Esta semana tenemos el placer de presentaros a uno de los artistas más admirados por
El Giradiscos, se trata nada más y nada menos que de
Javier Corcobado. Era obligado una charla con Javier sobre su pasión melómana, ya qué, su último disco
“Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad”, es un trabajo de versiones, hecho desde la admiración y respeto a algunos de los artistas que han marcado y moldeado su carrera musical. Una obra en la que homenajea a varios de sus artistas preferidos, algunos de los cuales, podréis ver más abajo en su selección.
Javier Corcobado ha concluido uno de sus álbumes más personales, donde ha tratado las canciones con especial delicadeza, realizando un gran trabajo de voces y poniendo toda su pasión en las interpretaciones desde su lado más crooner. Después de una gran obra y gira como fue
“A nadie”, ahora presentará su último disco por España y México, país donde siempre le han querido y admirado.
Javier nos abre las puertas y nos deja acercarnos al rincón favorito de su casa, ahí, cerca de su giradiscos, nos ponemos cómodos, nos servimos unas bebidas refrescantes, encendemos un cigarrillo y nos disponemos a escuchar las historias que Corcobado nos cuenta, acerca de la música que en un momento de su vida se quedó con él para siempre. Es momento de que vosotros lo disfrutéis también.
Discos:
The Velvet Underground & Nico
Aunque lo descubrí tarde, a principios de los 80, este disco me enseñó que la ternura y la violencia son compatibles en el repertorio de un grupo. Y he aplicado esa premisa durante toda mi carrera musical. En varias ocasiones he interpretado Venus in furs, pero nunca le he llegado a editar… Es una obra maestra.
Una madrugada, allá por el año 80, me hallaba acostado escuchando la radio. De pronto surgió un ritmo acelerado de caja de ritmos saturado de reverberación, acompañado de una secuencia generada por un sintetizador analógico que parecía estar defectuoso. Alguien hablaba y canturreaba por encima a la manera de Elvis Presley… como un crooner punk… Contaba la historia de un muchacho que trabajaba en una fábrica y que no tenía suficiente dinero para mantener a su esposa y a su hijo, y acaba disparándolos... De repente, unos gritos desesperados, tremendos… La canción parecía interminable… Percibí una inquietante infinitud y belleza en ella. Era Frankie teardrop de Suicide. Desde entonces se convirtieron en mi grupo favorito.
Otra sorpresa en mi juventud. Disonancia de guitarras, funk acelerado, James Brown reinterpretado por James Chance con extrema agresividad vocal y el saxo alto más salvaje que he escuchado. Lo mejor de la no wave neoyorquina.
Una delicia… para que la vida siempre fuese una cena romántica con velas frente a una chimenea. Las mejores canciones tocadas al piano por el mismo Jobim, obviando las letras… En 1990 me atreví a grabar Corcovado, acompañado del extraordinario guitarrista inglés Ollie Halshall, basándome en la versión que hizo el maestro Tom Jobim para Joao Gilberto en 1960.
Primer disco de Gainsbourg… Ésta es la época que más me agrada de él, como crooner teñido de jazz, y más tarde de rock'n'roll. La mejor es Le poinçonneur des Lilas, que abre el álbum y que me he atrevido a interpretar en mi último disco de versiones: Luna que se quiebra sobre la tiniebla de mi soledad.
Mis dos canciones predilectas de Sinatra son ésta y Rain in my heart. Son de un periodo, finales de los sesenta, en que ya había vivido muy intensamente la turbiedad y el éxito, y lo refleja en su voz y en los arreglos densos y orquestales, profundos y oscuros, con una melancolía que llega al alma. También me he permitido la licencia de incluirla en mi último disco.
Una piedra preciosa de la canción brasileña; un dúo elegante y soñador entre Caetano Veloso y Gal Costa, de una dulzura y hermosura hipnotizantes. He hecho una versión, contando con la embrujadora voz de Mariona Aupí, también para Luna que se quiebra…
Otro de mis crooners favoritos. Soy amante de muchas de sus canciones, incluidas las versiones que hizo de Jacques Brel. Está compuesta e interpretada por él y por Goran Bregovic en 1993. Aquí su voz alcanza una sabia gravedad y sigue arrastrando ese misterio y belleza que siempre tuvo.
Esta pieza de Leonard Cohen la escuché mientras estaba haciendo el servicio militar en Tenerife, un entorno muy apropiado, pues la canción habla de un soldado de la resistencia francesa que escapa de los alemanes, que han matado a su familia… Es una de mis favoritas de Leonard Cohen, junto a Dance me to the end of love y First we take Manhattan. Recientemente he grabado una versión junto a La Muñeca de Sal, una banda de Valencia que domina muy bien las explosiones lentas de sonido.
Y para finalizar, una canción muy reciente del maestro Tom Waits, que abre su último disco: Bad as me. En cuanto pinché el disco me sorprendió Chicago con esa energía y dinamismo que inmediatamente me poseyó, con esa mini sección de viento acelerada y la entrega de su magnífica voz. Tom Waits siempre ha sido inspirador para mí. El disco que más huella dejó en mí fue Rain dogs.
