Entrevista: Soleá Morente


“El disco está hecho con un material sagrado como es la relación de amor de mis padres, una metáfora literaria y romántica” 

Por: Javier González 

Visto con cierta perspectiva Soleá Morente ha ido subiendo escalones de forma progresiva en su carrera, sin prisa y con mucha calma, sabiendo rodearse de gente experimentada en cada proyecto, esperando su momento, para que su nombre fuera siempre ligado a trabajos de calidad; los mismos han seguido un cierto eje común partiendo del flamenco, aunque oscilante, ya que siempre la mostraron abierta a explorar universos como el pop y la electrónica hasta encontrarse preparada para lanzarse a un vacío que creo comienza a dominar con este “Aurora y Enrique”. 

De sentido título, pues la granadina parte de la bonita historia de amor que según nos comenta le dio una “infancia de lo más feliz”, para escribir un conjunto de canciones sobrecogedoras, emocionales y plenas que sabidas llevar con acierto junto a las sabias manos de Manuel Cabezalí, nos hablan de sensaciones internas, universales y a la vez personales como aceptar el adiós definitivo, la ausencia, el amor, el respeto y en definitiva la vida facturando uno de los álbumes del año que confirman a las pequeña de las Morente como esa sultana del Albaicín digna heredera de un maestro que seguirá observándola orgulloso desde algún punto del universo. 

Soleá nos atiende con la simpatía y franqueza que le caracteriza para hablar de un trabajo al que solamente podemos calificar de bien bonito. 

¿Qué tal, Soleá? ¿Cómo ha ido este tiempo tan raro donde la música ha tenido que sobrevivir? 

Soleá: Estoy contenta con la salida del disco, con los mensajes tan bonitos que estoy recibiendo por parte de la gente. El resto del tiempo lo he pasado aprendiendo a sobrevivir ante tantas circunstancias nuevas, igual que todo el mundo, algo que no es poca cosa. 

A “Lo que te Falta” le sucede “Aurora y Enrique”, imagino que condicionado por tener tanto tiempo libre que habrás dedicado a la creación. ¿Estamos en lo cierto? 

Soleá: Así es. La circunstancia tuvo algo positivo para mí. Llegó un momento en que decidí dejar de comerme la cabeza tanto por todo lo que estaba ocurriendo y decidí pasar unos ratos al día haciendo algo productivo y creativo. Me puse a escribir y componer y nació este disco. 

Desde el título se intuyen dos cosas, la primera un claro homenaje a las figuras de tu madre y tu padre. 

Soleá: Es un claro homenaje en gran parte a mis padres, ahí están, en primera plana en la portada. 

“Ha sucedido algo especial en mi carrera y en mi persona con este álbum” 

Y por otro lado se nota que desde el comienzo estamos ante “tu disco”: el más personal, el más tuyo, en el que tomas las riendas definitivamente de casi todo lo importante. 

Soleá: La verdad que es un disco que es un punto de inflexión en mi carrera. Todos mis trabajos son importantes para mí, me he ido construyendo como artista y persona a través de ellos. En este caso es especial, ya que lo cree en unas circunstancias concretas. También es la primera vez que compongo y escribo sola entera el trabajo, con la ayuda de Manuel Cabezalí, Nieves Lázaro y Juanma Padilla, que terminaron de dar forma conmigo a las canciones que les traje, también lo he grabado con ellos. Sí que para mí es un punto de partida o inflexión, no sé cómo llamarlo, pero sí que ha sucedido algo especial en mi carrera y en mi persona con este álbum. 

Formalmente hablaría de que “Lo que te Falta” es un trabajo mucho más pop y rumboso, aquí hay canciones muy directas, pero quizás un tono menos festivo que habla de un trabajo escrito más de dentro hacia afuera. ¿Lo ves así? 

