Entrevista Igloo

“En este trabajo ha salido a relucir el gusto por bandas más oscuras”
Mañana jueves los amantes del pop-rock alternativo de calidad tienen una cita en la madrileña sala Charada, allí alrededor de las diez de la noche, tendrá lugar la actuación de los gallegos Igloo, en un concierto que servirá de presentación en nuestra ciudad del que es el tercer álbum de su discografía, “∞3”.

Con motivo de su paso por nuestra ciudad desde “El Giradiscos” nos hemos puesto en contacto con Beni Ferreira, voz y guitarra, para que nos contara todo lo relacionado con su nuevo trabajo, un disco que a buen seguro supondrá el empujón definitivo para esta banda cuyo hábitat natural se encuentra bajo los focos, encima del escenario, repartiendo decibelios a diestro y siniestro.

Dos años después de la publicación de vuestro segundo álbum, “La Transición de Fase”, ve la luz el que es el tercer trabajo de la discografía de Igloo, “∞3”. ¿De qué manera fueron surgiendo las canciones? ¿Cómo fue el proceso de grabación del mismo?
Durante la gira del disco anterior se iban haciendo canciones nuevas. Estamos viviendo una época muy interesante puesto que en apenas dos años teníamos cerca de una treintena. Nos pareció un buen momento para grabar, aprovechando la dinámica con la que veníamos trabajando, y de nuevo nos pusimos en contacto con el productor, Iago Lorenzo. El verano pasado empezamos a trabajar y a elegir entre veinte temas, y de ahí acabamos sacando los que aparecen en este nuevo álbum.

¿Cómo se os ocurrió un título para el disco tan enigmático como “∞3”? ¿Qué queríais reflejar al llamarlo de esa manera?
Desde hace tiempo, jugábamos con la doble “o” formando el símbolo del infinito. Para este tercer largo, y basándonos nuevamente en nuestra admiración por Eduard Punset y Redes, aprovechamos la teoría de los universos paralelos, en la cual algunos científicos sostienen que durante el Big Bang se crearon hasta tres universos exactamente iguales y que funcionan simultáneamente; todos tenemos vidas diferentes en cada uno de esos mundos, lo que también nos gustó para crear esos mundos paralelos de cosas que nos gustan y nos llaman la atención para nuestras letras.

Desde fuera se percibe un hilo de continuidad entre todos los discos que habéis publicado, aunque personalmente creo que en este habéis trabajado en un concepto que potencia más los toques electrónicos o el aspecto noise en detrimento, por ejemplo, de las guitarras, que están mucho más presentes en “La Transición de Fase”. ¿Qué diferencias y puntos de unión observáis entre cada uno de vuestros trabajos?
Siempre hablamos de evolución en nuestros trabajos. Lo más interesante de Igloo desde su primer disco, es que abarcamos matices tanto electrónicos, vertientes más shoegazer, post rock, etc., lo que nos ofrece la posibilidad de dirigirnos hacia uno u otro punto. Este disco tiene matices más oscuros, con una música densa a la vez que contundente, nos gusta mucho el resultado.

Escuchando “∞3” a uno se le vienen a la cabeza bandas como The Cure, Depeche Mode, Jesus and Mary Chain, especialmente en el comienzo de “Desastrología”, e incluso grupos posteriores, como Placebo. No sé si estaréis de acuerdo con los grupos que cito. ¿Qué referentes os han influenciado a la hora de hacer música?
¡Claro!, son bandas que siempre están entre nuestras discografías de cabecera. Creo que para este disco podríamos hablar de que muchas de estas influencias estaban latentes, recuerdo escuchar una y otra vez discos como “Ultra” de Depeche Mode, o “Disintegration” de The Cure. Con el tiempo también te influye todo lo que vas escuchando y te gusta, y a la hora de componer afloran estas influencias. Para este trabajo han salido algunos de esos gustos por bandas más oscuras e influencias muy americanas.

Volviendo al disco, en la reseña que escribí hace algunas semanas para nuestra web decía algo parecido a que “En “∞3” encontramos un manual de desesperanza y autoayuda, letras que hablan de soledad, decepciones y cadenas de dependencia amorosa que no se pueden cortar”. ¿He entendido bien lo que pretendíais transmitir con las canciones que conforman vuestro tercer larga duración?
Sí, somos los Paulo Coelho del rock (Risas). Las letras de este disco se encuentran en ese punto del túnel en el que se ve una luz al fondo. Hablamos de que “todo acaba mal”, pero lo interesante es que “pero se acaba”, algo básico para empezar una nueva etapa en la vida.

Durante toda la vida la música que más me ha llegado ha sido la de temática más amarga, es la que identifica mayoritariamente a la gente, puesto que todo el mundo ha vivido experiencias de ese tipo, y es más sencillo identificarte con estas letras.

Hay canciones que hablan y se inspiran en series, como “True Blood” –“Zumo V”-, lo imposible que puede resultar una relación entre personas tan diferentes sólo es alcanzable si ambos están dispuestos a desangrarse, a darlo todo. O “Death Note” -“El Mundo Perfecto de Kira”-. En ellas creamos una historia de algunos de los personajes que nos atraen.

En “El Mundo Perfecto de Kira”, uno de los grandes cortes del disco, cantáis, “es mi manera de masticar cristal y miles de alfileres” ¿De dónde surgen esas frases cargadas de belleza y de dolor? ¿En qué os inspiráis a la hora de elaborar vuestras letras?
En muchas ocasiones te puedes imaginar este tipo de imágenes en tu mente cuando alguien trata de expresar mucho dolor para decir que acepta una situación que se consideraría inaceptable, normalmente por amor a una persona, por estar realmente enganchada a ella o por el miedo a la soledad. Es una manera más gráfica de decirlo, rozando líneas fílmicas como “Hierro 7”...nos encanta el cine, y supongo que ello también provoca que aparezcan este tipo de letras.

