Bette Smith: “The Good The Bad And The Bette”




Por:Txema Mañeru

¡Vaya pedazo de disco se ha cascado la Bette Smith! Se consagra así como una de las más potentes cantantes del panorama soul y rock actual. No me extraña que haya quienes hablen de Tina Turner, Ann Peebles o Macy Gray al referisrse a ella. Yo también la veo como una fuerte oponente al trono de la música negra actual para Yola o Brittany Howard (ex Alabama Shakes).

La verdad es que no conocía su debut de hace tres años, pero ya ardo en deseos de escuchar también ese “Jetlagger” porque estoy flipando con el actual “The Good The Bad And The Bette” (Ruf Records / Karonte), que juega con el título de la película de Clint Eastwood. Desafía ya desde la portada con ese pelo afro de los años 70 y ese guapo perro peinado como ella. Además demuestra que no solo de blues vive el poderoso sello alemán Ruf Records. Bien es cierto que ese es su estilo predominante, y no hay más que hacer caso a algunas de sus últimas y destacadas novedades, como la guitarrista croata Vanja Sky, Victor Wainwright And The Train o la delicia, que ya se sale algo de la norma, “Abandon Ship” de The Ragtime Rumours con su rag-blues y rag&roll. Pero si te pasas por www.rufrecords.de, comprobarás que también tienen otras propuestas que se mueven por derroteros soul como Cyril Neville o el gran Big Daddy Wilson, que ya pasaron por las páginas de El Giradiscos.

Pero ahora es el turno de uno de los mejores discos de soul-rock del presente año. Con mucha inteligencia Bette repite con muchos de los participantes en el primer álbum. Dicho debut llevó la cruda producción del genial y rompedor Jimbo Mathus, quien ahora está presente con su órgano y le cede los botones a Matt Patton (Drive-By Truckers) y Bronson Tew. Entre los 8 guitarristas que toman parte en el trabajo destaca, incluso por encima de Mathus, el gran Luther Dickinson (The Black Crowes, North Mississippi Allstars). Eric Carlton (The Crusaders) se encarga del piano y Henry Westmoreland (Squirrel Nut Zippers) del órgano. Junto a todo ello, en los trabajados coros a los productores les acompaña el líder de Drive-By Truckers, Patterson Hood. ¡Vaya plantel!

Pero todo esto no significaría nada si no hubiera buenas canciones, y vaya si las hay. Comenzando por otro giño a Clint con el "Fistfull Of Dollars", de Lonnie Tohmas Shields Jr. ¡Poderío vocal, vientos brutales e incendiarios punteos de puro rock-soul. Bette compone el genial y tórrido lento soul a lo Macy Gray, "Whistle Stop". "I’m A Sinner" es poderoso y pecador rock’n’roll guitarrero sin tregua. Los punteos solistas se hacen más salvajes aún en la despiadada "I Felt It Too", que tira por derroteros del más desafiante rhythm and blues.

La cara B se abre con un muy humano "Human", de exquisitos coros y teclados que dan un aire a rock ácido psicodélico. En "Pine Belt Blues" casi se acercan al rock duro y crudo y las guitarras vuelven a echar humo. No sé quién tocará en cada tema pero no sobra nadie en el barco. Buena versión soul con el "Everybody Needs Love" de Edward Craig Hinton y su buen estribillo. Sacará su lado más góspel en el final con "Don’t Skip Out On Me", compuesta por Willy C.Vlautin (Richmond Fontaine). Un tema que comienza con acústica y la voz de Bette, pero luego aparece el solo de trompeta que recuerda una vez más al recientemente fallecido Ennio Morricone. No sé si le gustará más Ennio o Clint, pero los dos gozarían con este disco. ¡De lo mejor que escucharás este año en su estilo!