Los Mambo Jambo: "Exotic Rendezvous"

 
Por: J.J. Caballero

La versatilidad y la diversificación de proyectos en un músico son siempre símbolo de valía. Dani Nel.lo, el motor de estos Mambo Jambo, es uno de esos ejemplos en los que se agrupa talento, capacidad de trabajo y sobre todo buen gusto. En la quinta entrega de la banda instrumental más interesante de cuantas giran por suelo patrio vuelve a volcar su perfecta asimilación de sonidos clásicos, históricamente básicos para entender la evolución de todos los afluentes de aquello llamado rock and roll. Produce y compone el grueso de “Exotic rendezvous”, un disco que cuenta con excelentes retazos de estilos de cabecera hace medio siglo, que siguen significando mucho en la era de las descargas digitales. Si eso es un signo de autenticidad o no, pueden explicarlo la carga rockabilly de “Rastro de carmín”, el esqueleto swing de “¡Viva sapo!” o el surf refrescante de “Baraba cumbero”. La guitarra versátil de Dani Baraldés, una auténtica apisonadora de riffs y arpegios inclasificables, tiene mucho que decir en los arreglos de unas composiciones rabiosas, abiertas a otros aires sin salirse de unas pautas que son ya marca de fábrica.

Si hablamos de exhibiciones instrumentales, pocas como la que suena en “Contra las cuerdas”, pero como el sello es lo que importa, ahí está, omnipresente, el saxo de Nel.lo en el tema titular o ese homenaje honesto a “Dizzy” (Gillespie, of course), en la que demuestra que también puede tocar sin el menor complejo en una banda de jazz de altura. El propio Carlos Zanón, en la espléndida nota de presentación del disco, afirma que los resquemores que podría suscitar en cualquier oyente no familiarizado con la música sin letra quedan anulados con argumentos tan rotundos como el virtuosismo. Así es, que no quepa la menor duda. No hay mejor receta contra el conformismo sonoro que una inyección de adrenalina como la que nos recetan en “Cola de caimán” o una buena cabalgada rhythm and blues como “El gran ciclón”. Pero hay mucho más en el fondo de armario de los Mambo Jambo. Una especie de predilección nada disimulada hacia la música exótica, latina para ser exactos, como demuestran en la fabulosa “Después de medianoche”, y un constante sexto sentido para seguir sorprendiendo sin salirse del guión, haciendo una canción de tempo más lento pero con la intensidad suficiente para cerrar el álbum, una “Luna caliente” que es justo eso, el regulador térmico ideal para que la música suene justo cuando tiene que sonar.

Parece que necesitamos más grupos como este y muchos más discos en los que no necesitemos palabras para expresar lo que nunca podremos expresar si las usamos. Incluso pinchando cualquiera de estos cortes al azar, en el modo aleatorio que hoy degrada el concepto de álbum, podremos encontrar siempre una buena razón para brindar por el excelente estado de salud de la música hecha en España. Le pese a quien le pese.