Amparo puso fin a su proyecto Amparanoia después de doce años recorriéndose los escenarios de medio mundo y habiendo dejado siete álbumes, recopilaciones y algunas colaboraciones. La venía bien un lavado de cara y dar rienda suelta a nuevas aventuras. Todos recordamos el gran éxito que obtuvo con su primer disco “El poder de Machín” sorprendiendo con una combinación de rumba, pop, bolero y rancheras, que dio lugar a etiquetas a esa palabra ya tan manida de “mestizaje”.Ahora, ya en solitario, Amparo Sánchez se presenta con Tucson-Habana y nos vuelve a invadir la misma ilusión que con su primer disco. Ha comentado la cantante que “Las canciones suenan como en su origen, desnudas y cálidas, íntimas y directas. Canciones desconocidas que esperan ser escuchadas y tímidamente se van presentando, una a una”. No lo podía haber definido mejor. Un álbum calmado, relajado, con tono melancólico e intimista. Una voz que te atraviesa el alma, que te crees el bolero que está llorando. Amparo en este disco desnuda sus sentimientos y vivencias personales a través de lo que mejor sabe hacer, que es cantar con el corazón y transmitir a ritmo de ranchera y bolero bañado con mucho soul. Es así como suena este disco, grabado como indica su título entre el desierto de Arizona y La Habana, y es esa mezcla el que lo hace muy especial. En este disco colaboran sus amigos de Calexico, Joey Burns y John Convertino, dando instrumentación a algunos de los temas, como por ejemplo en “Corazón de la realidad”, impregnando de esos aires fronterizos del desierto y que junto con el contrabajista Jordi Mestres dan al álbum un bonito toque de jazz acústico. También la gran Omara P
ortuondo pone la voz y el son en el la deliciosa “La parrandita de las santas” grabado en los míticos estudios EGREM de La Habana.El disco se abre con “Aquí estoy”, primera declaración de intenciones contada y cantada bajo la cadencia de las guitarras de Joey Burns. También nos podemos encontrar verdaderas joyas como “Apagón en la Habana”, una estremecedora versión de “La Gata bajo la lluvia” de Rocío Dúrcal, y “Hoy”, de lo mejor del disco. Piezas suaves y melancólicas “Mon Ami, Mon Amour” o “Desde siempre”.
Esta “evolución natural” a Amparo le ha sentado muy bien, y a bien seguro, nos seguirá aportando buenos momentos. Ahora la cantante se embarcará por una extensa gira, en la que abarcará diferentes ciudades de España –comenzando en Bilbao–, y el resto de Europa.
Por Alberto Vicente
