“Estoy convencido de que Ilegales es el mejor grupo de rock en español que ha existido en la historia”
En los años ochenta nos enseñó a levantarnos y a luchar, pues aquellos eran tiempos nuevos, tiempos salvajes. Como tantos otros hicieron, nos engañó. La diferencia es que Jorge Martínez lo hizo para bien. Traicionó la letra de aquella canción, pues dijo que no lucharía por nosotros, pero parapetado tras su guitarra lleva casi tres décadas dejándose la piel por darnos buenos momentos a base de rock de calidad. Siempre al frente de una de las grandes bandas de nuestro país. Una de esas de las que cuando salen a relucir en una conversación te hacen sentir especialmente orgulloso. Estamos hablando, por supuesto, de Ilegales.
Hablar de Jorge es hacerlo de un tipo que siempre nos miró juguetonamente desde su atalaya de más de un metro noventa de altura. Una mirada sincera, la de un tipo que más allá de su peculiar personalidad siempre está dispuesto a echarte una mano. La misma mirada que era capaz de tornarse en fuego y azufre si le hacías enfadar. La misma que todavía hoy sigue haciendo disfrutar a miles de personas con uno de los mejores directos de todo el panorama nacional.
Con él aprendimos a espiar los juegos de los niños. Nos mostró los caramelos podridos de la sociedad mientras escribía canciones que hablaban de delincuentes habituales. Nos habló de historias de princesas equivocadas, de pilotos y de fiestas donde se podía meter mano a las chicas, como forma de regreso al sexo químicamente puro. Nos saludó jocosamente con un “Hola Mamoncete”, en las noches en qué con la pasta en la mano nos acercamos a comprarle sustancias prohibidas. De su mano nos enamoramos de Varsovia, pero sobre todo disfrutamos de canciones y de discos que ya forman parte por derecho propio de lo mejor que se ha hecho en este país.
Ahora a punto de despedirse de manera definitiva de Ilegales, anda inmerso en los últimos coletazos de una exitosa gira, para dar paso a una nueva aventura bajo el nombre de Jorge Ilegal y Los Magníficos, nos ha concedido parte de su tiempo para una más que interesante entrevista. Uno de esos cara a cara en los que como entrevistador te dejas llevar por la pasión. Ante nosotros un mito del rock de nuestro país en un momento crucial de su carrera. Disfrutad tanto como lo hicimos nosotros.
Te encuentras inmerso en la parte final de la gira de despedida con Ilegales. ¿Cómo está saliendo todo? ¿Cómo está siendo la repuesta del público?
Está saliendo todo a pedir de boca. El público en los tres últimos años está respondiendo francamente bien. Hay un gran interés en ver al grupo. Es raro el sitio donde no se venden todas las entradas. Siempre suele haber llenos totales.
Hace unos meses tuvimos la oportunidad de ver el que se suponía que iba a ser el último concierto de Ilegales en Madrid, en la Sala Heineken. Fue un espectáculo total con un lleno absoluto. ¿Qué ha ocurrido para que vayamos a tener el placer de disfrutar de vuestra presencia una vez más?
Yo también pensé que iba a ser el último concierto, pero mucha gente se quedó sin verlo. Hubo presión para tocar otra vez, por lo que ha habido que cerrar otra fecha. El problema es que tendríamos que estar ya con Jorge Ilegal y Los Magníficos, pero si vas a tocar a Barcelona y no tocas en Tarrasa puedes tener problemas. Hay una gran presión para tocar en muchos sitios. Intentaremos ir a la mayor parte de lugares posible. El problema es de tiempo, en 2011 vamos a hacer muy pocas cosas con Ilegales. Nos vamos a dedicar a Jorge Ilegal y Los Magníficos. No nos quedará otra que dejarlo. Es casi imposible compatibilizar ambas cosas. Es mucha energía. Superman no existe, por lo que no va a ser posible hacer eso. Son demasiados cambios, letras, acordes y sonidos. Hay que automatizar todo eso, es demasiado para mi coco. Nos veremos obligados a cerrar lo de Ilegales. Cumpliremos los compromisos y fuera.
En cierta medida se está convirtiendo en la gira de “nunca acabar”.
Esta gira tenía una fecha de finalización que era el año 2010. Algunos conciertos han tenido que ser trasladados a 2011. Quizás hagamos un par de actuaciones durante ese año. Está muy bien, como te digo la respuesta del público ha sido muy buena.
Supongo que todo lo que está ocurriendo es algo emocionante y bonito. Un gran reconocimiento a la carrera de una de las mejores bandas de nuestro país.
Estoy convencido de que Ilegales es el mejor grupo de rock en español que ha existido en la historia, con mucha diferencia respecto del resto. Antes esto solo lo decían unos pocos críticos iluminados. Ahora parece que es voz general. Todo el mundo mantiene esa teoría.
