Entrevista: Reincidentes

“No nos vamos a quedar callados porque eso es lo que ellos quieren”

Por: Sergio Iglesias

Reincidentes comienzan la gira de presentación de su vigésimo disco, "Vergüenza". En este nuevo trabajo, la banda sevillana vuelve a hacer un retrato de nuestra sociedad profundizando en los grandes problemas del día a día y señalando a los culpables de esta situación. Una nueva demostración del compromiso de una banda sin pelos en la lengua y que nunca ha tenido miedo a decir lo que piensa.

Presentáis “Vergüenza”, vuestro vigésimo trabajo y, como siempre, un trabajo en el que destaca la fuerza de las letras, pero sin olvidaros de la parte musical… 

Fernando: La música importa y, de hecho, Reincidentes hace la música antes que la letra, porque a veces nos dicen “parece que primero hagáis la letra” no, no… eso lo hace Serrat (risas), con todo respeto hacia los cantautores, pero lo que nos lleva a unirnos y formar el grupo es tocar y cantar, más que lo que vas a cantar… otra cosa es que a lo que vayas a cantar también le des una importancia. 

La línea temática de crítica social sigue inamovible en vuestras letras, pero es que parece que la actualidad lo pone fácil ¿no? 

F: Desgraciadamente, seguimos en ese proceso de involución y regresión en la que nos están metiendo la mayoría de gobernantes de Europa y, hoy en día también, del mundo porque, cuando miras hacia afuera, y ves que gana Trump las elecciones en Estados Unidos, al final lo que te lleva a pensar es que esta involución es gorda. A pesar de todo, sí que seguimos siendo optimistas porque si no, ya nos habríamos tirado por un balcón; todo proceso regresivo genera la semilla del proceso de enfrentamiento del mismo y, en cualquier momento, puede llegar a superarlo y por eso los que estemos tenemos como “deber” seguir empujando hacia la dirección contraria en que ellos lo hacen. 

Barea: Sí que es cierto que comparas las cosas negativas y las positivas de unos años hacia aquí y ves que todo está peor: el machismo, el capitalismo neoliberal, el fascismo en Europa que no para de extenderse, los pobres que cada día son más pobres, inmigración… y a mí me cuesta ser tan positivo. 

F: No se trata de ser positivo, pero yo creo que toda acción al final genera su reacción y estoy convencido que el régimen del 78 no les va a durar mucho más. 

Fernando, precisamente hablando de ese optimismo, me decías en nuestra anterior entrevista ya hace dos años con motivo del lanzamiento de "Awkan": "Prefiero ser optimista y pensar que las cosas van hacia adelante... o que tienen que ir para adelante por cojones"... Pero parece que hemos ido hacia atrás… 

F: De hecho, lo decimos en "Terrorismo" "…vamos para atrás con paso firme". Es que son movimientos como de placas tectónicas, parece que vamos hacia atrás pero, en el fondo, parece que hay un movimiento que por algún lado tendrá que quebrar, es complicado pero tiene que quebrar, porque esto no va a ser eterno. 

¿Creéis que la solución está en los movimientos sociales herederos del 15 M que parece que se quedó un poco en un “quiero y no puedo"? 

F: Hay mucha gente que todavía lo tiene dentro, y se ven cosas importantes como que las dos alcaldías más importantes del estado español ya no son del enemigo y todo cuenta. Los movimientos sociales y las mareas siguen funcionando y además ya están metidos en las instituciones ya que, poco a poco, sitios como Navarra o País Valenciano han cambiado gobiernos que eran altamente corruptos y fachas, y ciertas alcaldías de ciudades grandes también han cambiado de manos; esos cambios se van produciendo pero de manera más lenta de lo que nos gustaría y espero que no se paren. 

B: Son avances políticos de llegar a alcaldías y ciertos puestos en instituciones, pero no hay que olvidar que no son los que gobiernan; hasta que no cambiemos el modelo neoliberal de funcionamiento económico, el problema va a seguir ahí y el rico cada vez va a ser más rico y el pobre cada vez más pobre, y esas diferencias son fundamentales porque el que no tiene dinero sigue hipotecado, no llega a final de mes… nos tiramos toda la vida siendo sus esclavos, una situación de la que hablamos en el tema “Vuelve la esclavitud”. 

Ha sido llamativo como, con el tema de Catalunya ha salido todo el movimiento de derechas que parecía escondido… 

B: Sí, parece que han dado al botón y ha salido todo lo malo de cada uno. 

F: Por favor, que no gane España el mundial (risas).

Esto también ha servido para ver como se han desenmascarado los medios supuestamente independientes… 

F: Pues todavía nos quedan los poquitos que siguen batallando en Internet. 

