Tienen desenfado, carisma y un cada vez más amplio catálogo de canciones inquebrantables como bien demuestran en su nuevo disco Juventud Infinita. Un trabajo en el que sin perder de vista las señas más reconocibles de la banda, aquellas que tienen por bandera el rock de herencia garajera y los arranques punks, los gallegos nos muestran que saben manejar una paleta estilística repleta de variedad en la que tienen cabida desde elementos más poperos hasta alguna que otra sorpresa oculta realmente inesperada.
Como fieles seguidores de su doctrina que somos desde “El Giradiscos” no podíamos dejar pasar la oportunidad de ponernos en contacto con ellos para que, tirando de la socarronería y el buen humor que siempre les caracteriza, nos contaran todos los secretos que encierra el nuevo disco de una de las grandes realidades de la música gallega.
Hace unas semanas que publicasteis “Juventud Infinita”, vuestro nuevo disco, convertidos ya en una de las grandes realidades de la música estatal. ¿Cómo habéis afrontado el proceso de composición y grabación del álbum a sabiendas de que el primer paso, el de haceros con un hueco, ya está conseguido?
N.C.: Muchas gracias por tus palabras. No tenemos la sensación de que el hueco sea nuestro ni de nadie. Tratamos de focalizar nuestro nerviosismo en hacer canciones y el hecho de que estén gustando nos pone muy contentos. Por otro lado, en cada disco hay que aportar cosas nuevas y eso es lo que hemos intentado. Queríamos dar un paso a nivel estético y estamos muy contentos con el resultado.
Por cierto, ¿Os ha pillado desprevenidos todo el revuelo generado con “Jódete y Baila”?
N.C.: ¡Siempre estamos prevenidos y alerta! Lo cierto es que nuestra percepción es que hemos ido creciendo pasito a pasito, concierto a concierto. Mucho boca a boca. Pero oye, que todavía estamos en la pubertad, tú déjanos. (Risas)
Escuchando los temas de “Juventud Infinita” uno percibe esa evolución a la que hacéis referencia en el sonido de Novedades Carminha, a través de composiciones con un punto más melódico, garajero y hasta pop. ¿A qué responde esta progresiva apertura de miras?
N.C.: No queríamos repetir lo que ya habíamos hecho, porque no seríamos capaces y hubiese sido una mierda. Necesitábamos cargar los oídos de música, pensar qué queríamos hacer y porqué y el resto es todo un proceso natural de ir haciendo las canciones. Esto es lo que nos ha salido.
Siempre sin perder de vista el espíritu punk e irreverente que asoma una y otra vez por canciones como la titular “Juventud Infinita”. ¿Hasta qué punto es importante no perder la sonrisa sumada al espíritu crítico en unos días tan difíciles como estos?
N.C.: Nuestras canciones son como nosotros mismos. No nos interesa el pesimismo en absoluto y se puede ser crítico y no estar enfadado ni volverse un cenizo oscuro de mirada torcida.
En “Tú Antes Molabas” parece que hacéis una referencia nada velada al mundillo “indie”. ¿Por qué se han convertido en objeto de vuestros ataques nuestros queridos “alternativillos”? ¿No será que últimamente alguien os ha repetido varias veces eso de “Tú Antes Molabas”?
N.C.: No atacamos a nadie, simplemente es un retrato que nosotros hacemos. Desde el cariño, lo de todo el tiempo pasado fue mejor nos parece una actitud de mierda, y no se puede ser alternativo y afirmar que desde “Silver Apples” no se volvió a hacer un buen disco de rock. A la cara nunca nos han dicho “antes molabas” porque los hubiéramos corrido a hostias.
Otra de nuestras favoritas es “Antigua pero Moderna”, un corte que parece estar dedicado a una ex novia modernilla y amante del “postureo” más frívolo.
N.C.: A nuestras novias se la suda el rock and roll. Están con nosotros porque somos gente cariñosa, las llevamos en pedaleta en la playa y las invitamos a comer cocido de vez en cuando. La “Antigua pero Moderna” es una especie que conocemos bien, nos hace gracia y nos gusta. Se merecía una canción.
