Lake Street Dive: “Obviously”


Por: Skar P.D.

Obviously es la primera palabra de la primera canción del homónimo y último álbum de una de esas bandas que se sienten cómodas siendo el tesoro escondido, y por ello no contado, de aquellos para los que la música, en principio, se desarrolla con más vigor en compartimentos secretos. O no tan secretos, pero sí, no ampliamente divulgados. Claro que esto se contradice con los millones de visualizaciones de sus impagables covers que entre bromas y veras suelen soltar de vez en cuando. Ahí están sus versiones del "I Want You Back" de Jackson 5 o la recreación minimalista y desnuda del "Bohemian Rhapsody". "Obiously" también es el nombre del último trabajo de una banda formada hace más de quince años por cuatro estudiantes del conservatorio de música de Boston

Ahora ya son cinco, además de Rachael Price (voz), Mike Olson (guitarra/trompeta), Mike Calabrese (batería) y Bridget Kearny (contrabajo) en este su séptimo trabajo de estudio se les ha añadido, como miembro de pleno derecho, el teclista Akie Bermiss. Para una banda de absoluta formación clásica la adopción de los sonidos producidos por los teclados, más allá de los habituales arreglos, no hacen sino reforzar todos los aromas que destilan con su música que otra cosa no, pero elegantes son un rato. No son sonidos sorprendentes, más bien todo lo contrario, pero su eclecticismo para navegar entre las olas que van desde el soul al jazz, o del swing al R&B, y su alta capacitación como instrumentistas, o sea como músicos, dotan a Lake Street Dive de sólidos argumentos para dejarse llevar a salas donde quizás la cerveza no sea la bebida al uso. Lake Street Dive son un grupo de cocktails en salas casi exclusivas para adultos con cierta habilidad para admirar las sofisticadas composiciones que desarrollan en su labor. Lake Street Dive hacen en definitiva pop moderno para adultos. 

"Hypothetical" te recuerda de primeras al pop femenino que se desarrolló a primeros de los setenta y que tenían un referente blanco en la figura de Carole King y de los aromas soul emanados de otras figuras de piel más oscura pero igual de distinguidas. La distinción no está reñida con la denuncia, de esa denuncia que te puede decir las cosas a la cara sin necesidad de gritar, y los aromas del encuentro entre el country, el soul y el funk que destila "Hush Money" son el marco adecuado y solo hace falta que la entonación sea en serio para que sea creíble: "Crees que el silencio es algo que se puede comprar y vender".

Rachael Price es una cantante de voz aterciopelada, por eso no es extraño que en esa balada clásica acerca de la conservación del amor que es "Same Old News" se vean referencias incuestionables a Sade, todo ello antes de que el dueto que hace con Akie Bermiss la transformen en una de esas baladas chico/chica que pusieron de moda los cantantes de la Motown, o Stevie Wonder, vaya. La parte femenina de la banda cobra relevancia en "Being a Woman", compuesta por la bajista Bridget Kearney que cada vez avanza más en su faceta compositora, y se muestra a la manera en la que las cantantes negras de blues expresaban sus reivindicaciones y despertaban la conciencia social: "Ser mujer es un trabajo a tiempo completo". El resultado es una exquisita canción de esas que parecen que te cantan al oído en un día tranquilo y relajado y aun así te dejan un poso rebelde.

"Making Do" suena más pop y por momentos tiene sonidos cercanos a los que ya Martha Davis y sus Motels nos enseñaban tiempo ha, pero eso no es óbice para que actualicen el mensaje de denuncia ecologista preguntándose qué clase de mundo vamos a dejar a las futuras generaciones, todo ello barnizado con cierta ironía que puede que le quite dramatismo al mensaje, pero no contundencia. Qué mejor que desearles Feliz Navidad.

La balada por excelencia es la poderosa "Nobody's Stopping You", otra vez con la composición de la contrabajista, que está en un momento de madurez absoluta, y en la que la voz de la Price se muestra descarada y tierna a la vez alentando a la necesaria visualización femenina. Un divertimento en música y letra es la jovial "Know That I Know" con los toques soft funkys de guitarra aleteando en segundo plano y la certeza derivada de una declaración de amor de lo más convincente: "Sabes que soy Dee Dee Ramone, y tú eres punk rock". Amor verdadero.

Aromas cabareteros en la apertura de "Lackluster Lover" antes que la chulería de la voz te centre y, ya puestos, te deje las cosas claras: "Podrías decirme que me amas y no me importaría una mierda”. Por si no ha quedado claro la personalidad de las féminas de la banda. 

La personalidad y la influencia del nuevo miembro de la banda hacen que en gran parte del disco la autoría compositiva recaiga sobre él y se hace perceptible en la potenciación del soul más refinado y así se muestra en "Anymore", con mención especial a la trompeta de Mike Olson que a pesar de la breve aparición es el condimento definitivo para redondear esta constatación de que el amor se ha acabado. El soul más cercano al góspel se muestra en "Feels Like the Last Time" que a veces parece respirar a través de los coros cercanos al doo woop. Voz y coros casi a capella en "Sarah" que suena seria e introspectiva como si tuviera las voces entre algodones. Lake Street Dive son una banda seria. Para cerrar una revisión de "Hypothetical", de la parte más funky para ser exactos, que hace que los toques sutiles de clase y distinción que desprende la música contenida en este "Obviously" se te queden impregnados.

"Obviously" ha sido producido por Mike Elizondo (Eminem, Fiona Apple), o sea, un productor de larga y fructífera carrera y que su conocimiento de los vericuetos por los que transcurre la música de Lake Street Dive ha dotado de los suficientes destellos a las canciones como para modernizar el clasicismo de las canciones. Entiéndase clasicismo como conocimiento de los cánones rítmicos y patrones estilísticos que adornan el soft rock en sus confluencias con el soul y el funk lo que le da un plus de calidad a las canciones que ya de por si muestran una progresión evidente en la faceta compositora de la banda.

Lake Street Dive parecen atravesar por un momento de madurez, de la que se ha beneficiado este "Obviously", ecléctico en su concepción y brillante en su plasmación escénica. Elegante y maduro para una banda que en la actualidad es fiel reflejo de la música que ofrece. Aún así queda la intuición de que pueden alcanzar cotas más altas de sofisticación y brillantez. "Obviamente, estamos al comienzo de algo" es la línea de apertura de un disco en el que parece que Lake Street Dive están en condiciones de afrontar una sutil y eficaz evolución en cuanto eliminen cierta sensación de monotonía enmascarada en la calidad de todas y cada una de las notas ofrecidas.