Txetxu Altube, un artista al servicio de las canciones

"Yo salgo a tocar las canciones como las canto en casa"

Contra el frío de estos días nada mejor que refugiarse en la música. No en cualquiera, claro, tiene que ser buena, transmitirte sentimiento y calor, ser capaz de transformar tu estado de ánimo en tiempo récord, sin que tú lo puedas controlar. Todo ello lo consiguen las canciones del EP que acaba de lanzar Txetxu Altube, el alma de Los Madison que se presenta ahora en solitario con este trabajo acústico que lleva su nombre. Cuatro temas que ya tocó con su banda, más una versión fantástica de A trabajos forzados, el poema de Gala que interpretó en su día Antonio Vega. Este nuevo disco, que podéis adquirir en www.txetxualtube.com y en sus conciertos , es una oportunidad perfecta para encontrarnos con Txetxu una mañana de diciembre y charlar sobre su música al calor de unos cafés. 

¿Por qué te has decidido por un EP y por qué en acústico? 

Txetxu Altube: Como ahora estoy empezando mi carrera en solitario, para que la gente viese un poco lo que me estaba apeteciendo hacer, me propusieron desde la productora Acaradeperro hacer unos temas en acústico y grabarlos. Últimamente me estaba juntando con Street Wings, unos chicos que hacen música folk y celta y se me ocurrió grabar un tema por cada disco de Los Madison, arreglarlos con ellos y luego hacer un par de versiones acústicas de las que yo estaba haciendo en mis directos, "Skyline" y "A trabajos forzados", de Antonio Vega. Esa es la idea, sacar un EP para que la gente vea por dónde van los tiros y dar un poco de cancha para ir preparando un disco con temas nuevos. La idea es empezar a grabar a principios del año que viene. 

¿En ese nuevo disco tirarás más por el folk que por el rock? 

T.A.: Bueno, tiene unos toques folk y celtas que en el fondo siempre ha habido, porque yo he escuchado también ese tipo de música. No muy marcado, no muy celta, pero por ejemplo Mark Knopfler tiene discos con toques de violines y flautas... y eso es lo que me apetece hacer. No voy a dejar de hacer temas rock, que los tengo y los quiero grabar así, pero sí que será una paleta más amplia de lo que hacía antes con Los Madison. También porque muchas veces no podíamos montar los temas por falta de recursos, porque ninguno tocábamos la flauta ni el violín. Siempre teníamos que tirar de alguien para hacer algún arreglo de ese estilo, pero era más puntual. Ahora sí me apetece hacer un poco algo más en esa onda. 

¿El nuevo disco será también en colaboración con Street Wings? 

T.A.: Sí, me gustaría que grabasen algunos temas, que tenga un toquecillo, una pátina un poco celta. Habrá temas que sí sean más descarados y otros en los que haya simplemente el detalle de un violín o una flauta un poco más puntual. 

Todos los temas del EP son tuyos menos la versión de Antonio Vega¿Por qué elegiste esa canción, quizá no de las más representativas de Antonio? 

T.A.: Esa canción es un poema de Antonio Gala que musicó Antonio Vega y cuando la escuché me pareció una de las canciones de amor más acojonantes que yo he oído nunca. Precisamente porque está escrita como dada la vuelta: hablando de penas, de cárcel, de juicios y en el fondo de lo que está hablando es de un amor desenfrenado. Empecé a hacerla en mis conciertos acústicos y me parecía un poco homenaje a Antonio, un poco sensaciones mías personales, un cúmulo de circunstancias. Nunca había grabado una canción de Antonio Vega y me pareció un detalle. 

Opino que Antonio Vega ha dejado huella en muchos de los músicos que han venido detrás, en los madrileños, sobre todo. Es una marca, un referente, ¿lo ves así? 

T.A.: Sí, totalmente. Una es él. Y ahora también estoy vinculado con el homenaje a Enrique Urquijo, "Han llovido 15 años". Creo que son los dos escritores más importantes que ha dado este país. Con características completamente distintas, pero los dos ponían los pelos de punta. 

Tus letras son muy íntimas, escribes mucho al amor, a su pérdida, a la soledad. No sé si estarás de acuerdo conmigo en que las mejores canciones de amor son las de desamor. 

T.A.: Sí, desde luego, a mí me resulta mucho más fácil escribir al desamor, estoy más cómodo escribiendo a lo negativo que a lo positivo. Siempre ha sido así. Las canciones que me han llamado más la atención son aquellas en las que dejaban al protagonista, al que estaba enamorado y no le correspondían. Gente como Roy Orbison, Elvis, Springsteen... Enrique Urquijo para eso escribía las canciones como muy poca gente ha hecho. Era un tipo que con muy poco decía muchísimo y eso es muy complicado. En el fondo nos gusta sentirnos un poco masocas, algunos estamos más a gusto ahí que en el otro lado.

Por otra parte, a mí me encanta ponerme en la piel de otros y cuando me cuentan que alguien se pone en la piel de mis canciones es una de las mayores recompensas para mí. Hace poco he conocido a un tipo que se llama Ulises Hadjis, es un compositor venezolano. Esuchó "Compás de espera" y me dijo: "Yo quería escribir algo parecido a eso y te me has adelantado" y ahora la hago en mis conciertos... 

Siguiendo con el tema de las letras, ¿en qué te inspiras a la hora de escribir? 

