Entrevista: Sumisión City Blues

“Tenemos nuestra personalidad y no tenemos que demostrar nada a nadie” 

Por: Sergio Iglesias 
Fotografía: Jon Iraundegi 

“Hay un plan trazado desde arriba que se llama…” es el título del primer disco de larga duración de Sumisión City Blues, el grupo formado ya hace unos cuantos años por músicos con sobrada experiencia y forjados en bandas como Obligaciones, Sexty Sexers o Los Padrinos. En este primer LP, el grupo reivindica la libertad creativa y podemos encontrarnos con toda clase de sonidos, desde el rock hasta el funky pasando por el punk, pero siempre con un estilo propio y personal. Para hablar sobre este disco y sobre muchas cosas más hemos estado charlando con Pela y Joseba B. Lenoir, vocalista y guitarrista de la banda respectivamente, tres días antes de que presentaran su disco en Bilbao, en un concierto brutal y en el que demostraron que encima de un escenario hay muy pocas bandas hoy en día que estén a su nivel. 

Por fin un disco largo de Sumisión City Blues. Ya era hora ¿no? 

Pela: Eso de hacerse esperar está bien ¿no?… ahora empiezan los chavales con unos equipos de la hostia a hacer grabaciones, casi sin tener ni grupo, ni canciones ni nada. Yo creo que este es el rollo natural: grabamos tres, cuatro canciones, nos vamos buscando a nosotros mismos y, cuando encontramos nuestro rollo, hacemos el LP. En nuestro caso veníamos de otras bandas, cada uno de un palo y no teníamos nada que ver musicalmente unos con otros, sí que había pequeños lazos pero había que encontrarlos y eso es lo que hicimos con las grabaciones cortas. 

Joseba: Con Sumisión tampoco tenemos un calendario para organizar el trabajo, ni decimos “tenemos que tener un disco para tal fecha y la gira empieza tal día”, vamos haciendo las cosas según van saliendo. En esta ocasión, íbamos componiendo y, por lo que sea, para cuando nos dimos cuenta ya teníamos canciones suficientes para hacer un disco. 

Pela: Sí, también Joseba estaba a saco con lo suyo y le dimos tiempo porque era su momento, y todavía sigue siendo, por supuesto. Pero en ese tiempo fuimos escribiendo canciones y de repente nos juntamos con un montón y decidimos hacer un LP… es un poco como fluyen las cosas. 

Me hablabais antes de la necesidad que la banda tenía de conseguir compaginar las diferentes influencias de cada uno. ¿Qué diferencias podemos encontrar en el sonido del grupo cuando empezáis respecto al sonido de este disco? 

Pela: La mayoría de estas canciones están pensadas para el directo. Al principio, cuando empezamos, no pensábamos mucho en eso, sino que tocábamos un poco lo que salía y luego en el directo nos encontrábamos con que siempre habíamos dado leña, tanto con Sexty Sexers como con Obligaciones y ahora estábamos tocando ¡country! Era un puntazo. Hemos tenido que asimilar todo eso… pero, como te decía, la mayoría de estas canciones están hechas para transmitir energía en directo y por eso creo que nos ha quedado un disco tan duro, aquí no hay country ni casi soul, es casi todo rock and roll y creo que sólo un tema funky. 

¿Cómo surge la idea de trabajar con Jorge Explosion? 

Pela: Pues estuvimos mirando estudios por aquí, hasta que un día llegó Anti al local y nos dijo que escuchaba a Jorge en Radio 3 y vimos que todo lo que grababa sonaba bastante auténtico y nos decidimos a ir para allá. La decisión esta guay, pero nosotros somos diferentes, yo creo que si a Jorge le dices que eres un grupo reggae te saca un sonido reggae que te cagas y lo mismo si eres un grupo de garage. Pero Sumisión no somos nada de eso, somos nosotros, y en algún momento creo que Jorge no lo sabía, pero no le culpamos para nada porque reconocemos que esto es un rollo muy diferente y muy personal. De todas formas creo que al final salió bien…nosotros íbamos en un plan muy energético como banda y Jorge captó ese momento en el que estábamos, es una grabación en directo y hay temas como “Obedece”, “La guerra”, o “Moscas en la carnicería”, por ejemplo, que son primeras tomas y las demás puede que sean segundas o terceras tomas…lo llevábamos bastante trillado porque ya habíamos hecho algún ensayo aquí en Bilbo con el Toro. 

