Fallece Garth Hudson de The Band
Simon Goddard: “Canciones que te Salvaron la vida: The Smiths 1982-1987”
Derby Motoreta´s Burrito Kachimba: “Nos consideramos más artesanos que artistas”
Vuestro sonido es rockero, por momentos intenso y pesado. No es una propuesta que esté sonando en radios comerciales y está alejada de los sonidos predominantes. ¿A qué crees que es debido esa forma de trascender? ¿Cómo ha conseguido la “kinkidelia” conquistar los cielos?
Ilustres Principiantes: Sehore
Se titula ¨Ladencia¨ porque en esa palabra se mezclan los elementos que anuncian y preceden a una despedida además de los efectos que la rodean. Pero también es una almohada para descansar la cabeza, ya que, si en ese espejo te invade la tristeza, se trata de ir hasta los lugares que solías frecuentar para dejar de llorar.
Hay pedazos de algunos sueños que a fuerza de repetirlos se van haciendo realidad, mientras que otros muy cercanos son desechos y eso es lo único que merecería desterrarse. Cuando se deja oír aparecen ritmos de tango, reggae, vals o calipso que han sido bailados en algún momento. Sirve para compartir vivencias como el deseo del náufrago que quiere ser rescatado. Al final son las canciones que a pesar de buscarlas nunca aparecieron.
Después de saber más a fondo el trasfondo de este ¨Ladencia¨ es de agradecer que aún queden proyectos como Sehore, proyectos que deciden hacer las cosas sin artificios, creando canciones que le llenan a uno y no lo que te venga impuesto por modas y similares. En eso se basa este interesante proyecto, en canciones y ritmos que te atrapan desde el primer momento. Ritmos que rápidamente te llevaran a la época dorada del pop de los 80.
¨Ladencia¨, el primer trabajo de la banda, el cual ha sido grabado junto al mítico Paco Loco en su estudio de Puerto de Santa Maria y masterizardo en Kadifornia por el ganador de un Latin Grammy Mario G. Alberni. Una magnífica carta de presentación para un proyecto que va a remover conciencias. Estamos ante un compendio de canciones creadas con el único objetivo de ser disfrutadas tranquilamente, siguiendo el hilo conductor que nos ofrecen Sehore y que estamos seguros de que será del gusto de cualquier oído inquieto.
Said Muti: "En el riesgo está la virtud del arte"
“Lo conseguiré con la ayuda de mis amigos”. Lucinda Williams: “Sings The Beatles From Abbey Road”.
Sigue empecinada en repasar a su modo lo mejor de la música anglosajona del siglo pasado, un legado al que ella misma ha contribuido con discos de la talla de “Car Wheels On A Gravel Road” (1998), “World Without Tears” (2002) o los más recientes, “Good Souls Better Angels” (2020) y “Stories From A Rock N Roll Heart” (2023).
Esta vez se ha atrevido con The Beatles, y si bien el resultado no es tan sobresaliente como el tributo que hizo a sus “majestades satánicas”, estas versiones incluyen algunas canciones dignas de ser tenidas en cuenta, sobre todo, aquellas que nos recuerdan que el cuarteto de Liverpool también saldó su deuda con la antigua colonia. Los Beatles exploraron, llegado el momento, las orillas del Mississippi, aunque quede tan lejos de la desembocadura del Mersey.
A la dama herida la están sosteniendo sus amigos, dos de los más importantes son Tom Overby y Ray Kennedy, como ya hicieran en el último álbum firmado por la Williams en 2023. Afirma una de las canciones de leyenda que recrea en este disco que “con un poco de ayuda de los amigos” no hay nada que no puedas conseguir. De hecho, la canción y su bella letra es la expresión perfecta de la encrucijada en la que se encontraba Lucinda Williams antes de ingresar en los estudios fonográficos de Abbey Road. Algo similar a lo que sintió Ringo Starr, alentado por sus colegas de banda a que cantara “sin temor a desafinar”. Este disco no solo es un homenaje a los Beatles, sino a la amistad incondicional entre los músicos, algo que entre 1967 y 1970 (cuando se disolvió el grupo) brilló por su ausencia entre los miembros de los Beatles. A veces un grupo tiene que disolverse para valorar de otra manera el privilegio que supuso estar juntos.
