The Allnighters: "Everything Is Changing"

Por: Txema Mañeru 

La magnífica, aunque errática, trayectoria de uno de nuestro más grandes grupos de rhythm & blues se merece un breve repaso. Hace casi tres décadas que se formaron los vitorianos y se convirtieron en uno de las mejores bandas de música negra de todo el Estado. Fue una década con tres LPs y cientos de bolos junto a bandas de todos los pelajes, pero muchas de ellas, relacionadas con su sonido, que también abraza el soul, el pub-rock de los setenta o el buen boogie blues y rock’n’roll de los cincuenta. Así han compartido escenario con Wilko Johnson, Barrence Whitfield, Eli Paperboy Reed, Swamp Dogg, The Blues Brothers Band, Ian Dury, Kenny Neal, Bill Thomas, Lazy Lester o Melvin Davis. ¡Vaya currículo! 

 Lo dejaron en el 98, pero quince años después les volvió el gusanillo, sobre todo, de esas actuaciones calientes junto a todos estos monstruos y muchos más. Pasaron por festivales del género del prestigio del Black Is Back o del Mojo Working y se fueron calentando. Era hora de grabar un nuevo disco y “Everything Is Changing” (Gaztelupeko Hotsak) es el fruto de esa pasión, y además su disco más completo y con el mejor sonido que han logrado nunca. Un trabajo grabado en los estudios Circo Perrotti del experto en este tipo de sonidos Jorge Explosión y con su siempre cálida y pura producción y arreglos. Un álbum que es una maravilla desde el magnífico artwork de la portada, a cargo de José M. Lledó “Mardi”, en la que entre leones e imágenes de su Gasteiz, aparecen más de media docena de sus ídolos de la música negra. 

Pero lo mejor está en sus nuevas canciones con mayoría absoluta de temas propios. Comienzan por el extraordinario y melódico tema titular con la excelente guitarra de su compositor y líder, Iñigo, que ha firmado cinco de los ocho temas. Siguen con una de las dos nada obvias versiones del disco. Se trata de "Tell the truth" (Lowman Pauling), rítmica y bailable con esos poderosos vientos muy presentes a lo largo de todo el disco. El estribillo es ideal para desgañitarse y el fantástico riff de guitarra deja paso a un fulminante solo. En "I’m your slave" suenan realmente insinuantes dándole el cálido órgano un excelente plus. La genial "Gipsy woman" saca su lado más pub-rock, sobre todo de los Dr. Feelgood de Wilko Johnson. La armónica de “Igu” echa humo y el bajo de Roberto suena como un cañón. La otra versión es el "My Buddy Duddy friends", de Aaraon Corthon, y lo tiene todo: guitaras, vientos, armónica y caliente estribillo. Todo dispuesto para la fiesta, pero también para la acción. 

El momento para la calma llega con una gran balada como "I’m gonna miss you", en la que recuerdan a los Them de Van Morrison o a mis adorados, los suecos, The Creehe Creeps. Para acabar, la única y buena aportación de Ernesto con el flamante instrumental "Midnight boogie", cuyo título ya te indica lo que tienes en él. Seguro que sirve de apertura para sus potentes directos porque suena fulminante y poderoso con la armónica y las guitarras rulando entre ZZ Top, Dr. Feelgood y el gran John Lee Hooker. Para mí son el equivalente a la J. Teixi Band, compuesta por ex miembros de Mermelada y Los Elegantes, pero cantando en inglés. Y eso es mucho decir. ¡Si le hubiera echado el guante antes hubiera estado en mi lista con lo mejor del año!