Mister Marshall. El arte de hacerlo memorable.

Teatro del Barrio, Madrid, jueves 5 de marzo de 2015

Allí, en el barrio de Lavapiés, una sala maquillada con una escenografía sencillamente magnífica, auguraba que lo que se iba a vivir allí no iba a ser un concierto cualquiera más. Ramas y hojas secas se mezclaban con los instrumentos sobre el escenario en que la banda de Javier Vidal defendería los temas de los tres actos que conforman el nuevo trabajo de Mister Marshall. Un auténtico placer sensitivo disfrutar de un concierto tan cuidado en todos y cada uno de los aspectos.

Sobre las tablas una banda bien avenida que disfrutaba con cada uno de los temas y que se crecían cuando se daban cuenta de que no eran los únicos, que el público estaba quedando realmente satisfecho. Decía Javier en una entrevista que la banda suena mucho más ruidosa en directo, bendito ruido oiga. El intento de recrear los ambientes o atmósferas de los actos que componen este nuevo trabajo era una tarea complicada pero que sin lugar a dudas se consiguió a la perfección.

Hasta siete personas se subieron a las tablas haciendo que los temas de estos tres actos cobrasen vida y formaran parte de los que estábamos dispuestos a disfrutar con el saber hacer de Mister Marshall. La energía de Virgen de las flores o Sombras en el mar y la fragilidad de Junto a los campos de trigo fueron sin duda algunos de los momentos a destacar del concierto, donde también hubo cabida para alguno de los cortes de su álbum debut que tampoco tiene desperdicio.

El tiempo parecía haberse detenido, fuera el mundo se había parado y lo realmente importante estaba sucediendo en esa sala. Cuando un proyecto sorprende y te cautiva de verdad, deseas que llegue su presentación en directo, la prueba de fuego, y esté a la altura y no te defraude. Y en contadas ocasiones te topas con que no sólo no te ha decepcionado, sino que además supera tus expectativas con creces dejándote completamente boquiabierto sin nada que decir. Fuimos unos privilegiados, disfrutamos de un concierto inolvidable.

Carlos Fernández

Fotos: Gema Temprano