D-CODE Festival

24 y 25 de Junio del 2011. Complejo Deportivo Cantarranas, Universidad Complutense de Madrid.
El D-Code se estrenaba en nuestra ciudad con la sana intención de llenar el vacío de festivales de calidad e importancia en Madrid. El suyo era un cartel que sorprendía desde el primer vistazo. Los organizadores intentaron en esta primera edición abarcar dentro de su propuest

a diversos sectores de público que, bajo nuestra humilde opinión, poco o nada tienen que ver. Por un lado encontrábamos grupos para adolescentes pseudo-punk con toques épicos representados por My Chemical Romance y por los cansinos Sum 41, que aparecían compartiendo escenarios con bandas de la talla de Eels, Band of Horses, Kasabian o The Hives, en el apartado internacional, o de Lori Meyers en el territorial.

Desde “El Giradiscos” hemos optado por dar cuenta de la actuación de estos últimos cuatro grupos, por entender que son sin lugar a dudas lo más destacado de la primera edición del festival.

El viernes llegamos al recinto con el tiempo justo para ver las evoluciones en escena de Mr. E, quien ya nos visito el año pasado con Eels. El grupo apareció sobre las tablas impecablemente vestidos con traje y con las barbas que ya les caracterizan, para ofrecernos un show al mas puro estilo Blues Brothers. Acompañados por una sección de viento que hizo las delicias de un público que se lo pasó en grande, gracias a un directo que está pensado para divertir.


Las canciones difieren mucho de lo registrado en sus discos algunos ejemplos de ello son “That´s not Really Funny”, que se transforma en una ranchera mexicana,“Saturday Morning”, acelerada hasta la extenuación, y “Tremendous Dynamite”, interpretada al más puro estilo cavernoso de James Brown. También es muy de agradecer que recuperaran la canción que los dio a conocer allá por el 96, esa joya llamada “Novocaine for the Soul”.

No podía faltar la versión de Sly & The Family StoneHot Fun in the Summertime”, muy apropiada en estos calurosos días. En la recta final todos los componentes cantaron extraordinariamente las partes de “Soul Jacker Part1”, “I like Birds” y “Looking Up”, cerrando un set list de ensueño y sirviendo como genial anticipo de lo que sería una noche con grandes momentos.

Tras ellos el rock americano tomó el escenario de la mano de Band of Horses, la banda de Seattle, con Ben Bridwell al frente, nos tocó la fibra sensible gracias a canciones tan bonitas como “No one´s Gonna love You”, “Laredo”, o la espectacular, y para mí su mejor canción, “The Funeral”.

La voz privilegiada de Ben llega a lo más hondo del alma y es un placer verle ya sea empuñando la guitarra o sentado con la steel guitar. El grupo ofreció un concierto corto, pero que dejó muy buen sabor de boca a un público que cada vez tenía más ganas de fiesta.

Los granadinos Lori Meyers saltaron al escenario con la sana intención de animar más aún al personal. Empezaron con sus temas mas antiguos como “Dilema”, “Luciérnagas y Mariposas” y “Tokio ya no nos Quiere”, e incluso tuvieron a bien sorprendernos con la primigenia “La Mujer Esponja” que sonó de maravilla en buena medida gracias a la calidad de los coros que todos aportaron.

En la parte final se desprendieron de sus corbatas y sin dudarlo celebraron el ascenso a primera división del Granada - los Lori siempre han sido muy futboleros-, al ritmo de sus mayores éxitos como “Luces de Neón” y “Mi Realidad”, para entonces el campo de rugby se había convertido en una gran fiesta.

Al día siguiente, con el sol todavía ocultándose, aparecían en escena los suecos The Hives, vestidos de gala y dispuestos a hacer lo que saben hacer, y eso no es otra cosa que montar una buena fiesta.

Howlin´ Pelle, el vocalista de la banda, actúo como perfecto maestro de ceremonias y con un correcto castellano se dedicó a arengar a las masas que bailaban al ritmo de hits como “Main Ofender”, “Walk idiot Walk” o “ Take back the Toys”.


Pelle fue el crack que toda fiesta necesita y para ello no dudó en subirse a los bafles ni tampoco en fundirse con el público en varias ocasiones.

El numero de “Tick tick Bom”, en el que el grupo se para en escena, sigue funcionando como el primer día, tanto que ante la insistencia del público no les quedó más remedio que acometer un bis demoledor con “Have to say I told You so”, su mejor canción sin duda, y “Patrolling Days”, con la que abordaron su lado más punk poniendo punto final a un set demoledor del que tardamos varios minutos en recuperarnos.

Había ganas de ver a Kasabian esa es la verdad, hace ya tiempo que sacaron su disco, concretamente en 2009 vio la luz su “West Ryde Pauper Lunatic Asylum”, actualmente se encuentran inmersos en la preparación del siguiente que esperamos con gran expectación.

Su interesante mezcla de rock psicodélico con toques de música de baile terminó por enganchar a un público con muchas ganas de divertirse.

El líder de la banda es el guitarrista y cantante de algunos temas Sergio Pizzorno, pero el que traslada la energía a los asistentes a sus directos es el vocalista Tom Meighan, quien se mostró muy activo durante toda la noche.

Durante su concierto sonaron temas de todos sus discos, destacando por encima de todas “Underdog”, o la grandiosa “Empire”, sin duda fueron dos de los momentos memorables de su paso por la capital.

Tambien sorprendieron cuando Sergio cantó “Stuntman”, seguida de una hipnótica versión de “I feel Love” de, nada más y nada menos que, Donna Summer. Poniendo el broche de oro y el colofón al festival con su mayor éxito, “Fire”.

En definitiva un festival raro con momentos apasionantes donde se quiso abarcar demasiada oferta de géneros demasiado diversos, y eso repercutió en que la asistencia no fuera lo que los organizadores hubieran querido. Aun así, y a pesar de que el cartel es muy mejorable, mereció la pena acudir al evento. Veremos a ver si la organización decide repetir experiencia el año que viene mejorando algunos aspectos. Desde aquí les animamos sinceramente a ello.

Texto y Fotos: Jorge Bravo Crespo “El Gurú”.