Joseba: La historia también era grabar por primera vez en un estudio en condiciones, porque hasta ahora habíamos grabado más tirando de colegas e incluso poniendo material nosotros. Esta vez empleamos todo el dinero que habíamos ganado con los bolos en invertir en un estudio con material bueno para que pillase bien el sonido y por eso decidimos ir allí. Por otra parte, también estuvo bien ir a Gijón y pasar unos días allí, porque si grabas cerca de casa no estás tan centrado… 

Pela: Sí, fue como una convivencia, los cinco todo el día allí no hacíamos otra cosa, porque queríamos ir a la playa y siempre estaba nublado… lo que no perdonábamos eran las copas de la noche, unos menos que otros (risas). 

Cuando hablamos de Sumisión City Blues se suele resaltar la variedad estilística que podemos encontrar en vuestras canciones… 

Pela: La verdad es que yo no entiendo que la gente se sorprenda porque mezclamos varios estilos. Tú te coges por ejemplo el “Exile on main street” o el “Sticky Fingers” de los Rolling Stones y ahí tienes funky, country, rock and roll…tienes de todo. Yo creo que eso es lo que hacían las grandes bandas como los Stones, los Beatles, los Who…la música que ellos oían la vomitaban y eso es lo que hemos hecho nosotros. A la gente le choca porque ahora es todo muy sectario, pero nosotros escuchamos mogollón de música, flipamos lo mismo con New Christs que con Otis Redding y queremos que eso se refleje en nuestro sonido. Nos hemos quedado en 1988 y todo lo que pase de ahí nos suena moderno…a mí, de hecho, hasta Joy Division me suena moderno (risas). 

En ese sentido, en “Hay un plan trazado…” incluso podemos encontrar sonidos psichobillys en “Esperándola y deseando que no venga”… 

Joseba: ¿Psichobilly? Entiendo lo que dices pero nunca había pensado que habíamos hecho un tema psichobilly. Yo no tengo ni un disco de psichobilly en casa (risas). 

Pela: Al final todo es rock n roll. Al ser tipos tan diferentes tenemos que buscar el nexo común, Sumisión es una estrella de cinco puntas y cada una tira para un lado. Penike escucha jazz, gipsy jazz, flipa con música cubana…¿cuál es su punto de nexo, por ejemplo, con Joseba que es el más joven y escucha cosas diferentes? Pues igual el punto de unión está en el blues o en el soul más primitivo y básico…pues eso es lo que hacemos: buscamos el nexo en común y, a lo mejor, resulta que está en 1956…pues vamos todos allí, cada uno aportamos nuestro rollo y esa mezcla es, ante todo, honesta porque no pretendemos pertenecer a ninguna escena ni a ningún estilo…somos nosotros. 

¿Creéis por tanto que hay un poco de miedo en las bandas a la hora de arriesgar o hacer, como hacéis vosotros, lo que les da la gana? 

Joseba: Yo creo que hay que ser valiente en cualquier aspecto de la vida, no sólo en la música. No siempre hay que seguir el camino fácil y a lo mejor de ahí viene lo que preguntáis de la variedad de estilos. Sí que el camino más fácil es buscar una zona de confort que sabes que tiene su público y es lo que hacen muchas bandas. 

