Entrevista: La Bien Querida

“Quiero hacer lo que quiero, no lo que los demás esperan de mí” 

Por: Lorena España
Fotografía: Pablo Zamora

Un nuevo trabajo de La Bien Querida es siempre una buena noticia. Y, tras escuchar el recién salido del horno (6 de octubre) “Fuego”, esta opinión queda bien corroborada. Libertad, autodeterminación, deseo y amor a lo largo de 11 canciones luminosas pero en las que también se cuelan sombras (muy) oscuras probablemente porque, en palabras de ella, “me gustan los sonidos oscuros y un poco siniestros, no lo puedo evitar”.

Charlamos con Ana sobre este ardiente “Fuego”, un disco con el que ella ha “intentado ver las cosas de forma positiva” y siempre a su manera: “Voy a tomar el camino equivocado / Voy a salirme de la trayectoria / Voy a meterme en líos, jugar con fuego / incumplir las normas” es lo primero que su sugerente voz nos canta. Porque qué bien sienta a veces salirse del camino prefijado.

Cada disco nuevo de La Bien Querida es una sorpresa total. Antes de darle al play uno nunca sabe lo que va a encontrar. ¿Este “factor sorpresa” es deliberado o es que realmente el cuerpo te pide ir haciendo cosas nuevas?

Ana: Uno intenta sobre todo gustarse para poder gustar a los demás, sorprenderse para poder sorprender y, ante todo, para no aburrirte de ti mismo y aburrir a los demás. Mi forma de componer es siempre la misma: lo hago sola con mi guitarra y le suelo pasar a David alguna referencia de canciones que me han inspirado o gustado mientras hacía esta o esa canción para que se inspire en los arreglos.

Este “Fuego” arde por todos lados: “Cuando me miras así me estoy derritiendo”, “atracción total”, “un rayo de luz trepando en mi deseo / Creo que te deseo desde que te vi”, “No sé qué me pasa contigo / enciendes la llama del amor que hay en mi corazón”… ¿El amor es “fuego”? Y hablando de fuegos… ¿es el amor lo que más te inspira a la hora de componer? 

Ana: Hay muchos tipos de amor pero ¿quién puede resistirse al hechizo de un amor apasionado? A veces escribo sobre fantasías y luego se hacen realidad o no….Supongo que todas tienen algo de mí porque, aunque sean fantasía, son mías. ¿Sabes una cosa? La máxima intensidad del amor erótico se produce justo antes de que el deseo logre su objetivo (risas). De esto habla también el disco, sí. Y sí, el amor es lo que más me inspira a la hora de hacer canciones, es como mi tema y me gusta estar encasillada en él pero ya te digo que no significa que todo me haya pasado o lo haya sentido literal… Las canciones tienen muchos rincones, a veces compongo una canción pensando en una cosa y luego pasa el tiempo y por las circunstancias que sean la siento de otra forma, la canto pensando en otra cosa… Si esto me pasa a mí que la he escrito, imagínate los rincones que puede tener una canción. Hay sitio para todos y cada uno nos identificamos con las canciones de manera diferente.

A la hora de charlar sobre “Fuego”, hablas de “autorrealización”, “vida”, “placer”, “libertad”, “ver el vaso medio lleno”... De hecho, “El lado bueno” (Y descubrir contigo / el lado bueno de las cosas) es el optimista título de uno de los cortes más vitalistas del disco (y el cual tiene toda la pinta de convertirse en himno en tus conciertos). ¿Es “Fuego” un disco feliz? 

Ana: Es un disco que no sé si es feliz pero yo he intentado ver las cosas de forma positiva, de que el punto de vista no sea el negativo que muchas veces sin querer todos tenemos por defecto. Lo digo sobre todo a la hora de afrontar las composiciones de las canciones. El disco también empieza con “Dinamita”, que es toda una declaración de intenciones de que no quiero hacer lo que los demás esperan de mí, sino de hacer lo que uno quiere.

Sí, el disco ya desde el principio va fuerte, con esa poderosa “Dinamita” en la que afirmas: “Siento como si toda mi vida me hubiera estado conduciendo a este preciso momento”. ¿A qué momento (si puede saberse)?

