1976-2016: 40 años de Positive Vibrations

Por: Oky Aguirre
Fotografías: Adrian Boot

Las revistas musicales son también parte de nuestra historia. Cuando vi la portada del Mojo de julio del pasado 2016, en donde salía Marley en todo su esplendor, con su eterna sonrisa, entendí que tenía una misión: recordar los 40 años de la llegada del reggae a Occidente. Que hay cosas que nunca mueren y el reggae es una de ellas. No hay más que teclear y ya lo tienes; historia, discos, artistas.... Hoy las tecnologías superan a la condición humana, privándonos de aquellos sentimientos tan pequeños que ahora vemos grandes: cuando descubrías canciones, grupos, géneros por otras vías... Hay que darle importancia al tiempo, el que ahora nos manejan sin que nos demos cuenta. Hubo épocas en las que el tiempo se paraba, en las que éramos su dueño. Eso es lo que pasa cuando descubres el reggae.

Como a todo el mundo que se aproxime al reggae, siempre te llega a través de Marley. Puede parecer una obviedad pero es real; aunque pueda haber excepciones, lo primero que has escuchado en tu vida sobre esta música es de Marley. Esto no pasa con otros géneros. El interés que uno haya podido tener sobre el reggae o el rastafarismo nos llega por él. Después la inquietud de cada uno derivará en los demás, aquellos cantantes o grupos imprescindibles en este género. Lo que yo denomino profetas. Todo parte de New Orleans y el doo woop, de los sound systems. El interés por Fats Domino o Dion & The Belmonts, gente que llegaba a Jamaica con otros sonidos, dio lugar a que Marley hiciera sus pinitos en la música con versiones ska, calypso y rock steady, llenas de soul con positive vibrations, que significarían el gérmen de un estilo musical sin precedentes: el reggae.

Pero vamos con un poco de historia, hasta remontarnos a Colón (recomendable escuchar “Christopher Columbus” de Burning Spear). Desde que descubrió América, y no se sabe muy bien porqué, los negros fueron nombrados esclavos. La esclavitud fue abolida en Jamaica en 1834, en donde se mezclaban distintas culturas, descendientes de africanos con costumbres inglesas. Fue a principios del siglo XX cuando Marcus Garvey fundó la Asociación Universal para el Desarrollo del Negro, una organización que defendía la creación en África de un país negro, libre de dominación blanca, que recibiese de vuelta a todos los descendientes de africanos exiliados en América y en todo el mundo. Con esa intención fue con la que Garvey llegó a fundar una compañía naviera a vapor, llamada Black Star Line (utilizado en innumerables canciones por multitud de grupos).

Se puede decir que el rastafarismo proviene de Marcus Garvey, al que se le atribuye una profecía escrita en una obra de teatro que, de algún modo, acabaría extendiéndose entre la población negra. La supuesta profecía indicaba que en África surgiría un rey negro, el 225 descendiente del linaje de Menelik, hijo del rey Salomón y de la reina de Saba, que liberaría a la raza del dominio blanco. Años después, apareció ese rey. En 1930, Ras Tafari Makonnen fue coronado Emperador de Etiopía y pasó a llamarse Haile Selassie. En ese mismo momento, algunos de los seguidores de Garvey, junto a los creyentes de las muchas iglesias panafricanistas y proetíopes que creían en el Holy Piby (la Biblia del Hombre Negro) en Jamaica, comenzaron a considerar que la profecía había sido cumplida y empezó a expandirse ese sentimiento, que llegaría a convertirse en la religión que hoy todos conocemos. Una que predica mandamientos como fumar marihuana y no beber alcohol, además de no separar ningún miembro de tu cuerpo, aspecto que Marley llevó hasta sus últimas consecuencias, cuando decidió no extirparse aquél maldito dedo del pie, que le habría impedido al puto cáncer extenderse y quizás poder disfrutar hoy de este icono cultural de la historia moderna.

Sería estúpido conceder a Marley toda la gloria. Antes que él y si no fuera por ellos Bob no sería nadie; sin Peter Tosh o Lee Perry nuestro venerado Bob no habría sido leyenda. Sin Toots & the Maytals, Culture, Jimmy Clyff o Burning Spear, no habría desarrollado esa capacidad de estremecer, al tener que compartir una época floreciente con auténticos maestros del reggae, siempre dentro de Jamaica, una isla en donde se estaba cociendo un acontecimiento cultural sin igual, dominado por los estudios y sus productores, personajes abominables y sin escrúpulos como Coxsone Dodd o Leslie Kong, que a cambio de unos dólares, se hacían con los derechos de unas canciones que acabarían siendo pinchadas en todo el mundo. Ahí es donde entra la trascendencia que supuso la llegada de Bob Marley a Occidente, concretamente en Londres, ciudad que se convirtió en su residencia en unos trascendentes años, en los que además de grabar discos eternos, le posicionaron en los altares icónicos musicales y al reggae en más que un fenómeno social y cultural, traspasando las fronteras de aquélla pequeña y vilipendiada isla.

