Kurt Baker Band: De confluencias y estrellas


Sala Fun House, Madrid. Martes, 28 de febrero del 2023.

Texto y fotografías: Skar P.D.

De todas las reencarnaciones escénicas que el hiperactivo sucesor del señor Paul Collins, como cabeza visible del power pop, que responde al nombre de Kurt Milton BakerKurt Baker para centrarnos, sin duda la Kurt Baker Band es, no solo la más adictiva escénicamente hablando, sino que, además es ese tipo de bandas en las que las sumas de talentos al servicio de una idea son sinónimos de fiabilidad absoluta. Un grupo que, a base de desparpajo, actitud, buen hacer y sobre todo calidad, son garantía absoluta de magníficos y entregados conciertos. Para esta su segunda visita a España, lejos queda la del 2012, venían con una formación de lujo porque un lujo es tener a Wyatt Funderburk y a Geoff Palmer a las guitarras y coros y a Kris "fingers" Rodgers a los teclados y coros, y si todos estos están respaldados por un batería de absoluta garantía como Zack Sprage resulta que el carismático Kurt Baker se encuentra con el mejor apoyo posible para dar rienda suelta a su hiperactividad. Además todos tienen su propia carrera en solitario o como miembros del grupo de otro o incluso produciendo, caso de Funderburk con los discos de su amigo Kurt,  lo que les hace conocerse perfectamente desde hace años y ser amigos. El power pop se disfruta más con amigos sin duda.

Con todo vendido desde hacía mucho tiempo, de hecho han programado otra cita en Madrid para el día 13, la Fun House presentaba un aspecto esplendoroso, y no es que a Kurt Baker no se le haya visto a menudo por estos lares, más bien al contrario, porque estuvo viviendo por aquí unos cuantos años antes de volver a su Portland natal, pero esta vez volvía con la Kurt Baker Band y eso, para los que han seguido mínimamente su trayectoria, son palabras mayores. 

Hay detalles que marcan un concierto y que generan la expectación idónea, como una vez que una vez repasado el escenario, enchufes, afinaciones y todas esas cosas, abandonarlo y esperar a que suenen los sonidos previstos que anuncien su aparición en escena- Así que cuando el sonido de las sala se asemejó al dial de una radio ofreciendo pequeños extractos de canciones y los ruidos propios de la búsqueda de emisoras, todos sabíamos que era el momento adecuado. Y bajaron por las escalera, que en la Fun House da paso al escenario, entre los aplausos enfervorecidos de la audiencia. Esas cosas intangibles que son un valor añadido y más en toda la escenografía que rodea al rock and roll. 

Visiblemente encantados de estar en España de nuevo, la sonrisa de Kurt Baker no dejaba lugar a dudas, acometieron un inicio con el "Sends Me To Mars" del fantástico "Play It Cool", seguida por esa oda al encuentro del power pop con el soul de la Motown que es "Don´t Steal My Heart Away", extraído de su primer disco en solitario después de los Leftovers, y que ya de entrada elevó el concierto, estribillo coreable mediante, a un punto álgido del que no se bajaría. Y el "New Direction" fue el primer tema que se encargó de dejar constancia del caldeamiento instantáneo del ambiente y también su primera incursión, le seguiría "I Like Her A Lot", en el último larga duración grabado, ese que responde al nombre de "After Party", para volver a sus inicios con "Why You Gotta Live" y la aparición estelar de Kris Rodgers haciendo sonar el teclado en modo himno a lo Tommy James & The Shondells, tal y como lo hizo en la grabación original allá por el 2011.  

Que la Kurt Baker Band es un conjunto de estrellas, puede que de un universo paralelo y finito pero estrellas al fin y al cabo, viene a cuento porque allá por la mitad del concierto, tanto Geoff Palmer con su "This Monkey" del 2021, o Kris Rodgers, con su invocación al soul del "I Can Still Feel It" de su último disco con  The Dirty Gems, que puso a bailar a todos los presentes convenientemente jaleados por un más que excitado Baker, tuvieron su parte alícuota de protagonismo absolutamente merecido. Y Wiatt Funderbuk por supuesto, tomando la voz principal para "Love Will Lead The Way", canción bonita donde las haya. A veces las estrellas no necesitan de amplios espacios, a veces las estrellas son capaces de brillar en garitos pequeños.

Y entonces fue cuando Kurt Baker dejo el bajo a sus compañeros y se convirtió en un "frontman" de los de pandereta en mano para ampliar el registro y fusionar el power pop con el brit pop y atacar con un actitud decidida el "Rock'n'Roll Star" de Oasis, y es que Kurt Baker nunca ha ocultado su afinidad con los Gallagher ni tampoco la capacidad para poner a la audiencia a dar palmas con "Can't Wait", del celebrado "Play It Cool", o moverse con soltura en las tonalidades reggae de "Good". de nuevo del "After Party". Y por supuesto para presentar en vivo dos de sus últimos singles, "Move Up", de nuevo los coros incendiarios y todo el mundo a bailar, o "Si? Si'", presentado así en castellano, lo que viene a ser el "Yeah? Yeah!" en su idioma natal. Y para cerrar otros tres pelotazos del "Brand New Beat", no en vano lo reeditó con abundantes extras coincidiendo con su décimo aniversario. Y así con "Qualified", "Partied Up" y sobre todo con esa divertida, bonita y juvenil advertencia que es "Don´t Go Falling In love" en teoría deberían haber finalizado. En vano, porque allí estaba la concurrencia absolutamente enamorada de unas melodías, y de un buen rollo que son los aditamentos básicos de un concierto de power pop llevado al éxito por una banda de mucha consistencia instrumental y escénica. 

Se supone que se deberían haber ido para volver a salir pero la ovación era tan estruendosa y las caras de felicidad tan patentes que no hacía falta, y así ante la pregunta del Baker de ¿queréis una canción más? alguien respondió a voz en grito "Telephone Operator!!'" y aunque no estaba prevista en el setlist, Geoff Palmer inició los primeros acordes y se rememoró como era de justicia a aquella banda iniciática, y tan nueva olera, que fundó Kurt Baker y que respondía al nombre de The Leftovers. Y como aquello era una fiesta nada mejor que cerrar definitivamente con "Cruel To Be Kind" para acabar de erizar la piel de una audiencia que se desgañitaba coreando el estribillo de una canción que es santo y seña de una forma imperecedera de sentir la música. Si, la palabra que describe exactamente a un concierto como el del martes en la Fun House, con una banda que se sentía como en casa y que estaba en estado de gracia, y si no lo estaba lo parecía,  con esa emoción tan intensa que se obtiene cuando uno se deja abrazar por el power pop.

La Kurt Baker Band es un grupo de sinergias, de sinergias internas y externas y por supuesto de las confluencias de ambas. Y cuando las confluencias se encuentran es hasta difícil encontrar las palabras para describirlas. Es como quedarse absorto observando a las estrellas.