Pela: Eso es. Si nosotros tiráramos, por ejemplo por el psichobilly, como hablábamos antes, seguramente llevaríamos unos tupés y unas patillas de la hostia y estaríamos tocando en no sé qué festivales por Europa, pero no seriamos nosotros. Tenemos nuestra personalidad y no tenemos que demostrar nada a nadie, ya hemos dado leña, hemos hecho cosas más tranquis, y aquí hacemos lo que nos da la gana, que creo que es lo que debería hacer todo el mundo. 

Lo que parece que no se pierde en la banda es el poso punk en las composiciones… 

Pela: Es con lo que hemos crecido. Joseba, por ejemplo, es más joven pero la movida punk que había aquí yo la he vivido de primera mano. Yo empecé a seguir a Eskorbuto en el 86, él ha vivido la música de otra manera y ha escuchado otras cosas y yo lo respeto totalmente. Las influencias de lo que escuchas de crío es lo que te marca y se te queda para siempre y yo, con 13-14 años, absorbí eso, aunque luego he escuchado millones de cosas diferentes. Pero eso que llevas dentro es diferente en mi caso y en el de Joseba, cada uno sacamos lo nuestro y lo que queda en medio es una cosa muy guapa porque es real. En mi caso tampoco se trata de sacar a Eskorbuto, sino la manera en que pensaban ellos, la forma en que interpretaban a los Who, por ejemplo… no es tanto el sonido como la actitud y eso es lo que nos ha enseñado todo aquello: ser tú mismo, coger las cosas que te molan, machacarlas y vomitarlas en la manera que a ti te apetezca. Pero claro, si yo con 16 años era un punki de puta madre, para mí sería una traición a mis principios cambiar con 30 ó 35 años. Lo que era con 16 es el germen de lo que voy a ser el resto de mi vida. 

Como curiosidad, en el disco aparece una versión del “Heatwave” de Martha and The Vandellas. ¿Quién eligió esa canción? 

Pela: El Anti, que es un tío muy peculiar. Es un tío que ha descubierto el blues, pero sigue siendo un punki en su actitud. De repente, le mola este tema porque lo tocaban los Who, porque le mola el motown…nos lo propuso y yo en la puta vida pensé que iba a tocar “Heatwave”, pero empezamos a tocarla y dijimos “esto mola, vamos a hacer una letra en castellano a ver qué tal queda…”. Además, el tema tiene una energía acojonante y rompe un poco con todo lo demás, es una canción alegre pero muy leñera a la vez. Las buenas canciones las puedes tocar de muchas maneras y desde muchos estilos. En principio era una canción de amor adolescente pero que se puede tocar con un sonido “semiyonki” como el nuestro (risas). 

También es llamativo el hecho de encontrarnos con este tema “de amor adolescente” justo a continuación de “Pastillas de jabón envueltas en toallas”… 

Pela: ¡No jodas que van seguidas!, pues la verdad es que no lo habíamos pensado (risas). “Heatwave”, a la hora de hacerla en castellano, queríamos adaptarla a nuestro lenguaje para que no fuera tan moñas y metimos unas cuantas palabras que iban con nuestra onda y así… la verdad es que sí es un contraste curioso, pero bueno… yo creo que puedes denunciar las torturas del estado y a la vez decir “estoy enamorado” ¿no? (risas). 

Siguiendo con el tema de las letras, en los textos también nos encontramos ese espíritu punk en canciones como “Obedece” o, sobre todo, la mencionada “Pastillas de jabón envueltas en toallas”… 

Pela: En el cuaderno en el que escribí las letras de este disco me puse una nota bien grande que decía “Bájate a la calle, Peladilla”. A mí me gusta mucho hablar de movidas oníricas y de cosas que sueño, pero en este disco quería hablar de lo que hay en la calle, y en la calle no hay más que mierda, gente chupando culos, gente oprimida, gente pasándolo mal…y al final eso es lo que se refleja en temas como “Obedece” o “Pastillas…”, una canción que surge por la necesidad de dar voz a todos esos colegas que lo han pasado muy mal en calabozos. Me apetecía hacer cosas reales y tampoco estamos descubriendo nada distinto a lo que vemos a diario. 

