Madrid, sala Wurlitzer Ballroom, 21 de mayo de 2011.
La pasada noche en Madrid flotaba algo especial en el ambiente, se intuía que no era un viernes cualquiera. A pocos metros de la puerta del Sol se encuentra la sala Wurlitzer, cientos de personas deambulaban de un lado a otro, con excitación en sus rostros, con la premisa de que algo estaba pasando. Nosotros en medio de todo aquello, teníamos por delante otro tipo de manifestación, la del rock and roll lo que nos esperaba al cruzar la puerta de la calle Tres cruces.
Nada más cruzar la puerta, dejamos que la música fuera la que hiciera de hilo conductor a todo tipo de sensaciones, que sólo fuera la música y en este caso el rock de raíces la que nos depararía esos sentimientos. Nuestra sorpresa fue contemplar al grupo leonés llamado Art & Beauty, -del que tomaron el nombre del famoso cómic de Robert Crump-. El dúo formado está formado por guitarra y voz y batería, tanto por la formación como por el estilo de música era inevitable que te viniera a la cabeza combos como White Stripes o Black Keys. Pero más allá de comparaciones, decir que hasta el mismo Peter Case salió de su camerino para poder ver “in situ” lo que acontecía en el escenario, aplaudiéndoles, y haciendo gestos de admiración, para después darles la enhorabuena. Buen blues-rock para calentar el ambiente antes de la actuación del norteamericano.
A continuación ya le teníamos encima del escenario acompañado sólo de un batería. Comenzó a impartir clases magistrales de música americana de raíces, centrándose en sus discos en solitario y haciendo hincapié en su última obra “Wig¡”, inundando la sala con su blues rockoso. Peter Case se bastó y se sobró con su guitarra y percusiones para interpretar estas profundas piezas al público madrileño que escuchaba atentamente y movían sus cabezas al son de canciones como “Banks of the River” tema que abre su último disco o joyas como “Dig What You´re Putting Down” o “Ain't Got No Dough”, alternando a veces con la harmónica para terminar de rematar su recital. Hubo momentos en los que Case se quedó sólo con su guitarra acústica, siendo los más especiales para un servidor. Como cuando encaró una impresionante e intimista “Entella Hotel” de su segundo disco en solitario ya en los bises.
Acto y seguido subieron el resto de la banda que acompañan a Case por nuestro país. Ya con todos en el escenario, tocaba recordar los primeros pasos de Peter Case con grupos como The Nerves o The Plimsouls, convirtiendo la sala en una verdadera fiesta con esos himnos que la mayoría de gente que estaba ahí esperaba escuchar y disfrutar en la voz de uno de sus creadores, voz, que por cierto, sigue conservando intacta. Canciones como “A Million Miles Away” o “When You Find Out”, con un Case en estado de gracia, disfrutando esos momentos de descarga eléctrica y emocional, derrochando clase y actitud, con ganas de seguir rockeando. Este gran músico se sumó la pasada noche en Madrid a manifestarse, manifestarse como uno de los grandes del rock americano.
Texto y fotos: Alberto Vicente
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