Hace relativamente pocas semanas que los compañeros de Efe Eme dieron un paso al frente en su labor editorial, lanzándose a la aventura de facturar obras que vayan más allá de la temática puramente musical; lo han hecho a través de la colección interMITENTE, donde han abierto fuego con la reedición de la novela de Raúl Núñez, “Derrama whisky sobre tu amigo muerto”, a la que hace relativamente poco tiempo siguió la publicación de “A un gancho de la gloria”, firmado por nuestro amigo Carlos H. Vázquez, del cual esperamos dar debida cuenta en nuestras páginas a la mayor brevedad.
Interesados por esta valiente aventura, nos hemos sumergido en los bajos fondos que allá por 1979 proponía el autor argentino Raúl Núñez en la que fue su primera novela, editada originalmente en la prestigiosa colección Star Books, donde nos acercaba a las vivencias de un escritor de novelas del oeste, cuya existencia se mueve entre los finos alambres del alcoholismo, la pobreza y la vida bohemia, rodeado por otras patéticas figuras que se miran en la mejor tradición del realismo sucio “bukowskiano”, mientras lanzan reflexiones sórdidas, vertidas sobre barras ajadas sitas en garitos infames y lúgubres, que dan pie a un sinfín de historias inverosímiles en las que la decadencia asoma por los poros de un puñado de marginales que convierten cada día de supervivencia en arte.
Barmans que son confesores, hoteles de baja categoría y camas calientes que no ayudan a sobrellevar resacas permanentes; y por encima de todo aquella miseria y ausencia de moralidad, surgen amistades efímeras, mayúsculas, reales y dolorosas; hechas a medida, como un traje de sastre tejido con tela de harapos, para tipos desubicados necesitados de mirarse en los ojos de otros deformes que devuelvan un reflejo hermanado en el espejo de este suplicio llamado vida.
Una historia entretenida, sombría y decadente, a ratos apasionante y embriagadora, de personajes “capaces de dar la vida y el alma a un desengaño”; buscadores de pequeños golpes de suerte que los permitan seguir en la rueda una noche más, pero que no titubearán a la hora de jugarse su mala fortuna a una sola carta en el marco de partidas donde el resultado final es indiferente, pues lo interesante es disponer de unos billetes más que gastar en un buen trago.
“Derrama whisky sobre tu amigo muerto” es una grata carta inicial para una colección que desde ya merece ser señalada como a seguir, un paso decido y sin red para unos compañeros que deciden ampliar su radio de acción, ampliando la vertiente puramente musical para arrancar con una primera muesca a la que Tom Waits no haría ascos. Permaneceremos atentos para ver qué proponen en próximos pasos.