Soleá: Creo que es una buena reflexión decir que está hecho de dentro a fuera. A veces lo defino como proactivo mientras que el anterior era más reactivo. En “Lo que te Falta” había otros temas y metáforas, otro estado mental y discurso. Era otro momento de mi vida. Este refleja que está cantado de dentro hacia afuera. Está hecho con un material sagrado como es la relación de amor de mis padres como metáfora literaria y romántica. 

¿Cómo valorarías la aportación de Manuel Cabezalí? 

Soleá: La principal aportación es ser fundamental. Le ha dado unidad a la idea original que quizás tenía yo, con esas influencias y las playlist que le mandaba. Recuerdo que le hablaba de cosas abstractas y él ha creado un sonido repleto de unidad, dándole un sonido nuevo y perfecto para llegar al objetivo. Estoy muy agradecida, le admiro profundamente y encontrarme con él en el camino ha sido algo importante en mi vida. 

“Quería mostrar cosas necesarias en este momento: Entendimiento, dignidad, respeto y diálogo” 

El disco por su título, podría parecer conceptual, sin embargo, me resisto a darle tal nombre, puesto que hay canciones que rompen esa dinámica. ¿A qué se debe que no sea un álbum solamente temático? 

Soleá: Hay muchas temáticas, por así decirlo. La principal sí que es que la relación de mis padres que es algo que me inspira. He tenido una infancia maravillosa. El feedback que tengo de ellos es un ideal de amor que he percibido en su relación que me apetecía homenajear. Quería redibujar cosas a mostrar como necesarias en este momento: Entendimiento, dignidad, respeto y diálogo. Luego hay más temáticas como en “Domingo” que es más reivindicativa, más de posicionamiento social, aunque en la superficie también está el amor, aunque no lo parezca. Es un disco que se puede tomar cono conceptual o no, depende de cómo se enfoque. 

“Fe Ciega”, “Yo y la que Fui” y “Ayer”, son cortes muy sentidos que hablan de esa relación tan bonita. 

Soleá: También “Aurora” y “Enrique” que son el comienzo y el final. Entre medias hay otras canciones que quizás estén inspiradas en su relación, cosas que me han ocurrido a mí, a mis amigas o ficciones que he leído. En el fondo trata una vez más sobre la vida. 

En “El Pañuelo de Estrella” te acompaña tu hermana, igual que en el anterior lo hacía Kiki. 

Soleá: He tenido la suerte de tener a Estrella cerquita, está vez no ha estado mi hermano Kiki, andaba liado con la salida de su disco. Me parecía necesaria su voz en esta canción, todo su potencial y registro, contraponerlo con el mío, tan exageradamente diferentes. Es una forma de expresar que dos formas de ver la vida, de cantar y de colocar la voz, pueden convivir perfectamente. Igual que pueden convivir a través del entendimiento dos formas de ver la vida. 

Me ha gustado escuchar “El Chinitas”, tiene ese aroma a poema del cante Jondo de Federico García Lorca y en lo musical te arrimas a Grupo de Expertos Solynieve y a las Vainica Doble. 

Soleá: Podría ser, son influencias directas. Está inspirada en una copla popular, tiene algo de copla granadina. Creo que tiene un pie entre lo popular y lo que no lo es tanto. Es de las canciones a la que más cariño tengo. 

“Lo interesante sería vivir en un mundo donde no haya que aguantar ni escapar, simplemente vivir” 

Otras dos colaboraciones curiosas son las de Isa de Triángulo de Amor Bizarro en “Domingos” y la de Marcelo Criminal que te arrastra a su sonido. 

Soleá: “Domingos” es un tema que habla de esos momentos en que uno se harta de tener que aguantar situaciones a veces incómodas. Lo interesante sería vivir en un mundo donde no haya que aguantar ni escapar, simplemente vivir. Me apetecía mostrar ese mensaje en la voz de otra chica que lo lanzase conmigo por la libertad. Admiro mucho a Isa, me encanta que haya sido tan generosa de colaborar conmigo y estoy muy agradecida. Tener a Marcelo es otra suerte. Me interesa lo que hace y dice. Es un chico con una visión interesante y valiente. Tenía media canción, que inspiró un concierto suyo, y me faltaba la segunda, así que contacté con él. Fue muy generoso. Estoy contenta y agradecida de su magnífica colaboración. 

