Entrevista: Fernando Rubio

"Tengo una actitud positiva ante la vida, y eso es lo que intento trasmitir" 

Por: Oky Aguirre 
Foto (1): Emilio Castro
Foto (2): Javier Estrade

Había ganas de volver a ver a Fernando Rubio en Madrid, y otra vez fue en el Café Berlín después del buen recuerdo que nos dejó el pasado septiembre junto a la Bantastic Fand. Esta vez como líder de sus Inner Demons, para presentar uno de los discos más cautivadores del pasado año: "Cheap Chinese Guitar", deliciosa colección de canciones Americana Music, nacidas del corazón de este cartagenero, incombustible rodador de carreteras y artesano musical, con el que conversamos sobre la música, osea sobre la vida, momentos después de su fantástico concierto lleno de buenas vibraciones.  

Enhorabuena por el concierto. Es una maravilla poder sentir la música tan cercana. En la segunda canción lograste llenar el Café Berlín de calidez. 

Fernando Rubio: ¡Gracias! Disfrutamos mucho tocando en el Café Berlín. Soy consciente de que me gusta mucho lo que hacemos y de que estoy viviendo un buen momento musical. Y tengo la sensación de que los conciertos cada vez son mejores.

He hablado con mucha gente sobre lo que nos hizo sentir la primera escucha de "Cheap Chinese Guitar". Todos coincidimos en el poder que tienen las canciones, como bien dijiste en tu entrevista en la Opinión de Murcia: "lo que importa es que la canción te pellizque el corazón" ¿Lo haces aposta, con la intención de llegar más allá del pasarlo bien? ¿Te emocionas como el oyente cuando compones? 

Fernando Rubio:   Sí, creo que tiene que ser así. Mi amigo Joaquín Talismán decía algo así como que una canción toca en el oyente el mismo punto del corazón de donde salió al escribirla. Si tú te emocionas es más fácil que llegue a alguien más. Hay muchas formas de pasarlo bien con la música, que puede transmitir todo tipo de sentimientos, pero quien sólo la aprecia para la fiesta y mover el culo (dos muy buenos motivos) se pierde grandes cosas. Para mí las canciones van mucho más allá de la mera diversión, me acompañan constantemente. Siempre llevo alguna en la cabeza. Hay canciones de tres minutos que cuentan historias mejor que un libro o una película. 

También coincidimos en que todas te atrapan: desde que escuchas su comienzo sabes que te vas a quedar en ella. Nos invade esa sensación de las viejas canciones que nos transportan a momentos. A mí me pasó con "Thank you for being there" en el metro con los cascos; me hiciste volver a la esencia de la Americana Music de mi adolescencia. A mi hermano mayor en el coche: dice que "Meteor Showers" le lleva a una playa irlandesa, junto a los Beach Boys, Mike Scott y Van Morrison ¿Se puede decir que eres un artesano de los sentimientos? 

Fernando Rubio:  Pues no sé. Supongo que trabajo con ellos al sacarlos de mi interior para transmitirlos a los demás. Me imagino que como otros músicos, cineastas, escritores, pintores... Me parece maravilloso que la gente conecte con mis canciones, para mí es como un premio. 

El inglés cantado por un castellano a veces resulta insoportable. ¿Por qué decides (menos mal) cantar en inglés y te preocupas de ello en cada estrofa y letras? 

Fernando Rubio:  Siempre me ha gustado oír música en inglés, la mayoría de los artistas que escucho cantan en esa lengua, y es en la que más he cantado yo. Afortunadamente me manejo bien y me gusta cómo suena, sobre todo para tocar estilos como el rock, blues, soul, country, que a fin de cuentas son de origen anglosajón. La letras son lo más difícil de hacer para mí, siempre van después de la música. Les doy muchas vueltas hasta que quedo contento y consigo expresar lo que quiero. Estoy satisfecho con los textos de Cheap Chinese Guitar, contienen mucha verdad, reflejan el momento personal en el que las escribí. 

¿Ha contactado alguien de fuera (USA) con vosotros para actuar en el extranjero, dada la repercusión que poco a poco va teniendo el disco en las redes? 

Fernando Rubio:  Todavía no, aunque sí hay gente de otros países que me hacen saber que les gusta el disco. Me encantaría ir a tocar fuera.

