Muchas de esas carreras que ahora nos hacen esbozar una sonrisa de sano optimismo vienen defendidas por artistas de sobrada y reconocida trayectoria al frente de bandas de relativo o total éxito, aunque ni que decir tiene que también hay solistas relativamente novedosos que nos encantan, tal es el caso de Pablo Galiano o Pablo Moro, aunque hoy no serán ellos los que reciben nuestro rotundo aplauso sino aquellos músicos que en unos tiempos harto complicados han decidido coger el toro por los cuerpos, rompiendo con un glorioso pasado, también en ocasiones presente, para emprender una nueva aventura artística repleta en un principio de dificultades y piedras en el camino a las que solamente el tiempo, el tesón y la calidad innegable de sus composiciones han logrado dejar atrás, dando vida a nueva y más que interesante etapa dentro de sus carreras, las cuales no por esperada deja de sorprendernos a aquellos que desde hace tiempo venimos siguiendo su pista.
Uno de los casos más representativo de lo arriba expuesto es el de nuestro querido Alfa. Ya saben, el nombre artístico de Alfredo Fernández, el que fuera integrante de bandas tan importantes como Buenas Noches Rose o Le Punk, quien desde hace un tiempo relativamente corto viene defendiendo una de esas carreras solistas a las que hacemos referencia en la que es más que recomendable sumergirse para poder disfrutar de las bondades de sus dos primeros Ep´s, “22 Octubre” y “El Segundo Oficio Más Viejo del Mundo”, y que desde hace unas semanas tienen su continuación en “Autorretrato de un Hombre Invisible”.
Es “Autorretrato de un Hombre Invisible” un compendio de apenas cuatro canciones totalmente coherente con la corriente imperante en sus trabajos precedentes, donde lo que priman son las letras a corazón abierto, capaces por momentos de invitar a la épica desde el aplomo más absoluto, que nos muestran a un Alfredo más autobiográfico e intimista que nunca, siempre perfectamente regadas por una instrumentación que bebe a partes iguales del folk, el rock y el blues de clara raigambre americana.
Bajo esas premisas se esconden composiciones irreductibles como “Euterpe”, donde Alfredo parece aullar a la luna llena en mitad de la madrugada por un amor perdido, “Alfa”, un corte repleto de blues musculoso y encanallado, “Afrodita”, un medio tiempo incendiario y doloroso a partes iguales, y “Rumbo al Siguiente Corazón”, probablemente la mejor de toda la colección por la sinceridad y emotividad que encierra dentro de sí.
Con “Autorretrato de un Hombre Invisible”, Alfa da por zanjada una más que extraordinaria trilogía inicial de Ep´s que marcan el comienzo de una prometedora carrera solista. Una carrera, recién empezada como aquel que dice, que por méritos propios le sitúan ya muy arriba dentro del escalafón musical de nuestro país. Ahora queda un largo camino por delante en el que será necesario mucho trabajo y una pizca de suerte para que el éxito real acabe por aparecer de una maldita vez en su carrera, talento para lograrlo le sobra, puesto que lo tiene a raudales.
Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com
