Entrevista: Havoc

“Preparo un proyecto con una forma de aproximación a las canciones distinto a Havoc” 

Por: Javier González 
Fotografía: Félix Morquecho

Havoc es un proyecto de pop-rock elegante, alejado de lo evidente, que lleva un puñado de años escalando peldaños, dejando a su paso una cada vez más interesante cantidad de canciones en busca de un objetivo: Trazar una carrera solida sin fisuras. 

Tras el siempre enigmático combo se esconde el linajudo y caballeroso nombre de Pedro Gracía Pérez de Viñaspre, músico donostiarra de siempre interesante conversación y peculiar sensibilidad, a menudo plasma en retazos e historias de poco más de tres minutos con lo que también sabe encogernos el corazón. 

La noche, las redes y los comentarios al viento, nos hicieron conectar con él, en mitad de la crisis sanitaria, política y social que tanto está afectando a nivel global, también al mundillo musical para qué negarlo, provocaron que sin demasiada premeditación volviéramos a ese lugar maravilloso que es la galaxia Havoc, donde su comandante, noble y leal, nos dedicara de nuevo unos minutos de calidad. 

Llevo muchos años sin hablar directamente contigo, puesto que de un tiempo a esta parte de tus trabajos siempre se han encargado otros compañeros. Empezaremos por el principio. ¿Qué tal, Pedro? ¿Cómo va todo en esta situación tan horrible? 

Pedro: Pues encantado de charlar contigo, amigo. Estoy bien dada la situación que estamos todos sufriendo. Hay días que se hacen muy difíciles; la verdad. Espero que tú estés muy bien. 

Desde fuera da la sensación de que “Espíritu” era un peldaño de una carrera lenta y segura, que paso a paso va situándote cada vez más arriba dentro del panorama musical estatal. ¿Cómo te sientes ante el que podría haber sido un gran verano para Havoc? 

Pedro: Uno siente una inmensa frustración. Sacar disco unas semanas antes de que se declarara la pandemia... cancelando todos los conciertos, suspendiendo casi toda la promo, no hemos podido ni presentar el disco en directo. Y seguimos sin saber cuándo ni cómo podremos hacerlo. Un músico está acostumbrado a lidiar con una gran cantidad de incertidumbre, incluso de precariedad, pero la situación actual sobrepasa cualquier mal augurio. 

Desde que te conozco siempre tuve claro que tú eras un músico de vocación. ¿De qué manera se salva una situación como esta? 

Pedro: Efectivamente, soy ese tipo de artista que asume haber hipotecado su vida a algo que probablemente le lleve a padecer ciertas miserias y con suerte no acabar como un paria, pero desconfía del artista que no baraje esa perspectiva como muy posible. En mi caso actual he decidido no dejarme llevar por la desidia y trabajar en un proyecto nuevo que me está manteniendo medianamente cuerdo mientras las cosas vuelven a una normalidad habitable. Pronto podré contar más cosas, estoy poniendo mucho trabajo e ilusión y será algo diferente. 

Mirando todo con cierta perspectiva e ironía da la sensación de que el último disco tiene canciones que parecen anunciar un poco todo esto que nos ha ocurrido y nos está ocurriendo. Me refiero a cortes “Y si Tiembla el Suelo” o “Perros”. ¿No da un poco de miedo haber podido profetizar todo? 

Pedro:
¡Me encantaría ser un profeta del pop! Pero me temo que no es así. Las canciones siempre se interpretan a posteriori y aunque está eso del zeitgesit y tal, sería muy arribista por mi parte afirmar su carácter premonitorio. Aún así me gusta que cada uno interprete las canciones de la forma que quiera, para eso están. 

Otra canción que ahora cobra especial sentido es “El Pop Murió”, lo que no me queda claro es si murió o más bien lo están matando con una escasa política cultural y con un cierto abandono del sector por parte de las instituciones. 

Pedro: Lo que está ocurriendo es injusto y muy doloroso. Es obvio que la cultura no importa. Es especialmente hiriente en un gobierno supuestamente de izquierdas, pero así es. Si los músicos ya vivíamos de forma precaria...esto es la puntilla. Es una vergüenza el abandono que sufrimos y la enorme hipocresía que se maneja en todos los ámbitos cuando se afronta este problema. Hemos llegado a esta situación y todos somos un poco culpables, pero ahora simplemente están dejando morir la cultura, especialmente la que ellos no consideran como tal. 

“Un músico está acostumbrado a lidiar con una gran cantidad de incertidumbre, incluso de precariedad, pero la situación actual sobrepasa cualquier mal augurio”


¿Por qué crees que nuestros dirigentes la tratan así? 

Pedro: No les interesa, no les conviene. Seremos los últimos en salir de esta crisis, si salimos. 

¿Es una cuestión de falta de sensibilidad o se esconde un interés por alienarnos y negarnos la posibilidad de sentir y expresarnos? 

Pedro: Pues supongo que un poco de todo. Cebarse con el más débil es algo que está muy presente en el ser humano. 

¿Crees que conseguirán robarnos lo que más nos gusta? 

Pedro: Si te refieres a la música, no. Y a los músicos de mi palo...no es que tengamos mucho de valor que puedan robarnos. Lo que nos hace seguir es nuestra identidad de hacer lo que hacemos, y eso nunca nos lo podrán quitar. 

Durante la pandemia falleció un músico enorme como Rafael Berrio, cercano a ti, al que semanas atrás dedicaste una frase muy sentida que decía… “nunca había grabado nada sin que él lo hubiera escuchado previamente”. ¿Cómo sientes ese vacío? ¿De qué manera luchas contra él? 

Pedro: La pérdida de Rafael ha sido devastadora para mí. Ocurrió durante el confinamiento, no nos pudimos despedir, y el vacío se siente aún más insuperable. Lo siento a diario, cada vez que cojo la guitarra, cada vez que escribo. Le echo tanto de menos. 

¿Qué significaba Rafael Berrio para ti? 

Pedro: Rafael era un amigo, un padre, una figura inalcanzable y compañero de risas y por supuesto un maestro y fuente inagotable de sabiduría. Un genio. Le quería muchísimo. Rafael era el mejor. 

Su ausencia será irremplazable, pero quizás las nuevas canciones pueda escucharlas previamente Diego Vasallo, algo que digo desde el cariño y el mayor respeto posible hacia ambos. 

Pedro: Sé que Rafael era muy importante para Diego, y estoy seguro de que su camino se verá muy influido por su ausencia. 

Hablando de Diego. ¿Para cuándo una versión de “Polaroids”? 

Pedro: ¿Yo? ¿Una versión de Diego? Pues mira, me lo apunto. Le comentaré a ver qué le parece la idea. (Risas)

Me encanta esa camaradería que tenéis ciertos músicos, quizás menos evidentes, más minoritarios e infinitamente más interesantes que aquellos que predominan en listas, cuyas colaboraciones me aburren hasta el bostezo. Algunos agradecemos mucho vuestra presencia en un panorama cada vez más atomizado… 

Pedro: Qué bien que te guste. En “Espíritu” hay una colaboración con Mikel Erentxun en “Todavía”, otra con Mikel Aguirre en “Televisiones”, todavía no ha visto la luz, y está Javier Sun en “El pop murió”. Fue algo premeditado, estoy muy contento y orgulloso de cómo han quedado. 

De una manera relativamente velada te he escuchado hablar de un nuevo proyecto. ¿Puedes adelantarnos algo? 

Pedro: Es algo distinto, una aproximación a las canciones desde el punto de vista opuesto al que hago como Havoc. Una exploración hacia lo desconocido.