¿El propio título del disco también sigue esa línea? 

Pela: ¡Es que es brutal lo del plan que tienen los de arriba!, ellos siempre ganan y la gente siempre traga, estamos todos, como en “1984”, con nuestra pantallita que nos dice lo que tenemos que hacer y desde donde nos controlan de una manera brutal. Ahora que tenemos el mayor acceso a la información que hemos tenido nunca, resulta que hacemos un uso asqueroso de esa información y de esa tecnología, tienes un aparato que hace unos años sería impensable y la mayoría de gente lo utiliza para gilipolleces, tenemos aquí la herramienta para derrotar el sistema y la utilizamos… ¡para ver porno! ¿Somos gilipollas? 

¿Qué tal está funcionando el disco en directo? 

Joseba: De momento hemos hecho tres o cuatro bolos y nos lo estamos pasando muy bien y parece que la gente también. Está guay porque en los directos ves gente muy diferente y se ve que les mola. 

Pela: Yo al principio me chinaba porque, cuando empezamos con Sumisión, la gente que le molaban Sexty sexers u Obligaciones no venía a vernos pero, con el tiempo, estoy contento porque ahora tenemos un público más ecléctico. A la gente le cuestan un poco los cambios, pero yo creo que como músicos tenemos la obligación de ir por delante del público, tenemos que ir a la vanguardia y demostrar a la gente lo que mola y lo que no. La gente además se sabe las canciones, ya me he encontrado unos cuantos que me dicen que no pueden sacar el CD del reproductor, que les engancha. Para mí esa es la mejor crítica, que un tío que tiene 3.000 vinilos en la balda de su casa te diga que no puede dejar de escuchar esto…eso es mejor que cualquier cosa que digan en una revista o en cualquier medio. 

Pela, ¿qué tal ha ido la experiencia de tocar con Marky Ramone? 

Pela: Muy bien. He estado un mes por ahí con él de gira y no he cargado ni un ampli, no he recogido ni un cable… de puta madre (risas). Que un tío que es el batería del punk, porque ha tocado con los los Voidoids, con Jayne County, con Los Ramones…, te diga que lo haces de puta madre y que te quiere a su lado…eso es un subidón. En principio vuelvo con él en marzo a México. Tengo buena relación con él, le gusta como lo hago y a mí por supuesto que me gusta como lo hace él. La verdad es que está muy bien pero es un esfuerzo físico de la hostia y hay que estar en forma y tienes una responsabilidad importante porque hay muchos chavales que en su época no vieron a Los Ramones y tienen ahora la oportunidad de ver al último Ramone con derechos vivo, yo estoy ahí delante y les tiene que quedar un recuerdo imborrable. 

Pela con Marky Ramone, Joseba con su proyecto personal y con Willis Drummond…¿cómo compagináis todo esto con Sumisión City Blues? 

Pela: Pues como podemos. Joseba y yo ahora estamos viviendo un poco del rock and roll y para nosotros Sumisión es el entretenimiento guay. Llegamos después de haber estado tocando ante 3.000 personas, yo con Marky y el con Willis, y de repente nos encontramos los cinco viendo un video de ¡Cachao!, un cubano que toca el contrabajo que flipas, e intentando recoger el espíritu y la energía que tiene ese músico. Es leña por todos lados, porque cada uno creemos que somos el peor de la banda y por eso tenemos que hacerlo cada vez mejor… es una presión muy guapa. 

Joseba: Llegar al ensayo de Sumisión es como llegar a estar con la cuadrilla o con la familia, te sientes muy cómodo y mantenemos la cosa porque nos obligamos a ensayar todas las semanas, aunque no siempre podemos estar los cinco. Para mí, sinceramente, es una pieza clave para seguir existiendo como músico.