Entrevista: Diego Vasallo


““Canciones de Amor Desafinado” fue el inicio de un camino que desarrollé en los siguientes discos”

Por: Javier González 

En tan solo unos días verá la luz una reedición de las “Canciones de Amor Desafinado” que en su día grabó Diego Vasallo; un trabajo donde se pueden comenzar a rastrear las huellas de una mayúscula trayectoria solista que estaba comenzando a gestarse. Aquí Vasallo se muestra como un escritor vivido, que se aleja definitivamente de la etiqueta pop, para ahondar en terrenos de aspereza sonora y narrativa en un conjunto de composiciones urbanitas y nocturnas que, con la perspectiva que dan dos décadas de tiempo, nos han legado un cancionero notable. 

No será solamente esta reedición motivo de enhorabuena, puesto que también están a de editarse un libro a modo de diario y un trabajo discográfico con material inédito que llevarán su firma. 

Parece claro que Diego tiene cosas que contar y ante tal avalancha de noticias relacionadas con el donostiarra no quedó más remedio que descolgar el teléfono y charlar amistosamente con uno de los grandes letristas e intérpretes de nuestra música. Una mirada al pasado que muestra la senda en origen que posibilitó un presente más que interesante en el marco de un viaje disfrutable en cada una de sus estaciones. Huellas profundas que dejan marca en unos caminos poco transitados que son oro puro. 

La última vez que nos vimos fue en el Café Comercial, donde quedamos para hablar de “Las Rutas Desiertas”, un discazo que como tantos otros se vio afectado por la tormenta. ¿Qué tal se te ha dado hacer frente a la tormenta? 

Diego: La verdad que a nivel del disco fue un desastre, salió en Febrero de 2020 y el confinamiento llegó a mediados de Marzo, tuvo un mes de recorrido y se paró en seco porque se cerraron todas las tiendas, así que le tocó la gran tormenta. Se iba a presentar en directo, pero solamente hicimos un concierto, se fueron cancelando todos los demás. Fue un trabajo que nació y murió rápidamente. Mi idea este año es salir con disco nuevo, probablemente en primavera para retomar lo que no se pudo hacer. Volveré a la carretera y a los directos, pero con un álbum nuevo que está grabado ya. Espero que salga hacia Marzo-Abril. 

Eres un amante de las artes, seguro que estos meses han sido productivos. ¿A qué has dedicado tanto tiempo libre: música, pintura o escritura? 

Diego: Efectivamente he sido bastante productivo en los últimos tiempos. En los primeros momentos tuve como un shock paralizante por lo que me quedé en fuera de juego y con el disco recién sacado entre las manos. Vivíamos en una incertidumbre, había confianza en que solamente fueran unos meses y pudiéramos volver a la rutina cosa que nunca sucedió. Luego la situación me ha servido para escribir otro disco y un libro que saldrá antes de que lo haga el disco. Un libro editado por la editorial Difácil de Valladolid que es un diario ilustrado con fotos sacadas por mí mismo de mi día a día. Son una especie de diarios en prosa. Va a ser lo primero que salga, probablemente lo haga el mes que viene. Este año ante un periodo tan largo de inactividad se acumulan los proyectos, ahora toca darlos salida. 

Es curioso que la siguiente noticia que tengamos de ti sea la reedición en vinilo de “Canciones de Amor Desafinado”, personalmente creo que tiene sentido porque lo veo como el disco que ha posibilitado todo lo que ha venido después. ¿Tienes esa misma sensación? 

Diego: El primer lanzamiento de mi carrera este año será la reedición de “Canciones de Amor Desafinado”, un trabajo esencial en mi trayectoria. Es un disco al que tengo mucho cariño y que además creo que ha envejecido muy bien. Fue el inicio de un camino que desarrollé en los siguientes discos, algo que se ve claramente comparándolo con “Criaturas” que es un disco del 97. Hay un salto a nivel de producción, sonido, también a nivel de letras y voz. Es el primero que me produjo Suso Saiz, el encuentro fue algo definitivo que cambió el rumbo de mi trayectoria. Es el comienzo de una etapa diferente. 