“Cientos de Motivos” se materializó después de leer “El Espacio Alrededor” de Arturo Enríquez. Uno de sus relatos hablaba acerca de la delicada situación de ir a una fiesta de unos amigos comunes con tu ex pareja...El intentar ocultar tus sentimientos, preguntar por esa persona, etc. se van detonando en tu cabeza. “Momentos buenos” es una adaptación de una poesía de Carlos Violadé y su libro “Los Años Luz”. En ambos casos, me puse en contacto con ellos para comentarle mi idea de hacer un tema, y es de lo interesante que tiene el arte, que encuentras a gente que te da la oportunidad de hacer canciones con letras de gente a la que admiras.

Dedicáis el título de una canción a “Nina Kulagina”, en ella hacéis un juego entre la letra de la canción y los asombrosos hechos de telequinesis que era capaz de protagonizar este mito de la U.R.S.S.
“Nina Kulagina” nació de una conversación acerca de una mujer rusa que durante la Guerra Fría fue estudiada por el KGB para intentar usar sus poderes telequinéticos como arma. Supongo que de las influencias que nos han dejado Stan Lee, Alan Moore, Frank Miller, etc., nosotros planteamos a una mujer con poderes para hacer volar y estallar objetos.

Sorprende el hecho de que hayáis decidido incluir una canción cantada en inglés como es “E.L.O”, además está justo en el medio de los once temas. ¿Cómo surgió la idea? ¿Pretendíais separar de forma más clara y concisa las caras A y B del disco?
A la hora de grabar la veintena de canciones en maqueta e ir trabajando con Iago Lorenzo, se quedó este entre las que más gustaban.

El poder sacar un tema en inglés es una de las ventajas que tiene estar en una discográfica independiente como Ernie, que nos da libertad para editar nuestros trabajos. No buscamos nada en concreto con este él, lo que sí queríamos era dividir el disco en dos partes muy claras y “E.L.O.” nos dio la oportunidad de sorprender a mucha gente en la primera escucha del disco.

Como bien indicas, nos vino muy bien para dividir el disco en dos partes bastante claras. “E.L.O.” cierra la primera parte, junto con el tema instrumental que lleva el nombre del disco (idea que ya aplicamos en el trabajo anterior), y nos deja la puerta abierta a una segunda parte de disco más pop.

Las percusiones de todo el álbum han sido grabadas por un mito del rock de nuestro país como José Bruno. ¿Qué se siente al trabajar junto a uno de los grandes baterías de nuestra música?
Ha sido una experiencia enormemente enriquecedora, tanto musical como incluso espiritualmente. Tener la oportunidad de grabar con José nos marcó una pauta a seguir durante el resto del disco y nos transmitió mucha tranquilidad. Es una persona que hace las cosas muy sencillas a la hora de grabar, recuerdo que pensábamos que íbamos a necesitar un fin de semana entero para las baterías, y en un sólo día ya teníamos todas las tomas hechas, y todo esto con la mayor de las calmas, risas y anécdotas entre canción y canción. Sólo tenemos buenas palabras y otras tantas de agradecimiento para este hombre.


Otra de las cosas que más llama la atención es la presentación visual de vuestro trabajo, cuidado hasta el más mínimo detalle desde la fotografía, en una clara evolución respecto a vuestro anterior trabajo, y hasta de los carteles de conciertos, realmente bonitos y llamativos. ¿Quién se encarga de todos estos aspectos?
A lo largo de estos años hemos ido conociendo a gente que hace trabajos muy interesantes, especialmente Víctor y Jairo Moreno de LiaFilms, que nos han hecho las fotografías promocionales y también son los que nos graban los videoclips.

Le damos muchísima importancia a la imagen y tratamiento de los diseños. Para este disco, Verónica Gómez y Xabi Guimarey hicieron un montón de fotos con un muñeco de goma (un astronauta) en diferentes paisajes y mundos, pues era la idea que queríamos enfocar con el título del disco. El resultado ha sido muy bueno, porque supieron captar perfectamente la idea de que nuestro astronauta vagara en soledad absoluta por diferentes mundos.

Por último para ir terminando dos últimas cuestiones. En un momento tan complicado para la industria musical. ¿Cuál es vuestro objetivo con éste trabajo?
Vivimos una época en la que cada vez se vende menos música, pero sin embargo nunca se ha consumido tanta música en nuestro país. A esto debemos añadir que cada vez hay un mayor número de festivales y salas para conciertos, y una afluencia de gente cada vez mayor.

Los grupos que vivimos para los directos somos conscientes de que hay que grabar un buen disco, pero que no es más que una especie de tarjeta de presentación para que el público sepa que estás de nuevo de gira con un nuevo trabajo.

Sabemos que el punto fuerte de Igloo son las presentaciones en directo. ¿Qué se encontrarán todos los madrileños que tengan a bien acercarse el próximo Jueves hasta la sala Charada para veros?
La ventaja de tener tres discos debajo del brazo es que tienes un montón de temas que barajar. Nos gusta mucho comparar tanto nuestros discos como los directos con la introducción, nudo y desenlace de un libro o una película; jugamos mucho con la dinámica de los directos y los adaptamos a una sala, festival o acústico.

Por: Javier González.
Fotos: Víctor Moreno.