Entrevista: Coque Malla


“La cultura la hacemos grande los ciudadanos”

Por: Sergio Iglesias

Coque Malla se encuentra en medio de la gira de presentación de su nuevo trabajo, “¿Revolución?”, un disco conceptual en el que el músico madrileño ha experimentado con los sonidos electrónicos, demostrando que lo de hacer siempre el mismo disco no es para él, y en el que ha contado en la producción con Toni Brunet, acompañando a José Nortes

¿En qué momento se gesta este “Revolución”, teniendo en cuenta que has estado tres años con la gira de “Irrepetible”? 

Coque Malla: Pues más o menos se gestó como se gestan todos mis discos, a partir de pequeños bocetos; en este caso, fui grabando pequeñas ideas en el móvil, pequeñas frases tarareadas de unos tres segundos. Pero en esta ocasión, como entre “El último hombre…” y “Revolución” hubo un disco en directo, se alargó la gira, y esto hizo que se retrasara el proceso creativo de este disco, así que estuve durante casi tres años grabando bocetos de estos, sin la intención clara de escribir el nuevo disco, sino que eran cosas que iban saliendo. Hasta que un día, volviendo de un concierto, escuché todos esos audios pensando que, a lo mejor, de ahí podía rescatar dos o tres canciones; eran unos 170 audios cortitos y flipé porque, de repente, descubrí que si me ponía a trabajar en ese material de ahí podía salir un disco. Así que me puse a ello hasta que saqué el boceto de diez canciones, empecé a pasar el material a mi hermano, que es quien me hace los arreglos de orquesta de vientos y cuerdas, y también empecé a trabajar con Toni Brunet, al que esta vez incluí en la producción; finalmente, cuando llegó el momento de terminar las canciones, me encerré cuatro días en una casa en el campo, volví con el disco terminado y ya nos pusimos la banda y yo a ensayar para después grabar. 

¿Y qué viste esta vez en las canciones para incluir en la producción a Toni Brunet y no sólo a José Nortes? 

Coque Malla: Toni no es un guitarrista más que se limita a tocar lo que le dicen, sino que es un tío con mucha personalidad, que se implica muchísimo, con una cabeza musical muy bien amueblada, y con alma de productor. Así que, desde que puso el pie en este equipo para “El último hombre en la tierra”, yo ya percibí todo esto, pero en aquel disco ya teníamos definido el equipo de producción y habría sido complicado incluirle, aunque por las ideas que aportó y las decisiones que tomó yo vi que quería trabajar más en serio con él. En esta ocasión, no quería que mi nuevo disco fuera un “El último hombre en la tierra 2”, y si hubiera repetido con José, con mi hermano, con la misma banda, en el mismo estudio y sin introducir nada diferente, corríamos el riesgo de repetirnos… por eso también tenía la idea de meter algún elemento electrónico que le diera una atmósfera diferente al trabajo y me pareció buena idea incluir a un tipo como Toni, que no paraba de soltar ideas y de aportar cosas al disco. Además, yo sabía que el trinomio iba a funcionar porque los tres nos llevamos muy bien y trabajamos muy a gusto juntos. 

Aparte de estos cambios que me comentas, la “revolución” también está presente en la introducción de nuevos sonidos… 

Coque Malla: Sí, siempre me gusta probar cosas nuevas y creo que es algo que te da la vida. Si en esta vida uno no investiga en las relaciones personales, en la vida, en los viajes, en el amor o en el sexo, todo es muy aburrido y, además, yo pienso que nuestra profesión va de eso… la música es infinita y, de repente, te sales de los 15 ó 20 discos que has estado escuchando toda tu vida y descubres que hay muchas más cosas aparte de los Stones, de Dylan, de Bowie y de los Talking Heads… hay infinitas posibilidades, infinitas maneras de abordar las canciones, infinitos sonidos, infinitos instrumentos y, cuando descubres eso y pegas el salto de convertirte en el viajero de ese universo que es la música, los resultados son increíbles. 

En esta ocasión, esa curiosidad te ha llevado a sonidos electrónicos, ¿crees que, como consecuencia del descubrimiento de nuevos aparatos tecnológicos que han facilitado vuestra labor, ahora hay un respeto por la música electrónica que antes no existía? 

Coque Malla: Yo soy muy despistado y vivo en mi mundo, así que no soy capaz de analizar eso desde un punto de vista tan global; pero en mi caso concreto, lo que me pasó a mí es que descubrí “Random Access memories” de Daft punk y me influyó muchísimo. De todas formas, lo de juguetear con loops y con ordenadores es algo que he intentado muchas veces y lo iba haciendo tímidamente, lo que pasa es que al final la cabra tira al monte y, normalmente, agarro la guitarra y hago la música que hago; aparte, tengo las raíces que tengo y, por mucho que investiguemos y por mucho que la música sea infinita, es complicado escapar de esas raíces y, por eso, el coqueteo con la electrónica lo he hecho con mucho cuidado. En cuanto a lo que me preguntabas, yo escucho muchos discos que tienen electrónica como puede ser el último de Divine Comedy, discos de Bowie y otros clásicos que han utilizado esas cosas, no sólo Daft Punk; pero, como te decía, mis canciones no acaban de dejar sitio a la electrónica más que de una manera discreta como, por ejemplo, en “Extraterrestre”, que fue concebida desde el principio como canción electrónica… en el resto de temas sí que habría sido un tanto forzado haber metido más electrónica. 

