Neil Hannon: La Divina Comedia

Expectación máxima a nuestra llegada, por enésima vez, a la sala el Sol. En esta ocasión el artista que provocó el colapso en la calle Jardines era Neil Hannon, “alma mater” de los irlandeses Divine Comedy.

Una vez abajo, nos sorprendía la sola presencia de un imponente piano de cola y una guitarra acústica. Y es que esa noche sonarían las canciones, lo clásicos de Divine Comedy sin el apoyo de la habitual banda de acompañamiento. Neil desnudaría sus canciones para adentrarnos en su versión más “crooner”, siendo capaz de acercar por momentos al público madrileño a la estética de los viejos clubs. Sin duda alguna, estábamos ante una ocasión especial, de ahí la expectación de los fans minutos antes de la entrada al recinto y también la presencia de algún que otro famoso como Sergi Arola, quién no dudo en dejar por una noche sus fogones para acudir a la cita.

Una vez en escena el norirlandés no defraudó, al hacer un set ágil y divertido. A las primeras de cambio se marcó un "Tonight we´re Fly". No tardo mucho más en tocar ese himno que es “Every Knows (Except You)”, una preciosa canción de amor, que todos los presentes coreamos con emoción. Tampoco faltó a la cita "Somethig for the Weekend", otro clásico de su repertorio. Capitulo aparte merecen las versiones que interpretó a lo largo de la actuación.

Se atrevió con una versión de los británicos The Human League, la inmortal "Don´t you Want me", tan alejada a priori de sus postulados estéticos. La interpretación pasada por la coctelera al estilo “Divine Comedy”, con un juego de voces que por momento invitaba a la carcajada, disto mucho de la potencia y calidad de la original. Y es que, aunque uno no es demasiado fan de este grupo, ni del techno-pop ochentero por extensión, debe rendirse a la evidencia de que “Don´t you Want me”, es una de esas canciones en la que cualquier versión comparada con el original, poco o nada tiene que hacer.

Tampoco tuvo reparos en versionar a Pixies, otro grupo alejado de su propuesta. En esta ocasión hizo suya "Gigantic", esta vez sí, con un mayor acierto. A la canción le sentó de maravilla su interpretación al piano. Lástima que nos quedáramos sin poder disfrutar de su versión del “There is a Light That Never Goes Out”, de The Smiths. La hemos podido escuchar pero no presenciar en directo, a riesgo de equivocarme diré que es la mejor de cuantas adaptaciones se han hecho de este tema. Tendremos que esperar a otra ocasión para disfrutarla en vivo.

Tuvo tiempo durante su actuación de estrenar una cancion nueva, esta vez apoyado en su guitarra. El tema en cuestión es "Indie Disco", no nos cabe duda de que seguro será un nuevo clásico en su discografía.

Lo cierto es que en lineas generales Neil estuvo brillante. Mostrando a partes iguales simpatía y sana ironía. Mantuvo un dialogo constante con el publico, quienes entregados no dudaron en llenar la sala. Inclusive se atrevió a pedirles un cigarrillo.
A modo de broma, comenzó a interpretar el "Ring of Fire", del añorado Johnny Cash. Estaba Neil tan integrado con el público de la capital, que no dudó en cantar el cumpleaños feliz a una asistente.

Con la promesa de un nuevo disco para el año que estamos a punto de empezar, se despidió de nuestra ciudad con "National Express", en la que confesó que siempre ha tenido dificultad a la hora de abordarla debido sus enrevesados acordes.

En definitiva, un concierto excelente que mostró la buena forma de Neil y que nos hace esperar con ansia el nuevo disco de Divine Comedy.

Texto: Javier González y Jorge Bravo Crespo “El Gurú”
Fotos: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”