Marianne Faithfull: "Negative Capability"

Por: Oky Aguirre 

50 años después del nacimiento del "Astral Weeks" aún nos estamos preguntando quién es "Madame George", aquella hermosura de canción que según el irlandés "es sólo un monólogo interior, como "Cyprus Avenue"… simplemente salió. Es básicamente sobre un sentimiento espiritual; en lo que respecta a su significado, es tan desconcertante para mí como para cualquier otro. No tengo una pista sobre lo que es esa canción o quien pudo haber sido Madame George". A partir de ahí, y como una canción es un mundo, cada uno puede dar rienda suelta a sus satisfacciones, convirtiendo a la Faithfull en esa misteriosa "Madame", siendo así la protagonista de nuestros sueños musicales, que para mi se hicieron realidad cuando ella misma la interpretó, allá por 1994, en el delicioso "Idiots Delight". 

Recuerdo con cierta frialdad su anterior disco "Easy come, easy go" -reafirmada después de un refresco- junto a Cave, Rufus, Keith o Antony y desaprovechando una gran oportunidad, como faltos de espíritu, de duende; con desidia. Pero eso fue hace diez años. Otra cosa es lo que alumbra "Negative Capability", portada luminosa, con Marianne con el bastón de mando, como los patriarcas gitanos; mandando, saliendo de esa imagen de oscuridad que siempre la ha acompañado, tanto con su voz como en sus actos.

Con violines nos recibe nuestra "Sister Morphine", como pidiendo perdón por el paso de los años, con su claro humor británico: "Malentendido es mi nombre; lo que no soy es un juego" comienza cantando en "Misunderstanding", con cuya voz sabe nos estremece; suave y quebrada, pausada y sufriente, con ese aura de esperanza que transmiten la melancolía de sus palabras, perfectamente ensambladas en unas preciosas armonías que con “The Gipsy and Fairy Queen” se hacen celestiales, haciéndonos soñar con tiempos de panderetas y guitarras acústicas crecientes y pianos sublimes adornados con voces estremecedoras, como la de un Nick Cave al que se le siente tiritar. Como tú cuando escuches este "As Tears Goes By", recién producido, fuera de tu visión más allá de M80, donde percibirás lo que esta "baronesa" del rock te quiere decir: "cuidadito, que esta canción es mía; os la regalo a mi manera".

Hay temas como "In My Own Particular Way", "Born to Live", "Loneliest Person" o "Witches Song" no aptos para "millenials", pero deliciosas para "viejóvenes", agrandando aún más la devoción hacia esta abuela que ha desempeñado una labor fundamental en la historia del rock -sobre todo permaneciendo viva para contárnoslo- con temas tan explosivos como “"They Come At Night", con guitarras y su voz, esta vez, furiosa, o revisitando el dylaniano poema de un Nobel "It´s All Over Now, Baby Blue", regocijándose en lo que ella sabe que significa: La Musa del Rock. Y si tienes dudas, acaba el disco con "No Moon in París", ciudad donde enterraron a Jim Morrison, aquélla fatídica noche en la que sólo unas pocas personas saben lo que ocurrió; entre ellas Marianne Faithfull.