The Black Keys: “El Camino”

Dan Auerbach y Patrick Carney nos enseñan “El Camino” hacia el Rock&Roll del siglo XXI, que no es otro que recuperar su esencia y mezclarlo con dosis de electrónica, música cadenciosa y rítmica y potenciación de guitarras y baterías. Todo ello claro, con un sabor genuinamente americano (pues es allí donde surgió este estilo, a través de la mezcla y evolución del blues, country, rhythm and blues…).

“El Camino” se convierte así en su séptimo álbum en apenas diez años y no engañamos a nadie si decimos que es su proyecto más esperado, pues su último trabajo, “Brother” (2010), les granjeó 3 premios Grammy (entre ellos el Mejor álbum de música alternativa), creando así un punto de inflexión en su carrera, pues industria, público y medios empezaron a centrar su atención en este dúo formado en Ohio.

Si nos ocupamos del disco, tenemos que decir que su escucha es un lujo, pues encontramos 11 cortes que proponen un acercamiento al Rock&Roll desde al menos 5 diferentes facetas: 1. La faceta rítmica (“Lonely Boy”, que además de abrir el fuego, mezcla rock y rhythm and blues, en un tema redondo y bailable, que podría ser perfectamente la entrada de audio del término rock&roll en una enciclopedia digital), 2. La faceta intimista (“Little Black Submarines”, con una guitarra acústica, bombo, pandereta y diferentes detalles de percusión que cuando nos embriaga, explota con una guitarra eléctrica puramente grunge, una atmósfera de distorsión y unos coros electro-gospel), 3. La faceta alternativa (“Gold on the ceiling” o “Hell of a season”, donde la guitarra eléctrica coge el protagonismo, con unos coros redoblados y una electrónica que se acopla perfectamente a su desarrollo, dando un resultado similar al que obtendríamos de la mezcla de Kasabian con Kings of Leon), 4. La faceta indie-folk (“Nova Baby”, donde la música se vuelve etérea y nos lleva a imaginar a unos Arcade Fire con rock en vez de folk en sus venas) y 5. La faceta pop (“Sister” o “Stop Stop” donde las estructuras son más sencillas, los coros más dulces y la electrónica más fluida, sin que ello signifique una traición a las guitarras eléctricas  y al espíritu del rock clásico).

En definitiva, estamos ante uno de los mejores discos del 2011 que dará mucho, muchísimo que hablar en el 2012 y que demuestra que la presión mediática sobre este dúo de rock se sacude a base de guitarrazos y golpes de batería. ¿Quién dijo que lo mejor del 2011 estaba ya en el mercado?

Si quieres escuchar 5 de las 11 canciones recogidas en el disco, sólo tienes que introducir tu correo, código postal y país en este widget proporcionado por la banda:



Por: Rubén López