Me refiero al hecho mostrar a un Diego decididamente más minimalista e intimista, un camino que creo que se asienta a partir de aquí. 

Diego: Es un disco que tiene cambios con respecto a la trayectoria anterior. De un lado cobra más protagonismo la voz, las letras tienen más madurez y cobran mayor protagonismo. Y luego está la producción de Suso fue muy acertada, eligiendo una banda inmejorable para tocar esas canciones, grabándolo en unos estudios míticos como Kirios de Madrid. Allí había grabado toda la plana mayor del pop español, desde Julio Iglesias hasta Fórmula V, eran unos estudios a la antigua usanza, muy grandes con salas enormes. En los años sesenta y setenta allí grababan orquestas para los discos de cantantes melódicos. Grabamos todos tocando a la vez, en la misma sala, eso le da un carácter especial. 

“Esas letras urbanas, oscuras y con la voz más presente que otras veces cogen mucho protagonismo y se convierten en una banda sonora de película nocturna” 

También es uno de tus trabajos más urbanitas y nocturno, desde una perspectiva de madrugadas solitarias y melancólicas. ¿Cómo se sentía Diego Vasallo en aquella etapa? 

Diego: Es un disco escrito prácticamente íntegro en Madrid, es muy urbano y nocturno. A mí la ciudad de noche siempre me ha producido una cierta fascinación, tiene una magia más potente. Es una banda sonora de mi vida urbana durante aquellos años en Madrid. También tiene una producción un tanto cruda, está todo menos arreglado que anteriormente. Esas letras urbanas, oscuras y con la voz más presente que otras veces cogen mucho protagonismo y se convierten en una banda sonora de película nocturna. 

“Supuso el comienzo de mi travesía del desierto a nivel de directos, estuve muchos años sin tocar” 

¿Qué recuerdos se te vienen a la cabeza cuando piensas en este trabajo, en su escritura, gestación y posterior entrega al público? 

Diego: Tengo muchos recuerdos buenos y malos. El mejor encontrarme con Suso Saiz, ya que andaba barajando varias opciones. La producción de “Criaturas” había sido cosa mía, pero quería alguien que se ocupara de la producción musical. Andaba investigando varios productores, a Suso Saiz le conocía, pero no mucho, no habíamos hablado prácticamente. El encuentro fue fundamental para dar el paso. Fuimos a su casa a cenar, estuvimos hablando y escuchando discos hasta las tantas. Ahí decidí que tenía que ser él quien grabara el disco. Hubo una química especial y conexión musical. Eso fue de las mejores cosas. La grabación también fue muy bien, la verdad que fue rápida con una banda excelente, se hizo en unos cuantos días, a la vieja usanza, grabando a la vez y con algún recording posterior que creo recordar se hizo en los estudios Red Led. El momento malo fue con la salida del disco, tenía puestas muchas esperanzas en el mismo, me parecía lo mejor que había hecho hasta la fecha y fue un fracaso absoluto en lo comercial. Creo que a la compañía no le gustaba demasiado, les parecía lento, oscuro y denso, alejado de las canciones pop que había escrito entonces. Fue un batacazo total, no hubo conciertos. Supuso el comienzo de mi travesía del desierto a nivel de directos, estuve muchos años sin tocar. Fue un momento amargo. El tiempo ha ido poniendo este disco en su sitio, aunque nunca ha sido un éxito comercial, pero la gente que sigue mi trayectoria lo reivindica bastante. Se le está poniendo en valor. 

Es un disco con joyas enormes: ”Una Vida Entera”, “En Algún Lugar Oscuro” o “Flores en Navidad”. Personalmente me quedaría con “Las Rutas Desiertas”, “Canciones de Amor Desafinado” y “Los Abismos Cotidianos”. ¿Consideras que es uno de tus tres mejores discos en solitario? 

Diego: Sí, es posible que sí. Lo pondría junto a los dos últimos que también los considero de mis mejores obras… quizás incluyera alguno más. “Los Abismos Cotidianos” también, sería una buena trilogía. Para mí también es importante la última etapa con Fernando Macaya en los mandos de la producción, fue otro giro en mi trayectoria. En este disco veo que hay canciones al nivel de las mejores que haya podido escribir, sin embargo en su momento pasaron bastante desapercibidas. A veces parece que los discos nacen antes de tiempo porque las circunstancias no son propicias, parece que con este ocurrió algo así. 

