Luis Lapuente: “Conversaciones con Gonzalo García Pelayo. Nostalgia del Futuro”

Por: Javier González 

Qué apasionante ha sido la vida de Gonzalo García Pelayo. Una partida con diversas manos en las que lo importante no ha sido el ganar o perder sino haber vestido las infinidad de pieles con distintas suertes, dejando para la historia multitud de amistades, un bagaje cultural enorme y sobre todo un sinfín de historias que como demuestra en esta “Nostalgia del Futuro”, conserva grabadas a fuego en su memoria nuestro protagonista. 

De la obra, perfectamente hilvanada por Luis Lapuente, quien no solamente pone orden en el torrente de recuerdos de Don Gonzalo, sino que además es capaz de extraer toda la materia posible de ellos, bien se podrían resaltar multitud de elementos, fragmentos y confesiones, pero sobre todo deberíamos hacerlo con su cariz políticamente incorrecto, apuntando a derechas e izquierdas por igual, sus pullas contra ciertos mitos valen su peso en oro, me encanta el ataque que perpetra sin miramientos contra Silvio Rodríguez sin ir más lejos, por su conocimiento absoluto de todo lo que se cocía en el submundo sevillano de los años setenta y por ese afán emprendedor que ha caracterizado a éste mito de nuestra cultura reinventado una y mil veces. 

Porque el señor García Pelayo ha sido factótum de Gong, ha producido a los más grandes talentos nacionales, de María Jiménez a Smash, pasando por multitud de nombres como los de Triana, y porque en su momento regentó Dom Gonzalo, la discoteca más subversiva de finales de los sesenta en Sevilla en la época en que los grises atacaban con vehemencia y los grifotas no estaban nada bien vistos.

Ha sido director de cine, porno incluido, para que no falte quien se rasgue las vestiduras, y jugador profesional de póker, además de hombre de gran conversación y a día de hoy antimarxista convencido, cuidado que el franquismo también le atizó fuerte, pero es lo que tienen los hombres de verdad, los hechos a sí mismos, y que desconfían de las ideologías y de los parásitos que chupan de ellas, que tienden a no creer en casi nada, salvo en una cosa, en sí mismos. Y Gonzalo es de esos y se le nota. Está encantado de llegarse a conocer y no merece creer otra cosa. No lo busquen, dudo que encuentren dos como él. 

La magnitud de “Nostalgia del Futuro” requiere adentrarse en estas conversaciones entre dos viejos amigos con profundidad, heterodoxía y muchas ganas. Aquí no hallarán un libro ligero, ni autocensuras ni límites de ningún tipo. Quien se lance a la aventura encontrará un libro que le ayudará a conocer desde una vertiente cultural gran parte de la cultura musical y vital de España en los últimos cincuenta años. Y sobre todo conocerán de primera a una de esas figuras claves de nuestro arte moderno. Don Gonzalo y Don Luis, a sus píes. Eternamente agradecidos.