wow” quiero hacer algo así desde el flamenco. Bambino también lo hizo ya en sus discos, cantado con pasión, hay momentos sin bajo, sin claqueta, esas palmas de los palmeros que me llaman la atención tantísimo. Entre esos dos polos opuesto me he movido e inspirado, así me expliqué con David sobre lo que quería y me entendió a la primera, cosa que no era fácil. Son referentes distanciados que son la esencia indie y la esencia flamenca desde la rumba. 

Más allá de Bambino, también hay hueco para acordarse de María Jiménez, lo digo por “Viniste a por Mí” y “Lo que Falta”, y hasta Las Grecas. 

Soleá: Exactamente, lo has clavado, todas esas influencias están ahí. En cada canción hay un toque diferente, pero la constante es la reivindicación como decíamos antes de la música popular. Tratada de una forma directa en busca del primer impulso, del no preocuparse por la sobreproducción ni de la voz bonita. Que yo soy la primera que lo hace, ha hecho y hará, porque hoy en día el estudio tiene muchas posibilidades y como artista me interesa experimentar. Pero ahora estoy en un momento de sensibilidad a flor de piel, me apetece ofrecer mi mundo a corazón abierto y compartirlo con la gente tal como surge. 

Le cantas con fuerza al amor y al desamor, con un punto de vacile incluso en algunas letras como “Tutti Frutti”. ¿Crees que hay que tomarse las cosas con un punto de desenfado? 

Soleá: Sí, por supuesto. A la hora de escribir “Tutti Frutti” la letra me salió del tirón. Era una tarde de verano, me senté a escribir según me salía del alma, sin intentar ocultar ni disfrazar. Según me iba viniendo el texto, cogí la guitarra, puse la grabadora del móvil y surgió con apenas dos acordes. Llamé a Edu Espín, el guitarrista, la maquetamos y se la mandé a David que hizo el trabajo final. 

“Coca Cola” es una canción que tiene mucho de espíritu Caño Roto, donde se te siente al borde de tus capacidades vocales. 

Soleá: “Coca Cola” tiene el toque Caño Roto, cantada incomoda, alto, por lo que tuve que sacar mi parte más salvaje. Estaba forzada, pero tiramos para adelante. Estoy muy contenta con el resultado de la canción porque es muy sincero. 

Tienes el enorme placer de contar con tus dos hermanos, Kiki entra en “Pero es de Noche”, donde fíjate me ha dado la sensación que es una canción que haces pensando en tu madre y en la ausencia de tu padre. 

Soleá: Esa sensación alguna vez me ha invadido, lo he podido llegar a sentir en mi vida y también cantando. Yo me suelo quejar mucho por desamores y cosas que son frivolidades. Y a veces pienso que mi madre lo tuvo mucho más difícil por perder al amor de su vida. A veces me ha podido inspirar. En ese momento concretamente, no sé, pero me gusta pensar que sí, que me pudo venir a la mente. No va desencaminado. Una cosa es vivir el desamor pero la otra persona está viva, puedes acudir a él, llamarle, escribir o no, saber que está bien y ya está. Pero que se vaya del planeta la persona que amas, sabiendo que estáis enamorados, debe ser muy heavy. Me llamó la atención escucharla al haber terminado. A veces mi hermano Kiki cantando se parece a mi padre, en esa tonalidad y momento misterioso que aparece su voz. Confieso que me recorrió un escalofrío en el momento en que escuché la canción terminada, porque parecía que estuviera mi padre cantando. No está mi padre, pero en cierta medida sí que está porque está en la voz de su hijo, que lo lleva en sus genes y su corazón. Esta canción, junto con “Condiciones de Luna”, deja una puerta abierta en el disco, curiosamente las dos donde colaboran mis hermanos. Acaban la cara A y B aunque sean un final dan la sensación de comienzo. El disco guarda unidad conceptual pero ahí se rompe. Es como demostrar que tengo patente el “Tendrá que Haber un Camino”, que a ver dónde me lleva en próximas estaciones. 

Estoy muy de acuerdo en que Estrella se lleva la canción a su terreno absolutamente.

