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Robert Plant: "Saving Grace"


Por: Àlex Guimerà. 

No tiene que ser nada fácil ser Robert Plant. Eres el legendario vocalista y frontman de una de las mejores bandas de rock de toda la historia del rock, y tus virtudes eran la potencia vocal y el sex appeal. Pero el paso del tiempo te va robando poco a poco la vigorosidad de tu cuerpo, lo que incluye también las dotes de tu garganta. Por ese motivo vivir de rentas se hace harto difícil, por lo que reinventarse quizás era la opción mas inteligente. Y eso es precisamente lo que ha hecho el bueno de Robert en su larga carrera en solitario, quien, a diferencia de su compañero Jimmy Page, ha demostrado tener auténticas inquietudes artísticas más allá de la icónica formación por lo que nos ha ido dejando un legado en solitario muy interesante.

Es lo que ha sucedido desde 1980 tras la muerte de John Bonham y la consecuente disolución de Led Zeppelin. En la década de los ochenta lo hizo publicando bajo su nombre álbumes en los que quiso distanciarse de los Zep con sonidos melódicos y atmosféricos (“The Principle Of Moments”, de 1983) o abrazando el rock experimental desde la electrónica (“Shaken ’n’ Stirred", de 1985). Las siguientes décadas fundando distintos proyectos como Priory of Brion, Band Of Joy, los Sensational Space Shifters y Strange Sensations. Pero también buscando nuevas miradas musicales, como lo son la música africana (“Carry Fire” de 2017), la celta o el country-bluegrass, en este caso en sus dos asociaciones con la cantante Alison Krauss

Ahora, a sus 77 años, acaba de publicar este formidable disco con el que recupera sus raíces folk/ blues, y lo hace a través de unas grabaciones acústicas donde la producción hace lucir a los instrumentos. Para la ocasión encuentra en la cantante y acordeonista Suzi Dian la perfecta socia, con quien, junto a la banda con la que lleva girando desde los tiempos del Covid, han reinterpretado distintos temas de origen tan variopinto como son el bluesman Blind Willie Johnson, la banda psicodélica de los sesenta Moby Grape o Dream Pop Low. Variedad donde sin embargo el blues y el folk tradicional son las referencias principales de estos diez cortes que fueron grabados entre Cotswolds (Sud Inglaterra) y Gales entre abril de 2019 y el pasado enero. Un largo tiempo artesanal de maduración en barrica que ha dado un resultado apto para los mejores sommeliers.

"Saving Grace" es sobre todo un auténtico viaje a través de las raíces musicales de Plant, cargado de emociones y de esa espiritualidad que tanto le gusta. Lo vemos de entrada con el blues acústico "Chevrolet", rescatado de los años 50 y muy actual en su evocación a la libertad y a la carretera. De parecida intención, "As I Roved Out" es un folk íntimo en el que brilla el juego de voces Plant-Dian. "It’s a Beautiful Day Today" transmite gratitud por lo cotidiano mediante melodías suaves y arreglos acústicos etéreos, mientras que "Soul of a Man" profundiza en la esencia del ser con un blues con un banjo de acompañamiento minimalista aunque cargado de tensión. "Ticket Taker" confirma el buen empaque de voces aunque trae una atmósfera melancólica, que contrasta con la oscura "I Never Will Marry" y ese cello tan inquietante. "Higher Rock" nos mete energía a cargo de ritmos gospel, la harmónica y el vozarrón de Suzi. En "Too Far From You" vuelve a ser Suzi quien toma las riendas para transitar desde la intimidad hasta el clímax emocional. "Everybody’s Song" mira hacia lo universal en un folk étnico de formas world-music y con "Gospel Plough" se cierra el álbum a modo de folk tradicional con un dueto cargado de esperanza y calma.

Es lo que nos deja "Saving Grace", un disco en el que no encontraremos guitarras potentes zepelianas, ni épica ni electricidad, pero si mucha elegancia, detalle e intimidad. Es el duodécimo álbum de Robert Plant, con el que demuestra que, pese al paso del tiempo, y pese haber alcanzado la vejez, se resiste a vivir del pasado y continúa ofreciendo música nueva, plenamente disfrutable, más allá de la banda con la que cambió el rumbo de la historia.