Ana: Sí. Como te he dicho, esta canción era importante que estuviera la primera porque es una especie de declaración de intenciones de lo que te vas a encontrar. Ese preciso momento es este mismo que estoy viviendo ahora y no el que vivía cuando la escribí… Qué curioso, es lo que te contaba.

Dices que este disco habla del deseo pero aclaras: “de un deseo que no es oscuro ni confuso, sino luminoso y claro”. ¿Por qué esta aclaración? 

Ana: Aclaré este dato para recalcar la dirección del disco. En mis otros discos había pasajes oscuros, negativos y vengativos como, por ejemplo, el “Nocturnidad” (2015) y la verdad es que la muerte de mi padre me hizo recapacitar y querer hacer un disco luminoso. Mi premisa siempre es la de intentar hacer canciones bonitas con alguna frase muy chula pero este, además de eso, quería que fuera luminoso y reconciliador. Nada de mal rollo en general. Aunque luego sí que hay algún pasaje oscurito como: “Peor que las demás”, “La pieza que me falta” o “Lo veo posible”… Bueno, eso es por defecto, es la otra cara del fuego.

Es un disco muy variado, en cuanto a producción. ¿”Fuego” es más “Fiesta” (2011) que “Premeditación, nocturnidad y alevosía” (2015)? 

Ana: Sí, es que yo no soy un grupo como pueden ser Los Planetas o Los Punsetes que quedan, ensayan y tal y tienen su sonido… Yo hago mis canciones y luego David me hace los arreglos pero podría hacerme los arreglos cualquier otro… Eso sí, el talento que tiene David no lo tienen muchos en este país. Es muy bueno arreglando canciones, siempre se le ocurre algo guay y mejora las mías. Así que afronta las canciones por separado, que cada canción sea única y tenga su sonido… Supongo que este disco es eso, un disco de canciones. Pero bueno, tampoco nos vamos a flipar que al final es mi voz siempre y el rollo es el mismo. En el “Premeditación, Nocturnidad y Alevosía” ya la forma en la que lo saqué, a modo de maxis de 4 canciones cada uno, y el propio título me hicieron planteármelo como algo más conceptual.

Para la adictiva “7 días juntos” (dueto con Joan Miquel Oliver) habéis filmado un igualmente adictivo videoclip en el que bailas una coreografía con mucho rollo, ¿te gusta todo esto (videoclips, coreografías, promoción, vestuario…) o son efectos colaterales de sacar tu música a la luz en forma de disco? 

Ana: Bueno, no es que me mole mucho salir en los videoclips porque siempre me veo horrible y nunca me gusto pero el de mi sello discográfico siempre me dice que si no salgo yo a la gente no le mola tanto… así que bueno, salgo. Y Juanma Carrillo me saca bien, me puedo fiar de él. A él se le ocurrió lo de la coreografía y entonces le dije que quería que fuera contenida, como el vídeo de “Losing you” de Solange, porque no me veía dando saltos y tal…y así fue. Quedó fresco. Nada que ver con los vídeos de la trilogía del disco anterior que, personalmente, me gustan más. Son más misteriosos, tienen más rincones… pero bueno, para este disco queríamos otra cosa. La promoción es un poco rollo a veces….Cuando hago entrevistas en persona o por teléfono me mosqueo mucho porque justo ponen unos titulares que me dan como vergüenza ajena y digo: “Madre mía, si dije esto… no me expresé bien, no me explico bien, no nos hemos entendido….”. Claro, no me conocen de nada. Supongo que es normal. El otro día, sin ir más lejos, me dice una periodista: “Háblame del machismo y tal en la música” y entonces le dije que no quería basar mi discurso en el machismo y el feminismo porque yo quiero que la gente escuche las canciones del disco, que hablo de sentimientos que son muy importantes también… Y creo que hago mi labor social, que tenemos más pudor en decir lo que sentimos que en opinar sin tener ni idea de mil temas. Bueno, así que de coña dije que a los promotores de conciertos les debía de gustar mucho el olor a macho porque el tanto por ciento de tías en los carteles de los festivales es como del 15%. De risa. En fin, que mira que le dije que no quería basar mi discurso en ese tema y lo pone de titular. Sí, hay machismo. Oye, que también hay mucha tía machista…

Entonces, hablando de todo esto, ¿tú sientes que lo has tenido más difícil por ser mujer? ¿Qué opinión te merece el, en plena ebullición, “caso Weinstein”? 