Hace unos meses os entregaron el disco de diamantes por las ventas de más de un millón de copias de vuestros discos. Recibís el aplauso unánime de la crítica y hasta os han contratado en la pasada edición del FIB. Sin duda, un final más que dulce para la carrera de Ilegales.
Más que dulce, está siendo un final de lo más alcohólico (Risas). Lo del Fib es un ejercicio de congruencia el tener en su cartel a un grupo como Ilegales. Toda la música que se toca allí, ya la tocábamos nosotros antes de que el festival existiera. Nosotros ya lo habíamos probado todo. Es difícil que cualquier grupo venidero o actual toque algo que no hayamos probado antes. Hemos probado todo. Hemos desechado algunas historias, otras han pasado a nuestros directos. Por probar, hemos probado todo, menos tomar por el culo… porque montar en globo sí se ha hecho. (Risas) Además los guiris fliparon al vernos tocar. Después del concierto todos venían a hacerse fotos con nosotros.
De la trayectoria de Ilegales, que tuvo su eclosión en los 80, me han llamado la atención dos hechos. Vosotros siempre os habéis caracterizado por ser buenos músicos y os distinguíais del resto, por tener producciones muy cuidadas. Cosa que para aquella época es digno de resaltar.
Ilegales es una banda que surge a finales de los setenta y que en los ochenta empieza a editar sus primeros discos. En aquel tiempo la gente no sabía tocar. En esa primera época nosotros tocábamos en los discos de otros grupos. A veces yo tocaba la guitarra. No utilizaba mi estilo, ese que me caracteriza con ecos y demás. No voy a decir en qué discos lo he hecho, por eso se me pagó en su día, además no suelo faltar a mi palabra. Empezaron a poner nuestro nombre cuando Ilegales empezó a ser un grupo conocido. Para entonces vestía. Fue en ese momento en el que corté, dejé de hacerlo.
Cuenta la leyenda que vuestra llegada a Madrid fue todo un “shock”. ¿Cómo era vuestra relación con las bandas de la movida?
Cuando llegamos a Madrid sentíamos total desprecio por los grupos de la movida. Se creó una división inmediata. Muchos eran enemigos acérrimos. Sobre todo los que no tenían capacidad de progresar, los que eran incapaces de aprender, los torpes. Decían “Hay que no saber”, el resto empezaron a preguntar, “¿Cómo se hace esto? ¿Me puedes quintar la guitarra?”. Yo creo que influimos positivamente con la gente que se abrió. Les ayudamos a mejorar su sonido e incluso, su afinación. Gran parte de los grupos de los ochenta están muy desafinados. Hay gente que no tiene remedio. Se solía decir que “eran muy jóvenes”, de gente como Alaska. Ahora es una vieja y sigue desafinando como una loca.
No sé hasta que punto son ciertas algunas leyendas que circulan sobre Ilegales. Hay pequeños “rifi-rafes” que han pasado a la historia del rock de nuestro país. Sobre todo el que te enfrentó con alguno de los miembros de Gabinete Caligari. También nos han soplado que ocurrió algo curioso con Fernando Márquez “El Zurdo”.
A mí la verdad que El Zurdo me cae bien y escribe de puta madre. El rifi-rafe lo tuve con Ferni Presas, pero es una de esas cosas sin importancia. Solo fue un buen sopapo.
Pero no todo es leyenda negra, en vuestro haber contáis con la amistad de otros muchos músicos de aquella época. Entre ellos Josele Santiago, líder de los míticos Enemigos.
Claro con Josele. Yo también era muy amigo de Antonio Vega. Nos llevábamos bien con Radio Futura, Siniestro Total, La UVI, con un montón de gente. Con casi todos realmente. Había algún que otro individuo gilipollas. Había grupos donde todos eran gilipollas. Eso explica que hayan estado magullados en tantas ocasiones. Pero con la mayor parte de la gente nos llevábamos bien. Muchos empezaron a acercarse cuando se les pasó el terror. Nos pedían bastante ayuda con el tema de las guitarras, los amplis, etc… nosotros solíamos echarles una mano con eso.
Un inciso ahora que hablas de guitarras. Creo que posees una colección de guitarras bastante importante. ¿No sé si superas el medio centenar de guitarras?
En la actualidad tengo sesenta y uan guitarras. Muchas de ellas son imposibles de conseguir. Debo tener la única Paramount que hay en toda Europa. Tengo una guitarra del año treinta y ocho, otra del cuarenta y seis. También tengo Ramírez españolas que son muy buenas. Son las que vamos a utilizar para el tema de Jorge Ilegales y Los Magníficos.
Bueno, ahora hablaremos de eso, pero hablemos antes de la caja conmemorativa que lanzasteis hace unos meses al mercado. La primera vez que hablamos fue en “El Sol”, el día que presentasteis las “126 canciones Ilegales”. Supongo que preparar todo eso habrá sido un trabajo enorme. ¿Cómo fue todo el proceso?