T.A.: Escribo básicamente de experiencias personales. No soy capaz de escribir algo que no me toque directamente o a lo que yo le pueda dar mi punto de vista. Todas las canciones que están en los discos anteriores y las que vienen ahora, todas, tienen una cara y unos ojos detrás por alguna experiencia en la que yo he estado involucrado. Lo que hago es desahogarme y soltar eso que yo he estado viviendo. 

¿Cómo es tu proceso de creación? ¿Cómo sueles trabajar? 

T.A.: Muchas veces me doy cuenta de que tengo algo que soltar días antes, me noto como que tengo algo que decir. Y muchas veces es sentarse con la guitarra delante de un papel y tener una frase con la que arrancar. Que casi nunca se te ocurre cuando estás delante del papel, sino cuando vas por la calle y la apuntas. Arrancas con esa frase y a partir de ahí si tienes algo que decir y llevas varios días dándole vueltas suele salir rápido. Siempre se puede limar un poco, pero suele salir fácil. Si la canción tarda mucho en salir normalmente quiere decir que es forzado. Es mi caso, sé que otra gente las revisa muchísimo y les da muchísimas vueltas. Por mi parte, aunque quizá haya alguna cosa que sé que no está perfecta gramaticalmente, sé que dice lo que yo quiero decir. 

Has colaborado con artistas muy potentes. Háblanos un poco de Miguel Ríos, porque me da la sensación de que con él tienes que tener una relación especial. 

T.A.: Toda mi admiración hacia él por supuesto. Es posiblemente el tío que mejor ha cantado en este país. Viendo cómo es profesionalmente te das cuenta de que lo que hacemos es un trabajo y es dedicación. Miguel antes de salir a cantar está calentando una hora en el camerino, haciendo ejercicios... por eso tiene los años que tiene, sale y canta como canta. Se cuida, es su profesión y así se lo toma. De él he aprendido muchísimo. Empecé a currar con él gracias a José Nortes, que es mi productor, me llamó para hacer coros en "Memorias de la carretera" y recuerdo que entró por la puerta del estudio y me dijo: "Tú eres Txetxu, el buen cantante" y contesté, "jo, que me lo digas tú tiene guasa". A partir de entonces me ha puesto todo muy fácil siempre que he colaborado con él. Es un tipo de lo más normal del mundo, que entiende perfectamente lo que yo estoy haciendo y que siempre que ha podido me ha echado una mano. Colaboró en "Compás de espera" y en el directo de Teatros del Canal de Los Madison. Hace poco he estado cantando con él en un benéfico. Que te llame Miguel Ríos para cantar un tema con él... te puedes imaginar.

Todo el mundo te ha dicho siempre que sí a la hora de hacer colaboraciones... ¿Alguien con quien aún no hayas tocado y te apeteciera? 

T.A.: Nunca lo había pensado, pero sí ha sido así y da vértigo. Ahora estoy más en contacto con Marazu, que es un chaval que tiene un talento descomunal. He estado trabajando con él en un taller y he aprendido mucho de su forma de entender la música. Pero me preguntabas por nombres... Me gustaría cantar un día con Leiva. Y me gustaría conocer a Carlos Núñez. Su forma de tocar es una burrada. También cantar con Sabina, claro. Pero de momento no me quejo. Si me dicen tiempo atrás que voy a cantar con Álvaro Urquijo... Tengo el recuerdo de la noche de los Teatros del Canal, cuando grabamos ese álbum, al presentar a Álvaro Urquijo y ver que salía Álvaro Urquijo, fue como, "te he escuchado toda la vida y ahora estás aquí conmigo". 

En ese concierto-disco en los Teatros del Canal con Los Madison, que se puede ver en youtube, se te ve entregado, se percibe lo importantísimo que fue para ti. 

T.A.: Fue muy especial por muchas cosas, por llenar el teatro, por los artistas que convocamos... le pusimos muchísima ilusión a ese concierto y a lo que podía generar después por la grabación del disco. Luego no pasó nada de lo que esperábamos y también fue un punto de inflexión para el grupo. 

Dicen que el mejor Txetxu Altube es el que se ve en concierto, más allá de los discos. La gente conecta mucho contigo. ¿Tú eso lo percibes, hay algún secreto para conseguirlo? 

T.A.: Encima de un escenario es donde más a gusto estoy, porque puedo interactuar con la gente; tiene una magia que no tiene un disco. Y es eso, el directo, estar en contacto con el público y me gusta que la gente sea importante en un concierto, que si quiere colaborar colabore. Lo mejor es ser honesto y sincero con lo que haces. A mí no me gusta montar espectáculos, yo salgo a tocar las canciones como las canto en casa. Con una guitarra y una voz. Se pueden vestir un poco, con alguien que toque conmigo, perfecto. Pero me gusta el hecho de tocar canciones desnudas, como suenan en el cuarto de estar de mi casa. 

También estás haciendo colaboraciones y directos con otros artistas... 

T.A.: Sí, me encanta. Empecé a hacer cosas con César Pop, uno de los músicos de los que más he aprendido, también por su sensibilidad y por la forma de entender esto. Empecé a tocar con él de guitarrista, después con Dani Flaco y es cambiarte el traje. Ya no tocas para ti. Te tienes que poner el traje de curro y meterte en el papel y en las canciones de la persona con la que estás tocando. Y tocar para las canciones de otro. Eso es muy importante y es una de las cosas que me enseñó César: los músicos tienen que tocar para la canción que estén tocando, no para lucirse. Si hay que tocar muy poquito porque lo pide la canción hay que tocar muy poquito. Es estar al servicio de la canción. 

 Por Sandra Sánchez