El Último Vecino: "Parte Primera"

Por: Javier González 

Está claro que la trayectoria de El Último Vecino, el alias tras el que se esconde Gerard Alegre, ha dejado de ser ese secreto bien guardado con el que cualquier amante del pop ochentero podía dárselas de entendido, cuando al hacérselo escuchar a cualquier amigo desconocedor de sus canciones, éste caía prendado de inmediato ante la capacidad de transmitir sensaciones que poseen las imágenes que regala en sus letras el músico catalán.

Y mucho nos tenemos que a cada paso que siga dando en su carrera todavía lo será menos, sobre todo en la medida que siga facturando composiciones envueltas en nubes de arpegios, relativamente sintetizas, cargadas de frases que hablan de melancolía y afectación, que encogen el alma y el corazón, mientras te invitan a pensarlas rodeado de las punzadas que brindan miles de cristales pequeños que se van clavando en ti irremediablemente. 

Deudoras como decimos del sonido asociado a una época muy concreta, donde el trono de la década varía en función de a quién se pregunte, aunque no creo que nos alejemos demasiado si imaginamos que en el cassette de Gerard sonaban con frecuencia los nombres de The Smiths, New Order o The Cure y en un ámbito más territorial los de Décima Víctima y La Mode, por citar a unas cuantas formaciones que nos ayuden a situar unas influencias tan claras como bien llevadas a un terreno e imaginario propio. 

Las guitarras cristalinas del comienzo de "Si Dejas Cosas Atrás", aderezan a la perfección con el sonido sintetizado, de potente base, y la voz arrastrada de Gerard que clama aquello de "Si Dejas cosas Atrás/ No me dejes a mí", pasando por "Un Secreto Mal Guardado", clara influencia del maestro Johnny Marr a las seis cuerdas y de The Smiths por extensión, en una canción con un tono críptico, que curiosamente tiene un comienzo lírico cercano a "Hechizo" de Héroes del Silencio, con quienes por cierto en una primera etapa encierran más similitudes de las que pueda parecer a priori, no en vano los referentes vienen a ser los mismos.

De sobresaliente debemos tildar la genial "Donde estás Ahora", musicalmente nacida del híbrido de juntar a The Drums con Los Pegamoides, un mordaz texto en clave amorosa que aboga por esa bajada de humos que de vez en cuando deberíamos brindar a ciertos personajes que nos han rodeado, repleta de dolor y cercanía, mostrando una cara absolutamente distinta en lo musical en "Justo Encima de Mí" y "Focos Verdes!, mucho más ambientales y oscuras, por citar un nombre hablaríamos de"Kiss Then for Me" y "Cities in Dust" de Siouxsie and The Banshees, espectral y tremendas. 

Quizás el toque más decididamente experimental, casi tecnológico, se encuentra en el maravilloso final que supone "Drama tras Drama", un corte que se encuentra entre las mejores maravillas pop que he escuchado últimamente, invita a imaginarse a La Dama se Esconde en pleno siglo XXI, a la vez que uno maldice el hecho de que esta "Parte primera", esperemos que la segunda no tarde en llegar, tan solo contenga siete joyas de robusta arquitectura musical. 

Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno y esa es una afirmación que hace justicia a lo que propone El Último Vecino en ésta su nueva entrega. Canciones con alma y corazón, que duelen, que hablan de soledad, desamor y afectación, que avivan heridas y a la vez calman el dolor. Apenas algo más de diecisiete minutos que se justifican por si mismos, emocionando y dejando con ganas de más. Que sea pronto, por favor.