Soleá: La personalidad y el sello inconfundible de Estrella están ahí. Con esa energía y fuerza que solo puede transmitir ella. Me gusta que termine ahí, porque terminar en el principio me llena de fuerza y de ilusión por el futuro, por seguir investigando. 

Sabemos que te encuentras muy a gusto rodeada de amigos y familia, pero me surge una duda, más hablando con una filóloga. ¿Para cuándo un disco escrito y compuesto íntegramente por Soleá Morente? 

Soleá: Es algo que me va dando vueltas en la cabeza. Durante la cuarentena se me vienen cosas a la cabeza, quizás sean para un próximo proyecto que me gustaría llevar a cabo y ofrecérselo a mi gente, a mis oyentes. Tengo muchas ideas y sentimientos encontrados ahora mismo. Todo lo que escribo tiene un punto melancólico. Me gustaría que el disco que escriba tenga esa parte y a la vez ilusión, luz y esperanza. Quizás este vuelco de la vida me lleve a hacer ese disco por el que me preguntas. 

Cuando toda esta locura termine. ¿Cómo tienes pensado llevar este trabajo coral al directo? 

Soleá: Tengo ya fechas para Madrid, concretamente en Octubre, y Barcelona, que será en Diciembre, pero me genera incertidumbre saber si podré llevar a cabo las actuaciones. Me gustaría llevarlas a cabo con mi banda con los que andábamos preparando el montaje del directo. Iré con las personas que me acompañan habitualmente, aunque también me gustaría que las coristas fueran Las Negris y Rocío Morales. Quiero hacer algo con el corazón y que no pierda pasión ni esperanza que es como se hizo el disco. 

Tu padre era un tipo peculiar, abierto y generoso. ¿Qué pensaría al ver su hija menor facturando discos como este? 

Soleá: Me encantaría hablar con él y preguntarle, reflexionar sobre lo que pasa en el mundo y qué piensa él al respecto. No sé exactamente qué pensaría. Me he armado de valor para llevar a cabo este disco, mi padre admiraba la valentía y la sinceridad. Le hubiera dado alegría que le eche valor y agallas a la vida. 

Y tu hermano el que no lleva el apellido Morente, Antonio Arias. ¿Qué opina del disco? 

Soleá: Mi Antonio Arias… está contento y orgulloso. Me dice que me echa de menos, porque no me ve mucho, ya que me fui a vivir a Madrid. Se alegra porque ve que estoy haciendo mi camino. 

Desde aquí le digo que no se confíe mucho que he vuelto a Granada y le necesito. ¿Te has vuelto a vivir a Granada? ¿Cuál es el motivo de tu vuelta? 

Soleá: Estoy en Granada con mi familia porque de haberme quedado en Madrid hubiera estado sola. Ahora estoy con mi madre y hermano, la casa familiar es grande y tenemos nuestro espacio para todos. Es buen momento para disfrutar de ellos. La verdad es que últimamente no les veía por el ritmo de trabajo que tenía, estaba imparable, iba como una bala. La vida nos ha parado a todos en seco. En cierta manera hecho de menos estar inventando cosas de un lado para otro, pero ahora tocar hacerlo desde casa. 

¿Qué es lo primero que estás deseando hacer cuando vuelva la normalidad? 

Soleá: Estoy deseando abrazar a mi sobrina, Estrellita, porque tengo la suerte de tener aquí a Curro, mi sobrino, al que le pilló el tema del confinamiento con nosotros. A pesar de no tener hijos, tengo a mis dos sobrinos, a los hijos de Estrella, a los que adoro, es como si ellos fueran mis hijos. Llevo mucho sin ver a mi sobrina y es lo que más necesito. Profesionalmente estoy deseando ver a mis compañeros, montar las canciones y llevarlas al directo con más ganas y fuerzas que nunca.

Por mi parte es todo, Soleá. Mil gracias por tu cercanía y salud. 

Soleá: He disfrutado mucho con la entrevista, la verdad. Vamos para adelante. Salud y libertad. Y muchas gracias por darme cariño y calor en estos momentos.