B: Es la hostia, porque ves un debate de estos en la televisión española y está el de ABC, el de La Razón, el de El Mundo… ¿y el rojo? ¡el de El País! (risas), y encima debaten sobre todo ¿eh? Eso da asco porque hay otra opinión que es la que está en la calle y, evidentemente, eso tiene su efecto porque los medios tienen sus armas de información… y desinformación. 

Repasando los títulos de vuestros últimos trabajos parece un reflejo de cada momento, ya que habéis pasado de "Tiempos de ira" a "Vergüenza" pasando por la revolución ("Awkan")… 

F: Sí, somos como unos cronistas que contamos la realidad a través de nuestro prisma y con la mayor de las libertades sin que nadie nos coarte, lo hacemos sin pelos en la lengua y así vamos a seguir haciéndolo.

En los últimos tiempos estamos viviendo unos tiempos duros para la libertad de expresión, como se refleja en vuestro tema “Terrorismo”. ¿Cómo veis el tema?

F: La pretensión de ellos es que nadie se mueva y, aunque como te digo, no creo que acaben saliéndose con la suya, de momento lo están logrando. De hecho, el otro día nos enteramos que VOX había echado abajo un concierto de El Drogas en un pueblo de León por una canción que se llama “No hay tregua”…a ver quién les explica los años que tiene ese tema; que pasen esas cosas con una persona tan carismático, tan integro y tan increíble como es Enrique, ya es muy fuerte. 

Viendo las letras de vuestros discos, parece que vosotros no tenéis miedo a lo que os pueda suceder ¿no? 

B: Si tiene que pasar que pase, pero no nos vamos a quedar callados porque eso es lo que quieren. Ellos tienen de su lado el poder judicial, político, fáctico y ejecutivo, pero nosotros tenemos el poder de denunciar y lo que no nos pueden quitar es la libertad individual. 

Respecto a la música, seguís la línea habitual de Reincidentes, pero incluís sonidos más americanos como en "Dentro de ti", ¿siempre quedan cosas por investigar? 

F: Concretamente, ese tipo de registros que mencionas forman parte de nuestra formación musical desde pequeños y son registros en los que nos movemos con comodidad aunque lo hayamos hecho menos. Nunca hay que dejar de sentir lo que haces porque eso sale solo, nadie se pone a decir "Voy una canción que suene a Rory Gallagher" pues no; al final a ti te sale lo que te sale y lo que nosotros hemos hecho es darle vía libre cuando sale y no disimularlo 

B: Sí, es como la de "La misa final" que recuerda a Parálisis Permanente, o la de "Vuelve la esclavitud" con un sonido muy grunge… al final todo lo que hemos escuchado tiene que salir por algún lado. 

Después de más de 30 años de carrera y 20 discos, ¿cómo habéis vivido todos los cambios que se han producido en este tiempo en la industria musical? 

B: Hombre, para empezar, la palabra industria ya no existe, los sellos y las compañías eran las que capitalizaban esas ideas de los músicos y creo que ahora todo eso se ha democratizado un poco, hay que tener en cuenta que Internet ha tenido un papel fundamental en la comunicación humana. El proceso de poder grabar en cualquier momento y escucharlo tranquilamente en tu casa, al músico le da un gran poder y la industria se ha quedado para las grandes emisoras comerciales o para los triunfitos y todo esto; pero hay mucha música que se ejerce libremente a través de Internet y esas nuevas tecnologías han sido el cambio fundamental, con todo lo malo que puedan tener estas nuevas tecnologías. Tenemos mucho más difícil lo de vender discos pero, por otro lado, si no fuera por estas nuevas tecnologías, nosotros nunca hubiéramos ido a tocar a México, a Argentina, Uruguay… 

Hablando de esas giras por Sudamérica, ¿se nota mucha diferencia en estos países a la hora de tocar? 

F: Depende mucho de a qué país vayas, porque hay algunos donde el rock forma claramente parte de la cultura popular como Argentina o Uruguay, y hay países donde el rock está más marginado pero donde hay unas escenas interesantes como Venezuela, Paraguay o países de Centroamérica… pero aquello es tan grande que todo tiene sus matices. En el cono sur, quitando los problemas que tiene el rock con las autoridades en Chile, en el resto el rock está muy fuerte. Pero lo que sí es igual en todos los países, vaya más o menos gente a los conciertos, es el cariño con que te tratan. Son sitios donde estamos aprendiendo muchas cosas porque somos gente a la que nos gusta conocer la realidad de los sitios donde vamos y eso te ayuda a abrir mucho la mente porque no hay racismo cuando se viaja.