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Juventude habían ido allanando el terreno hasta llegar a su álbum de debut con un reguero de adelantos que incluía hits trepidantes, de "La motillo" a "Dicen de ti" pasando por ese "Mis pecados" junto a Anni B Sweet o el más reciente "Ana mi amor", pero la espera se estaba haciendo demasiado larga. Por fin, su larga duración se puede escuchar ya en todas las plataformas, gracias al empuje de una casa de gusto exquisito y roster inmaculado como es Calaverita Records.
El dúo sevillano que conforman Ángel y Nico, a quien de muy acertada manera definieron como "los reyes del groove", demuestran en su LP homónimo que dominan el pop surrealista. Con letras descacharrantes y a mil por hora (por el arcén), su propuesta parte del rock, de las raíces andaluzas y de lo kinki, pero se deja seducir por sonidos diversos, desde el stoner bañado en fuzz hasta ese electro majara que aporrea el cowbell.
Tras haber militado en muchas bandas, Juventude se han crucificado en una ermita en la sierra de Huelva, han subido al cielo y ahora bajan con su disco bajo el brazo. Juventude es una propuesta mundial que huele a pueblo chico, son la moneda que compra la alegría de los niños, tienen la magia de ser nuevos y sonar a viejo. En su altar rezan a Love, Gainsburg y Silvio, pero su música nace, vive y muere sin fronteras. Juventude son Charizard, claro, pero también Mr Mime. ¡Viva Juventude!