Magnética, una historia de amor

El número 7; un número con un gran elenco de historias a sus espaldas. 7 días de la semana, 7 pecados capitales, 7 notas, 7 colores, las 7 edades del hombre que apuntó el maestro Shakespeare, 7 mares, 7 maravillas e incluso las 7 dichosas versiones de Windows. Conocerán ésas y algunas más de todas las aventuras de este número, pero en pocas o ninguna ocasión les habrán contado una historia de amor en 7 temas, 7 estaciones, 7 estados que explican cómo una relación comienza y acaba, cómo dejamos atrás ese lastre que nos condenaba a un atroz estado de invisibilidad sentimental en el mundo de los hombres de piedra, para permitir que nos despojemos de nuestras cadenas y emprendamos el vuelo al planeta de las nubes de corazón y las mariposas estomacales, volviendo de nuevo al inicio, al desamparo amoroso.

Si demasiada Coca-Cola ya les deja noches sin dormir, tendrán un serio problema para conciliar el sueño. Los culpables; Miss Cafeína. El ingrediente perfecto; Magnética, su último trabajo. Para ello han contado con Ricky Falkner, bajista de Egon Soda y productor de El incendio, último disco de Sidonie.

El trabajo comienza con Ley de Gravitación Universal, el primero de este interesante y pegadizo monstruo lírico y musical de 7 cabezas. “Y al romper de un beso la gravitación universal, flotamos los dos” No hay duda de que suenan bien, muy bien y que, aunque algunos echemos de menos la potencia que brotaba en sus anteriores trabajos, de temas como Píldoras, incluido en Carrusel, o Desde dentro, perteneciente a su primer trabajo, En Marte, la poesía de este disco se hace palpable y engancha más que la mezcla “del polvo blanco y el marrón”.

Mi rutina preferida, el tercero de los cortes en el que nos contarán que “Palidecer de tan felices, no resulta tan extraño”. Pegadizo, muy pegadizo, de esos temas que no paso sin escuchar durante demasiados días; de ésos que escucharán a todas horas los que estén comenzando a vivir una historia de amor.

Caleidosférico es el ecuador de la obra, en el que la colaboración de Zahara, prestando su dulcísima voz, nos brinda un corte de 4:16 que nos insinúa la proximidad del regreso al mundo de los hombres de piedra, al fin de la historia de amor. Melancólico, sin ninguna duda, como el resto de los temas.

Llegamos al final con Otoño y mariposas, y parece que da pena que la historia acabe aquí. “Despertar; ya no es septiembre nunca más. Despide al sol y en la ciudad todos han vuelto…” Pero así debe de ser, al menos en este trabajo, donde el amor vuelve al lugar que le correspondía. 7 razones para acercarnos a ellos, 7 ingredientes perfectos para lograr que Magnética haga las delicias de este frío invierno que se yergue ante nosotros.

Inyéctense en vena a Miss Cafeína.

Por: Saúl Fernández