En “Ascensores al Cielo” te acompaña Luis Eduardo Aute del que eras seguidor a quien homenajeasteis interpretando “Slowly” en un tributo. ¿Qué bonito tuvo que ser compartir estudio con él?

Diego: Suso había producido el disco homenaje a Aute donde se incluyó la canción, tenían bastante relación. En aquella época yo estaba escuchándole mucho, investigando en su trayectoria donde tenía cosas muy distintas. Personalmente no conocía sus discos de los años setenta, me los fui comprando todos en vinilo y fui descubriendo a los distintos Luis Eduardo Aute existentes. Hablando con Suso se planteó la posibilidad que colaborara de alguna manera, gracias al trato que tenían le propusimos hacer algo y dijo que sí. Recuerdo el día que vino, era verano, venía en chancletas al estudio, en ropa totalmente informal y también comimos con él. Estuvo encantador, muy amable, atento y profesional, no le costó nada hacer la canción, le salió de manera fluida y natural en quince minutos. Fue un día especial que guardo con mucho cariño. 

Al igual que con “Cabaret Pop” y “Supernova”, “Canciones de Amor Desafinado” tuvo una vida corta debida a la vuelta de Duncan Dhu y su último largo “Crepúsculo”. ¿Cómo afectó aquello a la vida de estas canciones? 

Diego: No sé muy bien por qué motivo no funcionó más. Era una época en que sacábamos discos con bastante frecuencia, este es del 2000 y “Crepúsculo” de 2001. Era un momento confuso en Duncan Dhu ya que estábamos cansados, habíamos perdido la energía vital para llevar a cabo un proyecto de esa envergadura al que había que estar dedicado en cuerpo y alma, pienso que por eso nos refugiábamos en nuestros discos en solitario. Tenía mucha confianza en este disco, creía que era mi mejor colección de canciones. En la época no funciono, pasó un poco sin pena ni gloria aunque no tengo claro el motivo. 

Por cierto, tampoco estaría mal conmemorar el 25 aniversario de “Criaturas”… 

Diego: Puede haber muchas efemérides de discos… De hecho, a mí “Canciones de Amor Desafinado” me hubiera gustado sacarlo en 2020, pero no pudo ser. Ahora tiene 22 años de vida, pero lo importante es reeditar un disco que merece la pena y que nunca salió en vinilo hasta ahora. Está vuelto a masterizar por parte de Gonzalo las Heras, creo que el sonido ha mejorado bastante, no es que el original estuviera mal, pero el sonido va envejeciendo y no está mal una puesta a punto. Se ha hecho expresamente para el vinilo, aunque lleva un CD dentro, pero creo que el vinilo suena especialmente bien. 

“Me apetece volver al escenario, lo he retomado con muchas ganas” 


Te conozco desde hace varios años y cada vez que hablamos te noto con más fuerza y ganas, cosa que en nuestros primeros encuentros era todo lo contrario. 

Diego: Sí, es verdad. Siempre he estado activo, pero quizás he tenido varias épocas en las que la actividad musical se ha resentido. Me he dedicado a otras cosas, la pintura, por ejemplo, que algo que es muy solitario, salvo que hagas exposiciones. Es una actividad menos de cara al público que la música. Desde el 2016 he retomado la actividad musical con “Baladas para un Autorretrato” hasta este año que saldrá el disco nuevo han sido años de mucha actividad para lo que es mi trayectoria. Lo he retomado con muchas ganas, me apetece volver al escenario. Tengo banda nueva, recién formada, y ganas de ver cómo sonamos en directo, creo que vamos a sonar perfectamente. Es una formación clásica de rock, un cuarteto con sonido crudo y clásico que es la idea. Hay ganas de ponerlo en marcha. 

Entre Johnny Cash y Lou Reed. 

Diego: (Risas) Sí, podría ser. Ojalá sonara por ahí. 

