No esconderé que me gustan las canciones de Javier Corcobado, son intensas, directas y viscerales. Tras ellas se encierran mensajes críticos y de desesperación que uno no siempre está dispuesto a escuchar, convirtiendo a su autor en unas de nuestras mayores joyas ocultas, y a los discos que graba en auténticos ejercicios de estilo, ante los que el oyente tendrá que estar dispuesto a enfrentarse a historias sobre paisajes tenebrosos e inquietantes del alma y del corazón. En definitiva me refiero a canciones que narran la pura existencia humana y su devenir, para bien y mal, enfocadas esta vez en una mirada profunda al mundo actual y sus demasiados asuntos a resolver.
Desde el corte inicial, ”Somos Demasiados”, single de adelanto de título malthusiano, que representa creo su mensaje más claro y afilado en años, pasando por todas las reflexiones que Corcobado suelta desde la oscuridad de su voz, entre trompetas y aromas de krautrock, serpenteando entre la frontera de “El día en que ya no nació ningún niño en el Mundo”, con un crecimiento progresivo rotundo en sus formas, hasta la cercanía sobre el amor y los peligros que representa, algo que relata en “Y Yo te saqué a Bailar”, previa al arranque casi techno de “Europa Tan Triste”, un clamor por los tiempos en que nuestro amado continente fue una tierra de esplendor y bonanza, en lo que acaba por ser una de los temas más pop de toda la colección.
Y cuya senda continua en la segunda parte de la obra con “Un día Triste y otro Feliz” donde entre aires mediterráneos suelta reflexiones de vida, sobre el eterno tío vivo que nos hace subir y bajar cada mañana, anticipo ante la letanía a modo de mantra que representa “Agradecimiento”, brutal en su esplendor y que personalmente me parece el corte más brillante de todo el nuevo cancionero del madrileño de adopción, antes de encontrarnos con los aires más carnales de “El Amor verdadero” y otra fabulosa enseñanza, marca de la casa, todo sea dicho, como es “Haz un acto de Amor”, preciosa reflexión sobre el perdón que deriva en otra gran composición cuyo epílogo serán los aires experimentales orientales de “Biga Mantra Rock”.
En “Somos Demasiados” volvemos a encontramos un disco mayúsculo, poliédrico, beligerante y heterodoxo en sonidos; crítico, doloroso, violento y con su habitual arranque de amor arrebatado decididamente exagerado y sumamente creíble.
El espíritu de Javier Corcobado recorre cada segundo de estas nueve canciones en las que la poesía y la intensidad se dan la mano en un ejercicio de vida, crítico con la sociedad y el mundo, para regalarnos un nuevo capítulo altamente disfrutable para aficionados a los sabores intensos de regusto amargo.
