Por: Àlex Guimerà.
En el imaginario popular está la figura de Richard Ashcroft paseando chulescamente por la calle al son de los violines "stonianos" de "Bittersweet Simphony" mientras tropieza con transeúntes sin inmutarse. Muchos le emulamos mientras andábamos por las calles de nuestras ciudades escuchando alguna canción molona en el walkman. Han pasado casi treinta años de aquel videoclip y del disco al que pertenecía la canción, "Urban Hymns" (1997), con el que The Verve se coló en el pódium del Brit Pop. Desafortunadamente la banda se disolvió poco después para volver con un álbum "Forth" en 2008 y hacer una gira de reunión aquel año sin dar continuidad al proyecto.
Mientras, el apuesto líder de los autores de "Lucky Man" o "Sonnet" aprovechó para lanzar una carrera en solitario que arrancó muy fuerte con "Alone With Everybody" (2000), que contenía la formidable "Song For The Lovers" y que alcanzó el número uno de ventas, pero que poco a poco se fue desvaneciendo con los discos "Human Conditions" (2002) y "Keys To The World" (2006). En 2010 incluso lo intentó con una nueva banda, The United Nations of Sound, con la que publicó un único álbum que incluía la canción "Are you ready?", forjada a partir de una canción de los Bee Gees.
En los últimos años Ashcroft ha ido manteniéndose en el candelero como ha podido, con álbumes como "Acoustic Hymns Vol 1" (2021), en donde repasaba sus éxitos en formato acústico, hasta que sus colegas Oasis le llamaron para que los teloneara en su exorbitante gira de regreso. Y de repente, con la vuelta de los hermanos Gallagher -y las vueltas discográficas de Blur, Pulp y el buen estado de forma de Suede- parece que la época dorada del pop británico de los noventa vuelva a la palestra. En ese punto es donde Richard Ashcroft, músico capaz de componer buenas canciones, sitúa su séptimo disco de estudio en solitario "Lovin' You", el primero con canciones originales desde
Producido por el propio Ashcroft junto a Chris Potter (junto a él desde "Urban Hymns") pero también con la ayuda Emre Ramazanoglu (David Bowie, Brian Eno y..., como no, Noel Gallegher), el álbum mezcla distintos estilos, desde bases rítmicas de hip-hop, electrónica, psicodelia, folk y pop, lo que demuestra las inquietudes del de Orrell (Merseyside), quien ha buscado grabar un disco complejo, maduro e interesante.
Ejemplo de ello lo encontramos el el tema que lleva el nombre del disco, una pieza que evoca a la época de The Verve de los dos primeros discos, con ese toque de psicodelia, y unos ritmos pegadizos y violines en su justa medida. Destaca la guitarra acústica inicial y el estribillo de los violines que viene prestado de la pieza instrumental "Classical Gas", del guitarrista Mason Williams, a quien acredita en la composición. Más ritmos acompasados y algo de desorden encontramos en "Lover", los cuales se cruzan con un triunfalismo que la hacen ciertamente interesante pero que quizás dejan con la sensación de que podría haber sido mucho mejor.
En "Out Of These Blues" surge la parte más íntima con una tierna balada que es pura americana, con su pedal steel, su tenue guitarra acústica y la calidez de una voz que canta sobre la superación personal. El romanticismo llega a su explendor con "Oh, L' amour", una delicada y dulce pieza adornada con una instrumentación de fondo orquestal.
Con "Heavy News" se pone más enérgico a través de un indie pop que mezcla los guitarrazos con la electrónica. Me falla "I' m A Rebel" por su ampulosa carga dance y por su falsete, desmereciendo en un álbum que hasta su aparición parecía bastante bien equilibrado. Lo corrige la desnuda "Find Another Reason", y también esa oda a la esperanza que como indica su nombre es "Live With Hope", creciente y luminosa (y seguramente inspirada en los Rolling Stones del "You can't always get what you want") y la final "Fly To The Sun", con la que confirma que su mejor cara es cuando agarra la guitarra y canta sin más artificios.
Precisamente ese es el fuerte de este álbum ecléctico en el que ciertamente se entremezclan distintos estilos para incluir samplers de hip hop, guitarras eléctricas indie pop, electrónica y acústicas folk para sostener unas letras personales que reflexionan sobre los retos de la vida, sobre el amor, y sobre el paso del tiempo. "Loving You" no es un disco que alcance la excelencia, claro está, pero tiene buenos momentos en los que agradecemos el empeño del cantante de The Verve por dar con una diana que parece que no está tan alejada.
