Por: Gemma Ruiz Ansó.
Jordi Bastida no necesita presentación. Su guitarra ha sonado en algunos de los proyectos más destacados del indie nacional y su nombre lleva años ligado con el de bandas como Sidonie y Alizzz. Ahora, bajo su proyecto personal y ya conocido como Chico Jorge, desde que sacara su primer EP de debut de 2021, lanza su primer disco largo, "Uno de esos días", donde lejos de rechazar la tristeza, la abraza y se la explica a sí mismo. Desde el 24 de octubre podemos escuchar estas diez canciones de indie-pop ruidoso que hablan del amor en todas sus formas: del deseo y la distancia, del duelo y la paciencia, de perderse y volver a encontrarse. Un trabajo que, aunque melancólico, mantiene siempre viva la llama de la esperanza.
Y así se lo demuestra Jordi Bastida en "Uno de esos días", canción que da título a este disco y, donde lejos de huir en un día malo, “por favor venme a buscar que hoy he tenido uno de esos días que olvidar” busca ayuda, cuidado y salvación. Porque, ¿quién no necesita desahogarse con un buen amigo en un día gris?. Y así lo agradece en “hiperventilación”, donde no solo busca ayuda, si no que da las gracias al refugio de la amistad y a las risas como buena medicina “menos mal que hoy te voy a ver…en el bar para hablar y reírnos de la mierda que ha subido poco a poco…”.
En sus canciones, las guitarras dialogan con sus versos: pueden sonar frenéticas, rotas o afiladas, pero siempre al servicio de ese verso melancólico y romántico que define su voz. Diez canciones donde conviven emociones opuestas y donde nada es blanco o negro. Son de amor del tipo meteórico y cegador que ahora duele como el de “eres un sol”; o del que además de doler hace daño, “pronto voy a explotar si no reparto mi amor…” como explica en “cupido enamorado”.
Y si seguimos hablando de amor, Chico Jorge prefiere el de echar de menos a olvidar “quiero dejar de pensar en verte una vez más…” que expresa en los melancólicos acordes de “cigarrillos” o, la contradicción de no reconocer al ser que habitas en la antesala de un gran cambio que no termina de llegar, como en “lejos de la piel”: “pronto estaré bien lejos de mi piel que no quiere caer…”.
El corazón de Jordi Bastida late tan fuerte y con tanta sensibilidad que consigue entrelazar el desamor y el duelo en dos piezas tan diferentes como “¿dónde está mi corazón?” y “¿quién reinará en el Born?”. Dos canciones opuestas en tono pero unidas por la misma emoción, la de la pérdida; la primera deja soltar la rabia por un amor perdido “aún no sé dónde está mi corazón si lo ves, por favor: dime si te va bien que me pase a recogerlo, solo quiero despertar y no temblar.” La segunda, en tono más delicado, funciona como un canción de cuna que sirve como despedida para su gata Agustina “sigo el rastro de los mirlos que han dejado de cantar, sigo y sigo aturdido.”
Solo los dos temas que cierran este disco se entregan a emociones tan puras como el desprecio y la nostalgia, respectivamente. “Fantasma”, la primera, “apuntas y disparas para hacer diana en la puta cara sin sentir apenas nada” y “vacío querido”, la segunda, “veo la noche derretirse con el sol, a las seis tumbado en el suelo del comedor, con un vaso más de vino para ahogar el vacío que respiro cuando no estás”.
Con referentes estilísticos de la talla de Deerhunter, Wilco o The Strokes, Chico Jorge ha comenzado a defender en directo (su puesta de largo fue en Barcelona el jueves 13 de noviembre) su proyecto personal.
%20(1).jpg)