Siendo sinceros dos de los ramalazos que más nos gustan del disco son los que dedicáis a antihéroes como “Vaquilla” y a vuestra tierra con “Non Quito Chandal”. ¿Sois conscientes de que acabáis de crear un enfrentamiento entre la modernidad cutre y el costumbrismo regional?
N.C.: Pues no. ¿Qué tiene Juan José Moreno Cuenca de moderno? Nos flipa el espíritu de barrio y las persecuciones de coches “a la española” de los años 70 y 80 que aparecen en las pelis de De la Loma y De la Iglesia. Y también éramos de los que en domingo llorábamos en nuestros cuartos pidiéndole a nuestras madres que por favor chándal y tenis, que los pantalones de pana con los náuticos eran muy incómodos y que no éramos señores pequeños. “Si me pones náuticos me das un Marlboro”. Todavía conservamos parte de ese neno pequeno.
Si os digo que “Fiesta Tropical” bien podría resultar de mezclar en un híbrido imposible “La Fiesta” de Ilegales, “Un Hombre en mi Nevera” de Glutamato Ye-yé y “Milagro en el Congo”, la cara B del single de “Venezia” de Hombres-G. ¿Me retiraríais la palabra?
N.C.: Pues no, porque nos molan casi todas las canciones que acabas de citar… Nosotros la vemos más como en otro contexto musical, pero es bueno que cada uno la vea desde un prisma.
Y ahora ya en serio. ¿Cuál es el secreto para facturar un disco tan aparentemente urgente y adictivo, crece a cada escucha, como repleto de burlas?
N.C.: Gracias por lo de que crece a cada escucha… Es de lo mejor que se puede decir de un disco. De verdad no tratamos de burlarnos de nada aunque a lo mejor nos acabamos por burlar de todo. Hasta de nosotros mismos.
Creo sinceramente que estamos ante uno de los grandes discos de 2014. ¿Creéis que la gente pensará que estoy loco?
N.C.: No. A nosotros nos gusta como quedó el disco. Es nuestro hijito, ¡qué te vamos a contar! (Risas)
Lo digo porque vuestra propuesta junto con la de Perro y otras cuantas bandas Pony Bravo, Guadalupe Plata, aunque quizás más alejadas de vosotros estéticamente, están logrando crear una generación nueva de grupos y discos, de apariencia desenfadada, pero que realmente entran esa categoría de música “peligrosa” que esconde mucho más mensaje del que aparenta…
N.C.: Todos los grupos que nombras nos gustan y son bandas de cojones que utilizan el humor, la crítica y tienen ese poso más desenfadado del que hablas. Lo cojonudo es que cada banda aporte su carácter y no por hablar de amor o de la situación social te conviertes en un proyecto más serio. De todos modos, aquí cada uno de su padre y de su madre, que es lo que mola.
¿Cómo lleváis el hecho de tener no solamente el favor del público y crítica, sino también de grandes mitos de la música gallega como Iván Ferreiro que dice de vosotros que “sois brutales”?
N.C.: Evidentemente es un halago y estamos muy agradecidos de que a la crítica y el público les guste tu trabajo, porque de eso vivimos, pero no nos paramos a pensar en ello demasiado. Nosotros hacemos canciones para que la gente las disfrute y si es así es que algo bien hemos hecho. Muy majo Iván. (Risas)
¿Qué planes de futuro manejáis para los próximos meses?
N.C.: Tenemos el verano repleto de festivales aquí y allá. A medio plazo queremos saltar el Atlántico y en cuanto os despistéis… ¡zas! Sacarnos otro disco de la manga. (Risas)
Y ya para terminar, decidme la verdad. ¿El siguiente disco suena más a reggaetton y bachata, no? Al estilo de la pista oculta “Atrápame Más” que habéis incluido en “Juventud Infinita”…
N.C.: No, simplemente queríamos llevar al terreno del electrolatino un clásico intocable del garaje. Por tocar las pelotas. (Más Risas)
Un abrazo y mil gracias.¡Sois muy grandes!
N.C.: ¡Gracias a ti!
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com
Fotos: Flora Navarro.
Fotos: Flora Navarro.