1965-73 

Los inicios de Marley con Lee Perry son momentos incomparables en la música: aunque su relación estuvo llena de agrios momentos (recordar que Perry quemó sus estudios Black Ark en un acto de pureza…) su colaboración es una bella colección de sensibles canciones, tocadas con pasión, mezclando letras irascibles contra el stablishment con las de amores casi siempre imposibles. Es imprescindible acudir a estas joyas para ver cómo Bob Marley & The Wailers estaban desarrollando un sonido que resultaría una explosión de frescura mundial. Eso fue el empujón para decidirse a asaltar literalmente el Planeta. Más de 40 canciones como “Soul Rebel”, “Sun is shining” o “Put it on” suenan aquí primitivamente, como el esqueleto de canciones que más tarde se convertirían en himnos.

 1973-1980 . Todo empezó con “Stir it up”

La primera aproximación a Londres de Marley sería en el año 1972. Años antes había conocido en Jamaica a un famoso cantante de soul texano de nombre Johnny Nash -no confundir con Cash; ni a la suela de las espuelas- al que cedió esta canción que Bob escribió para su mujer Rita y que se publicó en marzo de 1972 y que alcanzó el puesto número 15 de las listas en Estados Unidos y Reino Unido. La de Marley es anterior, ya que se publicó como sencillo el mismo año en el que se escribió, pero pasó muy desapercibida. Años después, en el 73, se incluyó en el mítico álbum de Bob Marley & The Wailers “Catch A Fire”, uno de los grandes discos (portada de mechero zippo incluída) de la historia de la música, primero de su gloriosa etapa en Island con Chris Blackwell.


Los Wailers realizan un concierto en directo para el programa de radio Top Gear de Londres antes de presentarse en vivo para la prueba del famoso y glorioso programa Old Grey Wisthle Test de la BBC Channel 2. Realizan "Stir It Up" y "Concrete Jungle" durante este set. Esta es una de las pocas veces en las que Bob, Peter y Bunny son capturados en video actuando juntos como The Wailers. Esta fue la actuación que puso enseguida a la banda en el Top. La energía contenida de cada uno se traduce en un ritmo que nadie había sentido antes. El reggae es cuando sientes que el bajo es el latido de tu corazón y la voz es la de tu alma; a veces sufriendo y otras amando. Supongo que eso es lo que Marley quería transmitir y lo consiguió. Al día siguiente ya era una celebridad. Después vendría una década llena de creatividad con discos como "Burnin´", "Rastaman Vibration"," Exodus" o "Kaya", todos grabados bajo la influencia londinense, ciudad que tenía rendida a sus pies, siempre sin pretensiones.

El año pasado, la revista Timeout Magacine publicó un artículo con los sitios que formaron parte de la vida habitual de Marley en Londres, ciudad talismán para los buscadores de sentimientos y recuerdos musicales. Bob Marley fue invitado por primera vez a Londres en 1972 por Johnny Nash. La casa en el Flat 34 de Ridgemount Gardens, un tranquilo remanso entre Gower Street y Tottenham Court Road, sirvió para varios ensayos con Bob Marley & The Wailers, en espera de firmar un contrato con la CBS, algo que nunca llegaría. En 2006 se dio a conocer una placa conmemorativa de su estancia. Después de hospedarse con Nash, pasa un breve período con los Wailers (Carlton y Aston “Family Man” Barret, Bunny Wailer y Peter Tosh) en Old Church Street, en el 12A Queensborough Terrace de Chelsea, compartiendo piso y miserias en sus comienzos, ajenos pero confiados en el éxito que estaba por venir. Su dieta rastafariana se basaba en la comida vegetariana de los restaurantes de Queensway.

Después de su pequeña estancia en la capital, donde prácticamente fueron abandonados, encontraron un nuevo hogar en Neasden, a unos minutos de la North Circular, lo que denominan The Circle. En 2012 se colocó una placa conmemorativa con la presencia de Julian, uno de los hijos reconocidos de Bob. Es cuando Bob toma las riendas y decide ir a Island Records, en donde conoce a Chris Blackwell. Marley le propone grabar un single, pero la atracción y sin duda visión de Blackwell hacia este rasta imponente supuso el “Catch a Fire”, obra cumbre del reggae, publicado en 1973 y que le dio el prestigio y reconocimiento internacional que tanto había buscado. Bob regresaría a Basing Street en 1977 para realizar trabajos en "Exodus" pasando mucho tiempo alojado en el apartamento del estudio. Por aquí pasaban músicos de Aswad y Third World, además de Steel Pulse, por el que sentía una conocida predilección y al que Bob impuso a Chris Blackwell para sus giras. También eran frecuentes las visitas de Toots, al que Marley adoraba.