Te escuché en “Entre dos luces” de Radio 1, en donde abrían con "Sad Sad Day" (las tres versiones acústicas de “Cheap Chinese Guitar”, “Carry On Blues” y “Thank you for being there” fueron maravillosas. Esperamos que las traslades a tus conciertos). Hay en tus canciones algo luminoso, aunque las letras hablen de malos momentos. ¿Forma parte de tu estado de ánimo actual o siempre has sido así de sutil?

Fernando Rubio: Yo creo que tengo una actitud positiva ante la vida, y eso es lo que intento trasmitir. Es verdad que en el disco hay canciones que surgen de atravesar situaciones difíciles y tristes, y la vida golpea fuerte a veces. Eso nos pasa a todos, no sólo a mí. Y a menudo no encuentras nada nuevo que decir que pueda servir de ayuda en esas encrucijadas. Pero la compañía ya es una ayuda, el sentir que otros pasan por cosas parecidas y las superan. Y ventilar esas “oscuridades” puede ser muy valioso para seguir adelante. 

Te vimos el pasado septiembre aquí, en Café Berlín, con los Bantásticos, en un concierto que todos recordamos ¿Qué cambia para ti el presentar tu disco con tu banda, los Inner Demons? (por cierto, imprescindibles todos los coros tanto en el disco como en directo) ¿Piensas que estás dando un salto importante después de 30 años “On the Road”? 

Fernando Rubio: Disfruto mucho con los dos grupos, y me entusiasma tocar con ambos. En los Demons me toca el papel de líder que, a cambio de ciertos masajes al ego, supone un sin fin de quebraderos de cabeza para organizar ensayos y conciertos, repertorio, promoción, logística y demás. Con Bantastic Fand voy más relajado. Está más repartido el protagonismo en el escenario, sólo canto algunas canciones y hago más trabajo de guitarrista y coros. Y de la organización se ocupa principalmente Nacho. La verdad es que sienta muy bien cambiar de papel, es muy refrescante. 

Ya sabemos de tu etapa en Ferroblues, pero ¿qué ha sido de ti desde la publicación de “Tides”?

Fernando Rubio: He seguido tocando, acompañando a otros artistas y amigos, o haciendo versiones. Dando muchos conciertos en solitario, con la acústica y la armónica, lo que me ha venido muy bien. Es un formato en el que ahora me siento cómodo, me he ido haciendo un amplio repertorio de versiones y, sobre todo, me ha permitido poner a prueba las canciones del disco. Eso me dio más confianza para grabarlas, y hace que se sostengan muy bien con ese mínimo acompañamiento. Algunas presentaciones del disco las hice así y han resultado muy bien. También he tenido mucho trabajo de estudio produciendo discos para otros artistas y grupos.

El disco lo has grabado prácticamente en tu casa y eso se nota, pero para bien, dotándolo de un ambiente de porche en plan JJ Cale o Link Wray. Cuanto menos artificio mejor. Supongo que no es una cuestión de principios sino más bien de presupuesto. ¿Crees que en un gran estudio te habría salido igual? 

Fernando Rubio:  Son ambas cosas. Las posibilidades reales te hacen descartar grandes superproducciones, pero también era la filosofía del disco, lo que creí que les sentaba bien a las canciones. Pocos instrumentos, sonidos muy naturales y arreglos sencillos que no peleen entre sí y dejen espacio a las voces. Cuanto más orgánico y humano mejor. Lo que más me atrae de un gran estudio es la posibilidad de grabar todo el grupo a la vez, haciendo tomas hasta tener la buena, como hacían Dylan o los Beatles. 

Hay que hablar de Rosalía. ¿Te gusta? ¿No te parece que hay algo que os une? La apropiación cultural. En el mundo que vivimos y con tanto listillo, alguno te podría reprochar que siendo de Cartagena es un sacrilegio cantar por Tom Petty o Neil Young. (Risas) 

Fernando Rubio:  Lo que dices ha ocurrido y sigue ocurriendo. Y gente que aún me reprocha que no cante en español, pero no tienen inconveniente en escuchar a otros artistas en inglés, aunque no sean de países angloparlantes. En cuanto a Rosalía aún no he oído el disco completo. Me parece que canta de maravilla, y la he visto en vídeos solamente acompañada por un guitarrista. Lo que hace no está entre los géneros que más me llaman, pero me parece interesante su forma de actualizar las raíces flamencas y amalgamarlas con otros estilos. 

¿Qué opinas de las redes sociales y sobre todo del papel de la prensa musical, con la aparición de miles de páginas y blogs, en donde la opinión del crítico especializado se mezcla con la de todos los públicos? 