¿Cómo surge la idea de introducir el rap con Kase O y apostar por este tema, “Un lazo rojo, un agujero”, como single de presentación de tu nuevo trabajo? 

Coque Malla: A decir verdad no me resultó raro, porque yo he escuchado toda mi vida discos pop que incluían rap, los ejemplos más magistrales de gente que ha hecho eso son Prince o Michael Jackson, así que, cuando me puse a componer esa canción con un ritmo funky muy bailable, me pareció muy natural que, en vez de un solo de guitarra o de saxo, apareciera un rap corto de 16 compases. Cuando esa idea ya estuvo clara, llamar a Kase O era obvio porque, claramente, es el mejor y todo el mundo me señalaba a Kase como el gran rapero de este país; además, el tío es un encanto de persona y tiene un talentazo tremendo y se entregó a tope porque, afortunadamente, le encantó la canción desde que se la enseñé la primera vez y creo que es uno de los momentazos del disco. 

¿En qué momento de la composición ves claro ese concepto de “Revolución”, presente en todos los aspectos del disco? 

Coque Malla: Hay un fresco muy poético en todo lo que se cuenta, no es una crónica social sobre una posible revolución a través de las redes sociales… no va de eso porque en el disco hay mucha poesía, mucho amor y también mucho hedonismo. Al final fueron las letras las que imprimieron ese concepto que, de alguna manera, flota a lo largo de todo el disco porque, antes de escribir los textos, cuando las canciones e incluso el concepto instrumental y de producción ya estaban muy avanzados en mi cabeza, yo no sabía todavía sobre qué iba a hablar; pero cuando vi todas las letras juntas, me di cuenta de que, sin haberlo pretendido estaba contando algo, y además, teniendo ya hecha la canción de “¿Revolución?”, vi que había una historia que empezaba con esa pregunta y que el resto podrían ser posibles respuestas… pero todo salió de manera un poco inconsciente. 

… Y respondiendo a esa pregunta: ¿es posible una Revolución? 

Coque Malla: Yo lo veo muy complicado porque, como decía el otro día Kase en una entrevista, está todo muy bien atado; sí creo que son posibles pequeñas revoluciones personales, ir cambiando tu entorno y conseguir cambiar alguna cosa… poco a poco, como el viento que erosiona la montaña (risas). Pero está claro que el poder ha llegado muy lejos, está ya en nuestras mentes y nosotros mismos somos ya, sin darnos cuenta, pequeñas sedes del poder. 

¿Está la salvación en la música, tal y como propones en el segundo tema del disco? 

Coque Malla: Por supuesto, ahí está nuestra libertad personal para escurrirnos por las rendijas del poder y ser un poco felices… en ese sentido, sí que soy muy positivo.

¿Y el tono general del disco es positivo, negativo o, simplemente, realista?

Coque Malla:Yo creo que hay una cierta amargura y pesimismo en algunos planteamientos de ciertas canciones pero, haciendo un balance general, creo que es un disco positivo; a la gente le provoca buen rollo y así me lo transmiten, así que eso no lo puedo discutir. 

Volviendo al poder de la música, recientemente, hemos vivido una nueva campaña electoral y en los mítines y en los debates, no se ha visto que los políticos estén muy interesados en la cultura ¿no? 

Coque Malla: Desde luego que no es algo que parece que entre en sus planes… pero bueno, hablemos de cultura nosotros, los ciudadanos, no estemos siempre esperando que se promueva desde las instituciones, hagámoslo nosotros; hay oferta de sobra, vayamos a los conciertos, a los teatros, a los museos, compremos libros y la cultura crecerá, porque eso no hay quien lo pare y no hay ningún político perverso que nos impida hacerlo, lo que sí hay es la típica excusa de decir que los políticos pasan de la cultura… sí, pero un político no te impide hacer todas esas cosas y la cultura la hacemos grande los ciudadanos.

A nivel personal, ¿cómo ves la industria musical después de más de 30 años al pie del cañón?

Coque Malla: Muy complejo, estamos empezando a asimilar que la industria ha cambiado y se ha puesto todo patas arriba; durante muchos años tuvimos una industria muy boyante, en la que era muy fácil entrar porque sacabas un disco y, a nada que sonara un poco en una radio potente, ya estabas con 80 conciertos en un verano y con 40.000 discos vendidos… eso se acabó y lo estamos empezando a asimilar, estamos empezando a entender las nuevas reglas de la nueva industria que nos toca vivir y en esas estamos. Aparte, hablando de las nuevas tecnologías, como todos los inventos, ha traído cosas muy positivas y otras que no lo son tanto, pero es lo que hay y no hay que lamentarse porque es irreversible y no podemos hacer nada más que aprender a nadar en este nuevo medio.