Quizás de los temas más intensos sea “Polvo y Arena”, a mitad de camino entre el desamor y la ausencia de tu padre. 

Soleá: Sí, está dedicado a la ausencia a lo relativo que es irse y al que se queda amando. Todo ese proceso de aceptar una ausencia. Está inspirado por mis padres, aunque también puede ser una historia del confinamiento cuando dice: “Ya no vienes por Madrid”. 

La canción que cierra el disco hiela la sangre, “Enrique”, es tu “Omega” particular. 

Soleá: Exactamente. La influencia de mi padre es omnipresente. Esta pieza surgió de las últimas. Es una forma de concluir, aceptando que se va, pero que nos deja mucho. Con eso tenemos que quedarnos, con lo que nos aportan y la energía y legado que nos dejan. 

“Irte lejos es la mejor forma de darte cuenta que eres la misma y sigues teniendo el mismo corazón” 

Si algo muestra este trabajo es que ahora que has cogido las riendas del barco, eres una digna heredera de una saga mítica. 

Soleá: Muchas gracias. Es un gran piropo. Sigo investigando, cada disco es diferente de otro. En ese irme tan lejos de lo que he hecho anteriormente, en ese proceso me encuentro conmigo mismo. A veces irte lejos es la mejor forma de darte cuenta que eres la misma y sigues teniendo el mismo corazón. Surgen mismas maneras de sentir, expresadas de otra manera. 

Un día hablando con Antonio Arias me hablaba de tres discos con los que iniciarse al Morentismo, todo vino a raíz de que le comentara que el flamenco y el jazz son tan amplios que uno puede perderse hasta al empezar. ¿Cuáles recomendarías tu a un no iniciado en la obra de Enrique Morente? 

Soleá: Qué difícil. Toda la obra es muy rica y productiva. Te diría “De Cante Flamenco”, su primer disco de 1967, solo guitarra y voz, le acompaña Félix de Utrera. Hace una colección de cantes flamencos fundamental para quien quiera iniciarse. También te recomendaría “Misa Flamenca” un trabajo de transición donde comienza el germen “Omegiano” y por último “Pablo de Málaga”, el que le hace a Picasso. 

Antonio me dijo: “Javi, “Sacromonte””. 

Soleá: “Sacromonte” y “Despegando” también, tiene infinidad de discos. Es difícil elegir. He elegido esos tres que son los que más estoy escuchando últimamente. 

¿Cómo ves el tema del directo ahora que el horizonte vuelve a nublarse? 

Soleá: Es algo que se veía venir que quizás ocurriera. Estamos en otro momento de incertidumbre, salimos de un bache grande, aunque no acabamos de hacerlo del todo. La única manera de salir es trabajar, hacer lo que mejor sabemos hacer, cada uno desde su perspectiva para avanzar como sociedad. A mí me van saliendo conciertos sobre la marcha, todavía no tengo presentaciones, se están cerrando, las iré anunciando en breve. Ojalá se hagan y no volvamos atrás. 

Al escuchar tus trabajos me hago una pregunta recurrente, ¿cómo montará un repertorio tan cambiante esta chica de cara a los directos? 

Soleá: ¡Tengo una banda por fin! Son repertorios distintos conceptualmente, así que llevarlo al directo es complicado. Llevo guitara eléctrica, flamenca, bajo, teclado y batería. Es decir, una banda grande que obliga a adaptarse a varios formatos. A veces iremos con una guitarra flamenca nada más y tocará defender todo. Otras iré con toda la banda. Me estoy adaptando a los tiempos y circunstancias, lo que me hace tener más recursos.