Por: Txema Mañeru
La verdad es que ha sido todo un destello luminoso (blanco o negro) el nuevo disco de este poderoso sexteto de Rochester, Nueva York. Tengo que reconocer que no los conocía hasta la fecha, pero viniendo bajo el sello FOLC records ya sabía que me iban a gustar, sin embargo tras escucharlo repetidas veces estoy que no quepo en mí mismo. Están fuertemente influenciados por el rhythm & blues primigenio de los sesenta con espacios también para el garage-rock de la misma época y con ramalazos de potente power-pop en algunos de sus temas más redondos y pegadizos. Se formaron hace una década, aunque la mayoría de sus integrantes ya tenían una previa y amplia experiencia tocando en otras bandas neoyorquinas.Vamos que no son unos recién llegados como podrás comprobar si miras su foto en las chulas portada y contraportada del vinilo. ambas en riguroso y sobrio, pero elegante, blanco y negro. Los integrantes de la banda están convencidos de que este es su mejor trabajo y nosotros nos les vamos a llevar la contraria, aunque tienen pinta de ser muy buena gente.
A ver si los hermanos Urchaga (Los Chicos) nos los traen pronto por aquí de gira para disfrutar de un disco que comienza con el flamante tema titular. Dirigido, como muchos de sus temas, por un teclado sesentero (Chris Coon) y por un saxo tenor (Mark Bradley) muy presente que a menudo hace las veces de doble bajo llevando el ritmo, aunque en este (y otros temas) tiene también un espectacular solo. Ambos meten buenas voces (también el batería Brian Shafer) para ayudar al fantástico y fulminante cantante solista Patrick McNally, que con ese nombre seguro que tiene orígenes irlandeses y eso se nota en su forma de cantar.
Con "Begonias" llega ya el baile más brutal y salvaje. Otra vez guapo piano y ese muy presente saxo. En "Raise The Dead" se atreven hasta con toques funk en las guitarras de Phil Marshall (¡gran apellido para un guitarrista, ja,ja!). Riffs oscuros y redobles salvajes con la batería en "True Love" y fiestón para cerrar la cara A con "We’re Going Swimming, Baby!", con sus coros veloces y flamantes guitarras.
Poco más de minuto y medio para arrancar la cara B con el ritmo dislocado de "Highpoint Beat". Me encantan los preciosos lentos a lo The Troggs como "Tie It Up", con sus guapos riffs, el genial y omnipresente teclado y otro gran solo de saxo. Lo mismo se puede decir de un "Live Through It" que añade unos coros que te derriten con sendos momentos solistas para el teclista y el saxo. La romántica y contagiosa "My New Girl" tiene un pegadizo estribillo power-pop y parece una versión de un clásico de los ochenta. Finalizan a toda velocidad con un "Hit The Lights", que es puro rhythm and blues garagero y casi punk. Estribillo y eufóricos coros para berrear a gusto. Lo dicho, ojalá vinieran a presentarlo en directo, pero de momentos nos conformamos con este pedazo de vinilo.