Ana: Vivimos en una sociedad muy machista pero, poco a poco, estamos algunos y algunas tomando conciencia de ello e intentando cambiarlo. Nunca he trabajado para nadie más que para mí y no he tenido que soportar a ningún jefazo con la testosterona hirviendo pero puedo ponerme en la piel de estas actrices que por su juventud, situación personal, miedo a perder el trabajo, que arruinen sus sueños y sus carreras... han tenido que aguantar el acoso de un asqueroso. Me parece bien que lo cuenten. “¡Y ahora!”, dicen algunos…Pues sí, nunca es tarde. Sí que tuve una situación de acoso bestial una vez cuando era muy joven pero como no tiene que ver con este caso no viene a cuento contarlo. Es muy desagradable, no se olvida. Las tías no queremos ser floreros ni princesas, queremos ser personas y cumplir nuestros sueños o ilusiones personales y profesionales y sentirnos útiles y realizadas como cualquier ser humano. Luego la felicidad es otra batalla... (risas).

Volviendo a “Fuego”… ¿Crees que los sonidos latinos presentes en algunos momentos del disco, de los cuales ya te has valido en tu música más de una vez y con maravillosos resultados, harán enarcar la ceja a los oyentes más “puristas” (por no decir snobs)?

Ana: Bah, en ese sentido estoy curada de espanto. Siempre he hecho lo que he querido y sé que a los muy indies les molesta. Pero no creas, ahora no es como en los 90 cuando los que escuchábamos música indie éramos súper cerrados, y yo la primera, que no pasaba una. Pero ahora la gente es mucho más abierta en todos los aspectos de la vida y qué bien. Hace años, si decías que te molaba Rocío Jurado a los puristas del indie se les hubieran puesto los pelos como escarpias y mira ahora, todo mola y todo está bien.

De hecho, “Peor que las demás” evoca influencias de Depeche Mode, “Permanentemente” (ya una de las favoritas de los oyentes, según esa Biblia musical moderna que es Spotify) a Family, “Recompensarte” recuerda, y está (en propias palabras tuyas), inspirada en The Jesus & Mary Chain… pero también evoca, y mucho, a María Jiménez. Curiosa mezcla, ¿no? 

Ana: Sí, es que la de “Recompensarte”, cuando David dijo que molaría hacerla rumba, a mí enseguida me vino a la cabeza María Jiménez y me parecía guay, me hacía gracia. Por cierto, tengo una versión de “Recompensarte” producida por Aaron Rux, muy chula, que está por la red, creo que en Apple Store, es la canción 12. Al final, se quedó la rumba porque le quitaba dramatismo a la canción y tal y quedaba fresca… ”Peor que las demás” es de mis favoritas en cuanto a producción, me gustan los sonidos oscuros y un poco siniestros, no lo puedo evitar, pero no quería que se me fuera el disco por ahí.

Hemos hablado de “Recompensarte”, esa rumba tan divertida, en la que participan Muchachito y J (Los Planetas). A J lo conoces desde hace mucho y, de hecho, has colaborado en algunos de sus discos. ¿Era este el momento, y no antes, de que hiciera él lo propio contigo? 

Ana: Si, en el primer disco también tenía un dueto, “ADN”, pero la verdad es que no quise que la cantara él, que lo pensé, y se lo dije a Joe Crepúsculo que estaba empezando como yo, para que la gente no dijera: “Mira esta como se aprovecha de su amigo J”, que, por cierto, si fuera tío no hubiera pasado nada... En fin, lo podía haber hecho pero quería hacerme un huequito en la música con mis méritos.

Y lo has conseguido. Por cierto ¿el último disco es siempre el mejor? 

Ana: El mejor será el siguiente.