“Rafael Berrio era insuperable a nivel de escribir canciones” 

Casi al comienzo de la pandemia perdimos a Rafael Berrio. ¿Cómo digeriste aquel golpe? ¿En qué echas más de menos a tu amigo Rafa?

Diego: Fue un golpe durísimo al inicio del confinamiento. Rafa estaba muy enfermo, hacía tiempo que no lo había podido ver. La última vez que nos vimos la guardo con mucho cariño, se vino a Santander a unos ensayos que teníamos, creo que estuvo dos o tres días,. Lo disfrutamos mucho. Él ya estaba enfermo, pero seguíamos saliendo a cenar y conservaba su humor. Guardo con mucho cariño esos días en Santander. Fue una pérdida terrible. Echo en falta a uno de mis mejores amigos, en los últimos años nos veíamos menos, pero manteníamos una relación bastante frecuente. Echo de menos nuestras correrías por el barrio de Gros de Donosti donde él vivía. Era una persona excepcional, la verdad. Tenía facetas que no son fáciles de encontrar, un grandísimo conversador, muy ameno y divertido para cenar y tomarte unos vinos. Uno de los artistas con más talento que he conocido sobre todo a nivel de escritura de canciones donde creo que era insuperable. Ahí están sus canciones para corroborarlo. 

Nosotros echamos de menos al creador, pero vuestra relación era casi de hermandad. ¿Cómo va su disco homenaje? ¿Qué puedes contarnos al respecto? 

Diego: El mando del disco homenaje a Rafa lo lleva Raúl Bernal, lo está produciendo, ha hecho los arreglos y fue quien habló con los participantes. No sé mucho más que mi participación, tampoco sé cuándo va a salir, es un proyecto que se ha ido atrasando y no sé cuándo saldrá. No creo que tarde mucho. Hago “No solo de Amor”, arreglada por Raúl y sus colaboradores, que es una canción a la que tengo especial cariño. Recuerdo que apareció bajo el nombre de un proyecto llamado Deriva, concretamente en el segundo disco. Me acuerdo de las sesiones de grabación en unos pequeños estudios propiedad de Iñaki de Lucas, donde tomábamos una cerveza y comentábamos. Era un disco de amigos que pasaban por el estudio. Esta canción siempre me gustó mucho y la quise grabar para la ocasión. 

También es emotivo ver la hermandad que conservas con Mikel Erentxun, esas veladas casi semanales al calor de un buen vino, donde se dan cosas tan bonitas como que te pida permiso para grabar “Amigos de Guardia”. 

Diego: Es verdad que tenemos mucho contacto, pero por circunstancias los encuentros no son semanales actualmente. Cenamos a menudo y comentamos mucho nuestras respectivas carreras y discos. Hablamos y pedimos opinión. En ese aspecto hay comunicación muy fluida, de amigos, y nos pedimos consejo. A los dos nos importa la opinión del otro cuando sacamos un trabajo. Me importa la opinión de Mikel y viceversa. 

Me pillaste por completo eligiendo interpretar “¿Quién se Acuerde de Ti?”. 

Diego: Siempre ha sido de mis canciones favoritas de su repertorio, quizás no es la que más iba con mi estilo y voz, pero creo que las canciones son muy moldeables. La probé en casa con la acústica y me sonaba muy bien. La grabé en el móvil y se la mandé, me dio el visto bueno. De hecho, en el disco empieza igual. Tiene un poco mi idea, donde Mikel toca la acústica, aunque luego entra la banda y hay más arreglos. Creo que ha quedado bien, me gusta mucho. 

Con tanto buen material no queda otra que girar. Es curioso, cuando has querido volver las restricciones nos han fastidiado. 

Diego: Es un momento complicado, pero lo vamos a intentar. El disco saldrá entre Marzo-Abril. Hay varias fechas reservadas. En Madrid tocaremos en Clamores en Abril. Este año vamos a poder tocar, mi idea es tocar todo lo que se pueda. Tengo confianza en que la cosa cambiará y que en primavera habrá otra sensación diferente a este hartazgo y decaimiento. Las cosas irán volviendo a la normalidad.