Joana Serrat: “Hardcore From The Heart ‎”

Por: Albert Barrios

“Hardcore From The Heart” , el nuevo álbum de Joana Serrat, una de nuestras mejores singer-songwriters, no solo representa un cambio estilístico (más sonoro que lírico), sino que también encarna la firme voluntad de la artista de sacar al exterior un puñado de canciones (algunas de ellas paridas hace tiempo) con el objetivo de cerrar heridas abiertas y sanar vivencias desgarradoras.

En la grabación de su anterior disco en Texas, el fabuloso  “Dripping Springs”, conoció a Ted Young, que ha producido el LP junto a los dos músicos que también acompañan a Serrat en el álbum: Joey McClellan y McKenzy Smith. Para esta nueva entrega  también ha escogido Texas, pero esta vez en los estudios Redwood de Denton. Las sesiones se remontan a marzo de 2019, y la masterización a enero del 2020 : un parto dificultoso "to the max".

Empieza el disco con “Easy”, toda una declaración de intenciones. Si en aventuras anteriores apostaba por conceptos, paisajes y espacios sonoros, ahora nos encontramos con una música más directa, buscando la implicación del oyente a través de canciones más rítmicas, donde los coros "british pop" de los ochenta representan otra clara señal. Como con “Pictures”, con unas guitarras a lo Ryan Adams y unos teclados casi inéditos en su carrera que refuerzan la épica de la propuesta.

En “These Roads” muta en una Sharleen Spiteri de trazo indie con la base rítmica clásica de los Fleetwood Mac, y en “You’re With Me Everywhere I Go” los coros masculinos destacan  el lado más ochentero de su manifiesto. “Summer Never Ends” y “How To Make You Love Me” sirven como nexo con su disco anterior, con esa reverb marca de la casa, y “Demons” comienza en clave country rock, con un característico riff, para después ir sumando instrumentos y darle al conjunto un baño más pop.

“Take Me Back Where I Belong” y “Hotel Room 609” ralentizan con clase  y delicadeza el ritmo del conjunto, dos baladas de concepto clásico y resultado moderno. Cierra con “Wild Beast”, un minimalismo acústico de guitarras que la lleva de vuelta a sus principios, en clave de country y folk. Un álbum especial en la trayectoria de una artista especial, otro paso adelante que supura sensibilidad y emoción, una perfecta dicotomía de desolación y esperanza.