Entrevista: Jose Girl

“Disfruto mucho cuando las bandas cuidan su vertiente gráfica y la integran con su visión artística, ofreciendo un componente extra a la parte musical” 

Por: Javier González 
Fotos: Jose Girl

Hablar de Jose Girl es hacerlo de una las grandes fotógrafas del rock estatal, dueña de una capacidad única para transmitir y reflejar el momento concreto, lanzándolo a la eternidad, a través de unas imágenes llenas de vida, intensidad y no exentas en ocasiones de un cierto aire decadente; adjetivos que no hacen sino elevar la categoría de unos trabajos en los que han confiado buena parte de la plana mayor de nuestra música para arropar la edición de sus álbumes. 

Hoy nos ponemos en contacto con ella bajo el firme pretexto de conocer más de cerca sus comienzos en el mundo de la fotografía, su obra, el objeto de la misma, y también con la intención de que nos muestren la visión desde dentro de un panorama, el de la fotografía musical, al que no siempre se le trata con la justicia y dedicación que se debería en los medios de comunicación.

Os dejamos en la compañía de Jose Girl, una de aquellas mujeres que hacen bueno, y de qué manera, el tan manido tópico que dice que una imagen vale más que mil palabras. En su caso, toda una dulce y expresiva realidad palpable. 

Te has convertido por derecho propio en una de las grandes fotógrafas del rock estatal. Si te parece comencemos por uno de los dos elementos que hoy nos ocupa. ¿En qué momento y de qué manera entra la música en tu vida?

Jose: Provengo de una familia de circo y artistas. Desde que nací estuve rodeada de gente que hacía cosas así, subirse a un trapecio, cantar, bailar, hacer equilibrios… Así que siempre la música siempre ha estado presente. Además, viví con mucha intensidad la música en mi adolescencia, los noventa fue una época muy rock y la viví a tope.

En tu caso me temo que hablar de música y obviar la palabra fotografía suena poco menos que a sacrilegio. ¿Cuándo surge en ti la fascinación, la irremediable necesidad de rescatar el instante hasta lanzarlo a la eternidad? 

Jose: El interés muy joven, con unos catorce años. Hacía fotos con una cámara compacta y me gustaba esa sensación. La fascinación más tarde, con unos 16 o 17, ya con cámara réflex (analógica) y revelando en el cuarto oscuro. 

Me imagino que tu primera cámara, como en la mayoría de casos, sería poco menos que una utilitaria de carácter familiar. ¿Recuerdas el modelo y si ya ejerciste de artista gráfico con ella? ¿Quizás en algún concierto e incluso en alguna sesión de fotos?

Jose: La marca de la primera cámara no la recuerdo. Estaba por casa, una compacta automática normal, de color azul y negro. Tomaba fotos por el barrio y las revelaba en la tienda. Mi primera cámara réflex sí la recuerdo, y la guardo, me costó mucho esfuerzo poder comprarla. Era una réflex marca “Kinon”, como “Nikon” pero en barato. A mi hasta me daba vergüenza el nombre y recuerdo que lo traté de rascar para que no se viera, y lo acabé pintando de negro. (Risas) 

Estamos acostumbrados a ver a un montón de bandas curtirse en escenarios ínfimos y salas de mala muerte en busca de su oportunidad, sin embargo solamente los que lo hemos vivido de cerca sabemos que en el caso de los fotógrafos ocurre algo similar. ¿Tú también lo ves de esa manera? 

Jose: Todo tiene un recorrido. Es lógico que la primera sesión de fotos que hagas no sea a una gran banda y que el primer concierto para el que te acrediten no tenga unas luces maravillosas. Pero cuando demuestras que haces bien tu trabajo, las oportunidades y el poder vivir de ello debería darse como algo natural, y desafortunadamente no es así. Hay fotógrafos buenísimos ahora mismo en España, pero dudo mucho que la mitad de ellos puedan vivir bien de la profesión. 

Si la música apenas genera dinero, salvo en el caso de bandas y solistas consagrados. ¿Cuál es la alternativa para los artistas gráficos y los periodistas musicales que luchas a diario por salir adelante? 

Jose: No lo sé, la verdad. En el caso de lo periodistas musicales conozco por encima el tema y sé que está muy jodido también, pero tú lo sabrás mucho mejor. En el caso de los fotógrafos te diré que todo el mundo quiere las fotos gratis, es así de salvaje. A mí me escribe muchísima gente pidiéndome los archivos digitales de las fotos “con buena resolución” para poder imprimirlas y colgarlas en su casa. Es de locos. Ni siquiera lo piden con mala fé, es que no piensan que eso no es gratis. El trabajo que hacemos creo que se valora a nivel creativo, pero no se considera que haya que pagarlo como es debido.