Fernando Rubio: Tiene un lado muy bueno, y es que nos brinda herramientas de difusión a los que no contamos con otros medios, y revistas como la vuestra dan mucha vida a músicos como nosotros, además de dar salida a la gente con inquietudes que escribe en ellas. Como en todo, se puede hacer bien y mal, y eso ya depende de la experiencia y el cuidado que se ponga. 

¿Crees que ya no es tan importante aparecer en los grandes medios o sigue siendo fundamental para avanzar en una carrera, vista la importancia de las reproducciones? 

Fernando Rubio: Los grandes medios son cada vez menos y más grandes, y están lejos del alcance de proyectos autoproducidos como el mío. Pero claro que ayudarían, lo difícil es que te hagan caso. 

Recuérdanos un poco tu paso por el festival Frías, ese espacio en Burgos creado por Joserra Rodrigo, donde os distéis un baño de “Last Walz”...

Fernando Rubio: Pues en Frías pasaron muchas cosas. Fue mi primer concierto con Bantastic Fand, en aquel castillo alucinante, con aquel público. A Iván Estefanía (guitarra) y Ramón García (teclados) los conocí poco antes de subirnos a tocar. Habíamos ensayado por mail o tlf. Y ves las grabaciones del concierto y nos compenetramos perfectamente. Fue mágico. También fue allí donde conocí a Joserra, con el que mantengo esa conexión musical y de amistad que nos une a muchos. Fue el primero en creer apasionadamente en el disco, desde que oyó las maquetas de algunas canciones, y ha sido clave en su evolución. Y por último descubrí a la gente que asistió al festival, basado en The Last Waltz, rindiendo homenaje a algunos de mis héroes musicales y a la música de mi vida. A muchos de ellos me los he ido encontrando después en los conciertos de la Fand y en los míos. Aprecian y entienden lo que hacemos. 

Tengo una cierta conexión con Joserra. Entre él y yo hay una complicidad musical que supongo te pasará a ti y que hay que agradecer a las nuevas tecnologías: el acercamiento que antes solo era posible en la barra de un bar, donde hemos compartido verdaderas experiencias musicales. Llamamos Rasta a todo músico que nos transmite algo original, único, indestructible, carismático y fiel, sobre todo a las canciones. Es como el dedo que Marley no se quiso cortar por una tontería como ser Rastafari. Bon Scott, Camarón, Petty, Graham Parker, Kevin Rowland, Ben Vaughn, Willie Nile, Warren Zevon, John Hiatt… todos blancos pero Rastas. Para nosotros tú eres Rasta. ¿Estás de acuerdo? ¿Dirías que tu música podría calificarse como Positive Vibrations a la Americana? 

Fernando Rubio:  Algo de rasta si debo tener, porque soy muy fan de Bob Marley. Me encantan sus canciones (las toco a menudo) y el engranaje del reggae de los Wailers. Me espanta un poco más la parte de religión que conlleva el tema rastafari, pero me pasa mucho con la música religiosa, como la etapa gospel de Dylan, o Ben Harper con los Blind Boys of Alabama, que me apasionan a pesar de que no soy creyente. 

La portada me sugiere mundos como “Big Little Planet”, un juego de la Play en donde todo es posible, siempre en una cierta armonía. ¿De quién es la ilustración? ¿Querías transmitir esa sensación de serenidad que tiene todo el disco? 

Fernando Rubio:   Todo el diseño del disco está basado en los collages que hizo para la ocasión mi amiga Patricia Moreno. Me siguen pareciendo fascinantes y para mi están íntimamente ligados a las canciones. Cuando los creó tenia las maquetas y las letras de las canciones, y conocía las circunstancias en que se escribieron. Y las figuras tienen esa maravillosa dualidad de parecer alegres e ingrávidas y estar compuestos con secciones de vísceras, insectos, medusas, células y otros motivos biológicos. El disco no sería lo mismo sin ellas. 

“Carry On Blues” es pantanosa a tope. Me recuerda a “Got the shame old blues” de J.J. Cale. Con “Inner Demons” me has hecho volver a sacar los discos de Steve Miller Band. Son sonidos inconfundibles que nos sugieren tus canciones. Humildad y Respeto. ¿Estás de acuerdo? 

Fernando Rubio: Sí, no había pensado en esas canciones en concreto, pero entiendo que te vengan a la mente. Hace poco vi un documental muy interesante sobre una de las últimas giras de J.J. Cale y me encantó. Un tipo único que supo hacer lo que le dio la gana en su vida. Respeto máximo. 