Los clásicos son monstruos dormidos a la espera que alguien los despierte. Los Beatles disponen de un catálogo increíble de ellos. Todas las canciones de este disco que reseñamos pertenecen a aquellos cuatro años tan turbulentos. Con buen criterio, Lucinda (and friends) han escogido las que se avienen mejor a la languidez con la que la cantante defiende ahora sus interpretaciones. La hermosa voz de Siobhan Maher-Kennedy, mujer del productor Ray Kennedy y oriunda de Liverpool, respalda con brillantez en algunos temas a la cantante estadounidense .
A mi juicio, aunque “Don´t Let Me Down” representa un comienzo prometedor, el disco toma cuerpo a partir de la quinta canción: “When My Guitar Gentle Weeps”, que compuso curiosamente George Harrison, y dio un vuelo distinto la guitarra de Eric Clapton, otro amigo que acude a ayudar. En este caso, el guitarrista al mando es el leal compañero de fatigas, Doug Pettibone, que se queda bien a gusto, por cierto, con unos solos verdaderamente convincentes. En 2004 en un homenaje al fallecido George Harrison, Prince hizo de héroe de la guitarra delante de Tom Petty y Steve Winwood, patentando el mejor “solo” de este instrumento que se recuerda a propósito de esta canción. Echo en falta, eso sí, el característico piano al inicio de la versión original.
No es la única canción de Harrison que Lucinda asume a la perfección, el otro tema es “Something”. Es una reminiscencia realmente bella y creíble. En “Let It Be”, “Yer blues”, “I´ve Got a Feeling”, “I'm So Tired”, y en esta última, especialmente, “The Long and Winding Road”, la dama sureña se encuentra a sus anchas, acompañada por una guitarra acariciada por el delicado eco de la pedal steel guitar, que ensalza su voz herida, y por esta misma razón, veraz. Es paradójico que esta canción fuera de las postreras que los Beatles produjeron, cuando sus relaciones estaban casi rotas. Lucinda concluye con esta canción un disco que es la consecuencia de la más auténtica camaradería. ¿Era ésta la jugada oculta que la cantante pretendía realizar? ¿Exorcizar el resentimiento que se adhirió a las paredes insonorizadas de este lugar, utilizando los hechizos de palabras y sonidos que los propios Beatles grabaron aquí mismo, pese a las fuerzas disgregadoras que ellos mismos desataron? Cuando cumplamos el sueño de entrevistar a Lucinda, y un momento propicio sería la gira que le llevará por Barcelona, Vitoria y Madrid los respectivos días del 19, 20 y 21 de junio, El Giradiscos no va a renunciar a ello, a buen seguro que se lo preguntaremos.
El camino, al que se refiere esta última canción, es lo más importante, por muy sinuoso que sea, la artista norteamericana lo sabe bien. Que el camino sea largo, deseaba el poeta Cavafis con toda la razón. No olvidemos que Lucinda es la hija de un poeta. Su odisea particular continúa. Mediante canciones ajenas, pero sin desdeñar las canciones propias, Lucinda está escribiendo para la posteridad sobre el pentagrama una elegía dedicada a la música, a la amistad y a la resiliencia.
Capsula: “Somos un espejo de las sensaciones por las que estamos pasando todos los hermanos del rock and roll”
Estamos ante un trabajo notable, donde las canciones suenan a hard-rock, también casi a heavy, pero siempre desde una perspectiva descarnada, totalmente punk… ¿de cuántas leches es hijo este nuevo trabajo?