Afortunadamente en nuestro panorama tenemos ejemplos como los de Alberto García Alix y Domingo J. Casas que demuestran que es posible vivir de esto y tener una trayectoria reconocible y admirable. ¿Qué valoración haces de su trabajo? ¿En algún momento sus fotografías han servido de referencia para ti? 

Jose: Alberto García Alix ha sido una referencia desde que empecé a conocer y a disfrutar la fotografía. Además es amigo y le admiro muchísimo. Él vive muy bien de la fotografía, pero no se dedica a la parte musical.

También tenemos el ejemplo más cercano en el tiempo de Juan Pérez Fajardo que pertenece a otra nueva generación. ¿Conoces su obra?

Jose: Por supuesto que conozco su obra, y le admiro muchísimo, somos amigos también. Para mí es el mejor fotógrafo musical que hay en España. Es el ejemplo más claro de que se puede vivir de la fotografía musical, él lo hace casi todo ahora mismo en España, así que quizá es la excepción que confirma la regla. Hace años cuando le conocí y él no tenía aún tanto trabajo, hablábamos de este tema de las fotos gratis, a él también le ocurría.

Y por citar casos más concretos el tuyo… eres una fotógrafa de éxito que cuenta con multitud de trabajo y cuyos libros se agotan nada más ponerse a la venta. ¿Cuál es el secreto de ese éxito? 

Jose: Hay que tener claro que los libros de fotografía son lo que son y tienen el público que tienen. En mi caso he mezclado hasta ahora la fotografía y la música y en ese caso se suman los interesados en uno y otro arte. Por un lado siempre he respetado al máximo la parte fotográfica y no he hecho concesiones en las imágenes que se incluían dentro. Ninguno de ellos es un libro “souvenir” que mezcla imágenes, entradas de conciertos, fotos divertidas casuales de camerino… Siempre he hecho libros serios, de autor, de fotógrafo. Los que a mi me gusta comprar y ver. Y por otro lado el éxito de un libro de este tipo depende sobre todo del nombre del artista que aparece en el libro. En el caso de Enrique tiene una base internacional de fans enorme que se interesan por su música y sus proyectos paralelos, así que eso ayuda muchísimo. 

Personalmente creo que parte de tu éxito radica en la personalidad que transmiten tus fotos: Vivas, carnales, intensas e incluso con un toque oscuro y decadente. ¿Cómo las definirías tu misma?

Jose: No me gusta definir mis fotos, pero sí hay mucho de todo eso que dices. 

Personalmente debo decirte que me gustan muchos los artistas que cuidan su imagen gráfica, esas primeras actuaciones de Gabinete Caligari con imágenes de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Civil, aportadas por Edi Clavo, y la de artistas como Bowie y The Cure, centradas en otros ámbitos aunque igual de interesantes… 

Jose: Yo también disfruto mucho cuando las bandas cuidan la parte gráfica y la integran con su visión artística, ofreciendo un componente extra a la parte musical.

¿En qué elementos te basas a la hora de elaborar una sesión/proyecto? 

Jose: Todo depende del proyecto. Si se trata de un proyecto de un músico o banda lo más importante es el disco que hayan escrito, las canciones. Después hay que combinar visiones y ver si coincidimos en la dirección del estilo. Mis proyectos personales de retrato los baso más en sentimientos e ideas que parten solo de mí. 

Has trabajado con gente de lo más diversa, siempre desde una vertiente netamente rockera, como Rulo, Bunbury, Leiva, José Manuel Casañ… ¿Qué sesión y artista recuerdas con más cariño? ¿Quién ere capaz de transmitirte más?

Jose: Con quién he trabajado y disfrutado más es con Enrique Bunbury. Es muy emocionante trabajar con él, ya que exploro las ideas casi como para un proyecto propio. Con Leiva trabajé hace unos años en una sesión para Rolling Stone y nos compenetramos muy bien. Hablamos de hacer algo más en el futuro. 

Me consta que tienes una vida nómada que supongo será todo un aliciente y una suma enorme a la hora de encontrar motivaciones y argumentos para tu obra. ¿Estoy en lo cierto? 

Jose: Sí, lo es. Viajar y relacionarte con gente diferente a lo largo del año es muy motivador y mantiene la mente despierta para pensar y crear cosas nuevas. 

¿Qué planes de futuro manejas a corto y medio plazo?

Jose: Estoy con un proyecto personal de retratos y preparando otro material relacionado con la música que todavía no te puedo contar.