Por fin ha llegado a nuestras manos el primer disco en solitario de Jaime Soriano, el que fuera vocalista de los admirados Sexy Sadie. Creo que no es necesario glosar las bondades de los mallorquines. ¿Quién no los conoce a estas alturas de la película? De ellos simplemente diremos que son una de esas escasas bandas que, aun cantando en inglés, han logrado dignificar el indie patrio. Por esta sencilla razón desde “El Giradiscos” tenías muchas ganas de ver a que sonaba el primer disco de Sr. Nadie.Personalmente creo que no lo tenía fácil Jaime Soriano a la hora de plantearse su primer disco en solitario. Salir de un gran grupo, tras muchos años de militancia, empezar de cero, adaptarse a los cambios, a las novedades, no es para nada una tarea sencilla. Ni para él, ni para nadie. Se me vienen a la memoria muchos músicos que después de lanzarse en solitario han tenido que convivir con la alargada sombra de sus bandas de origen. Ante esto poco se puede hacer. La única receta posible es lanzar al mercado trabajos que hablen por si solos, que enganchen y que puedan gustar al público. Este es uno de esos casos.
“En la Ciudad del Aire” se abre con “Ilusos en el Espacio”, una canción que inevitablemente por el título me hace pensar en David Bowie. Ya sé sabe desde “Space Oddity”, cualquier refe
rencia al espacio es propiedad del Londinense. Se trata de un tema que, sustentado en una guitarra acústica, in crescendo hasta desembocar en un magnifico estribillo. Sin duda una buena forma de ir abriendo boca. Tras ella el single de adelanto del disco “Me duele la cabeza”, en esta ocasión con Eva Amaral cómo artista invitada. Nos encanta, sinceramente. La calidez de la voz de Eva, en un perfecto medio tiempo cargado de pequeños efectos de guitarra. Sin duda alguna, uno de los grandes dúos del año. Esta preciosidad da paso a “Cómo una canción”, es curioso cómo este pequeño “blues” trae reminiscencias lejanas del gran “Get in On”, de T.Rex. Estamos hablando de otro gran tema. “Nunca Estás Solo” nos devuelve al pop, en este caso de forma minimalista. Es una canción que se te mete por dentro. Uno de esos “retratos” que con unas simples pinceladas, a modo de pequeño boceto, es capaz de transmitir emociones.Con un “Simple Salto” nos encontramos ante uno de los temas más enérgicos, directos y hedonistas de todo el disco. Esta canción unida a “Dime que No” y a “Nudos Corredizos”, de estribillo juguetón, representan uno de los momentos más directo, más cañeros de todo el disco. Tras ellos vienen los momentos más densos, más calmados.
“Mañana Por Mí”, una guitarra acústica y un “pedal steel guitar” de fondo, poco más hace falta para dotar a este tema de un ambiente de cercanía, casi de intimidad. Simple, pero efectiva. “Futuro Perfecto”, representa lo que a mí parecer es uno de los momentos más flojos de todo el disco. No estamos ante una mala canción, pero si ante un claro ejemplo de esas canciones que personalmente no me dicen gran cosa. “Neveras vacías”, es otro medio tiempo que va creciendo en intensidad a medida que avanza. Con un texto de los más crípticos de todo el disco.
Tras ella el disco recupera el pulso rockero con “No te das Cuenta”. Una canción que sin duda será de las que más se disfruten en sus directos. En “Insignificante” destacaremos la importancia inusitada que aporta al tema el juego de batería, realmente llamativo. A modo de epilogo nos encontramos con “Sé que Te Veré”. Un bonito broche final, para este trabajo. Otra pequeña joya pop que se cierre con un juego de ambientaciones.La valoración final que hacemos de “En la Ciudad del Aire” es más que positiva. Creemos que es un disco que contiene grandes canciones. Temas que con el paso del tiempo acabarán por convertirse en auténticos himnos en la discografía de Sr. Nadie. Esperemos no equivocarnos en nuestra valoración.
Por otro lado tampoco queremos dejar en el tintero una última cuestión. Este disco, supone la vuelta a los escenarios de uno de los tipos con más talento de nuestro país, por lo que, aunque sólo fuera por eso, estamos de enhorabuena. Suerte Jaime.
Texto: Javier González.