En Madrid te vi con una Gibson color crema y una Ibáñez réplica. ¿Qué Guitarras usas? ¿las nombras? Favorita y la que te gustaría tener. Cuéntame algún secreto técnico, de pedales o pastillas. 

Fernando Rubio:   La de color crema es en realidad mi china barata, una Epiphone Casino que es la que más toco en directo, me encanta su sonido, además de que no pesa nada. Al ser totalmente hueca se acopla con facilidad, de una forma muy musical. La Ibanez es una Artist de los 80, la primera eléctrica que tuve, y es magnífica. Puedes tocarlo todo con ella, te permite elegir entre pastillas humbucker o single, es muy versátil. También tengo una Telecaster a la que el gran luthier Toni Fayos le puso unas pastillas Lindy Fralin que la hacen sonar de muerte. Me gustan mucho las tres, pero ahora el idilio es con la Casino. 

¿Muddy Waters o B.B King? 

Fernando Rubio:  Los dos. Y ambos son tremendos cantantes, además de guitarristas. La forma de tocar de B.B. King ha influido más en mi estilo. Me gusta mucho su elegancia y su manejo de los bendings y los silencios, su estilo amable. Lo tengo muy presente. 

Tu héroe musical que nunca compartirías y canción que has llegado a odiar de tanto tocar. 

Fernando Rubio:  Procuro compartir siempre mis héroes musicales. La verdad es que no llego a odiar las que toco. Siempre son canciones que me gustan, y si me canso las dejo descansar un tiempo.

Disco de la Vida. Ese que sólo compartes contigo. 

Fernando Rubio:  No sé qué decirte. Se me ocurre "Sandbox", de Erik Voeks, por hablar de un artista que de repente estuvimos oyendo mucho en mi círculo de amigos músicos (es de 1993, creo). Luego estuvimos años, incluso décadas, sin saber de él. Hasta que hace poco editó un nuevo disco, y sigue siendo igual de bueno y reconocible. 

Cuéntame algo de Chuck Berry, ¿te echó la bronca como a Keith?, o John Mayall

Fernando Rubio:  (Risas) A Chuck Berry no nos dejaron ni acercarnos cuando tocamos juntos en San Javier, en 2004. Es más, les prestamos un amplificador de bajo, porque falló el suyo, y no te creas que fueron muy agradecidos. No fue un gran concierto, a pesar de que tenía buen aspecto para lo mayor que era. No estaba en su mejor momento musicalmente. A John Mayall le he visto en varias ocasiones, además de la vez que compartimos escenario en Lorca, en 2009. Siempre muy buenos conciertos, y fue amable con nosotros. 

¿Sigues produciendo? Danos alguna pista de lo que te gusta ahora 

Fernando Rubio: Últimamente curioseo mucho por Youtube. Me gustan unos programas de la NPR americana, Tiny Desk Concert, en los que se tocan 4 o 5 canciones en una especie de oficina, en un formato muy acústico. Además de grupos que ya conocía, como Wilco, que me gustan mucho, o el mismísimo Booker T. Jones, entre otros grandes, he descubierto otros nuevos para mí, como Dan Auerbach, Courtney Barnett, Leon Bridges, St. Paul and the Broken Bones o Pokey Lafarge. Está muy bien para picotear y probar cosas nuevas.

¿Has cruzado el charco? ¿Te ves tocando en Nashville O New Orleans? 

Fernando Rubio: No, y sé que fliparé cuando lo haga. Sí que me veo tocando en USA ¿por qué no? 

Supongo que con el jaleo no tienes planes inmediatos para otra joyita. ¿O con tanta gira y música te está rondando algo? 

Fernando Rubio:  Bueno, sigo haciendo canciones y ya tengo algunas nuevas. Pero de momento estoy centrado en el Cheap Chinese Tour. Y en el nuevo disco de Bantastic Fand, que va tomando forma lentamente y pinta muy muy bien. 

Vivir de la música es un triunfo. Hacer lo que te gusta ¿Pero a qué precio? ¿Desgasta estar siempre ahí? 

Fernando Rubio:  El precio a pagar es la precariedad, la falta de seguridad económica. Eso es lo que desgasta, la dificultad de dar cada paso sin apoyo de nadie, teniendo que ocuparte de todo. Si todo fuera componer, grabar y tocar, lo puramente musical, sería mucho más fácil. Pero no me quejo, yo elegí esto y la música me da muchas satisfacciones.