En el Lyceum Ballroom fue donde en julio de 1975 Bob Marley y los Wailers interpretaron aquél mítico "Live!" ante un público entregado y cuya grabación fue hecha con la ayuda de un estudio móvil proporcionado por los Rolling Stones. Después del intento de asesinato en Jamaica, Bob regresó a Londres en enero de 1977 y se mudó al 42 Oakley Street, Chelsea, con Rita y unos renovados Wailers. Durante ese tiempo, el grupo hizo amistad con miembros exiliados de la familia real etíope, que le regalaron el famoso anillo de oro con el León de Judá, que todos recordaremos en la portada del "Legend".

Junto a la música, la otra pasión de Bob en la vida era el fútbol. Muchas de las fotos que todos guardamos fueron hechas en el Battersea Park. Mientras vivía en Oakley Street él, los Wailers y otros colegas cruzaban por Albert Bridge para echarse sus partiditos allí.. Bob y los Wailers utilizaron dos estudios Island Records para grabar "Exodus" en 1977 y "Kaya" en 1978: el sitio de Basing Street y una instalación que era un viejo lavadero vistoriano conocida como Fallout Shelter, situada entre la arboleda británica y la plaza de San Pedro, en Chiswick. Este estudio se mantiene en uso hoy en día. En mayo de 1977, Bob Marley y los Wailers se embarcaron en la gira "Exodus", que estaba programada para viajar por Europa y los Estados Unidos. Por aquel tiempo jugaba en Francia al fútbol contra un equipo de periodistas y sufrió una grave lesión en el dedo del pie. Para cuando la gira llegó al Teatro Rainbow de Londres, sólo pudo actuar cuatro de las seis noches programadas, cancelando el resto de la gira. Fue esta lesión en el dedo del pie lo que llevó al descubrimiento del melanoma que se llevaría al más grande.

Por las aceras de Gifford Street correteaban los niños (entre ellos Naomi Campbell) en el video “Is this love”. El Keskidee Centre abrió sus puertas en 1971 como el primer centro de arte dirigido por negros en Gran Bretaña. El centro cerró a principios de los años 90, pero fue conmemorado en 2011 por una placa colocada por el diputado David Lammy. Lamentablemente el edificio se incendió en 2012 y ha quedado en ruinas desde entonces. El Crystal Palace Bowl (renovado en los años 90) es un lugar de música al aire libre en Crystal Palace Park, que desde los años 60 ha acogido conciertos memorables. Bob Marley & The Wailers aparecieron aquí el 7 de junio de 1980 para participar en el festival Summer of 80 Garden Party interpretando un conjunto de 14 canciones que concluyó con "Redemption Song". A Bob le quedaba menos de un año para vivir. El concierto en Crystal Palace fue su última aparición en el Reino Unido, su segundo hogar.

Antes de su muerte prematura 10 meses después de dicha actuación,  fue fotografiado por David Corio, que comenta: “Este fue el último concierto de Bob Marley en Londres y uno de sus últimos conciertos antes de su muerte prematura 10 meses después. Estoy seguro de que no muchas personas sabían de su enfermedad, ya que realizó un agitado show de dos horas esa tarde. Este lugar tiene un lago en frente del escenario y como yo no poseía una lente muy larga me embarqué en el lago con mi cámara y unos pocos rollos de película en una bolsa de transporte. Llegué al frente del escenario donde el agua estaba a unos 4 pies de profundidad y disparó desde allí. Bob se presentó en un trance casi hipnótico. De los tres rollos que tiro, creo que tiene los ojos abiertos en sólo dos de las fotos. Era un chamán bailando, con las dreadlocks por toda la cara durante todo el espectáculo. Esta foto fue tomada justo cuando Bob estaba dejando el área de backstage.”

Bob Marley tuvo durante muchos años un mural en Londres desde finales de los años 70 cuando su retrato apareció en una pared de un garaje en Coulgate Street, Brockley. El mural sobrevivió los estragos del tiempo hasta 2014 cuando fue destruido para dar paso a….. un bloque de pisos. Afortunadamente, los residentes locales se unieron para recaudar fondos para una nueva obra de arte, cuya comisión fue entregada a un conocido artista del barrio, Dale Grimshaw. Este mural lo puedes ver hoy en día en la pared del bar Brockley Barge, y tomarte unas cervezas para dar fín a la ruta Marley que quizá algún día decidas emprender. No te olvides las Positive Vibrations.