Hubo que volcar de analógico porque muchas cintas estaban destruidas. Se consiguió hacer todo. Se grabaron quince temas nuevos. En esas apareció Willy y borró todo lo que habíamos hecho. Tuvimos que repetir todo el trabajo. La segunda vez se hizo muy rápido porque trabajamos a destajo y porque cuando lo has hecho una vez es mucho más fácil. Hubo momentos de desesperación en que nos plantemos cortar para empezar con la historia nueva. Finalmente los del grupo me llamaron para animarme y hacer todo de nuevo. Hay gente que lleva siguiendo al grupo treinta años y se lo merece. En la segunda grabación hicimos dobles copias, discos duros. Por supuesto que Willy tiene prohibida la entrada para siempre en una grabación de Ilegales o de Los Magníficos. (Risas)
Esa caja conmemorativa, junto con la gira, supone el fin de Ilegales para dar paso a Jorge Ilegal y Los Magníficos. ¿Por dónde van a ir los tiros en esta nueva aventura musical?
Verdaderamente es como una orquesta. Imagínate una orquesta de los años treinta o cuarenta. Musicalmente vamos a ir de esa época hasta los años sesenta, justo antes de la aparición de los Beatles. Vamos a hacer todo ese tipo de sonidos que incluyen el twist, que quizás sea lo más moderno, o los sonidos que marcan el nacimiento del rock and roll. También haremos tangos, joropos, huastecos, todo eso. Para situar al público decir que haremos versiones de canciones como hacían las grandes orquestas de la época. Por otro lado también vamos a incorporar composiciones propias que esperemos acaben en la corriente general.
Es una propuesta muy original, la verdad. Es algo que nadie en nuestro país ha hecho antes. Pero supongo que el concepto que tiene la gente de orquesta, está en las antípodas del que tú manejas, ¿Verdad?
Nosotros vamos a intentar recuperar la dignidad de las grandes orquestas de baile. Esas que iban vestidas elegantemente. No como ahora que van vestidos como payasos. Aquellas que tocaban en directo, sin sonido pregrabado. Pretendemos dotar de dignidad a las pequeñas-grandes orquestas. Digo pequeñas-grandes, porque las que realmente eran buenas, las que utilizaba en sus grabaciones gente conocida como Antonio Machin, tocaban en directo con un pequeño grupo de cuatro o cinco personas muy eficientes. El problema es que ese sonido al ser recogido en grabación menguaba, debido a que los estudios eran realmente malos. Para paliar esa carencia incorporaban más músicos añadidos, lo que desvirtuaba las canciones. Les restaba una raíz folclórica bastante intensa. La disfrazaban de tantos sonidos encima que desaparecía totalmente ese toque.
Suponemos que ese último toque es el que pretendes dejar de lado con tu nuevo proyecto. ¿Estamos en lo cierto?
Con Los Magníficos vamos a poder tocar en quinteto sin añadir nada más. Puede que en alguna ocasión se introduzca algún instrumento concreto más, pero no será habitual. Eso sí, grabando todo con la mejor tecnología posible y la mejor instrumentación de época que tenemos a nuestro alcance. Vamos a unir lo mejor de todas las tecnologías digitales con elementos analógicos. Ese es el experimento. Es un salto arriesgado. Somos los únicos que podemos hacer esto. Disponemos de los medios, nos hemos preparado concienzudamente durante los últimos dieciséis años para dar este salto. Además son músicos muy buenos y puedes hacer cosas con ellos.
La verdad es que es una apuesta valiente. Una manera de recuperar ciertos estilos musicales que se han dejado de lado.
Lo que vamos a ofertar es necesario. Recuperar esas músicas, esos caminos que han dejado de transitarse. Hay cosas muy valiosas. Hay boleros muy buenos, aunque la gran mayoría son una basura. Como ocurre en el rock and roll. Lo mismo pasa con los tangos. Hay cosas valiosas y otras que no las comparto. El tango ha tenido la mala fortuna de sonar muy argentino. Hay que des-argentinizarlo para internacionalizarlo. Ese rollo le ha inhabilitado. Los boleros han funcionado de una manera más internacional. Hasta los Beatles han cantado bolero.
Jorge, te vamos a hacer la pregunta del millón. ¿Por qué has decidido que ha llegado el momento de poner punto y final a la carrera de Ilegales?
Por una cosa muy clara. Creo que debería exigirme más a mi mismo. Hoy estuve en el museo del Prado. Yo pintaba hasta los quince años. Llegué a ganar tres concursos de pintura. Con el dinero que me llevé, como mis padres no me compraban una guitarra, cogí la pasta me la compré y abandoné la pintura. No he vuelto a pintar más, a pesar de haber tenido tiempo para hacerlo. He perdido mi tiempo. Creo que ofrezco a la corriente cultural mucho menos de lo que podría aportar. Todavía no he publicado ningún libro, también abandoné la escultura que era algo que practicaba con eficiencia. Me he dedicado a vivir, a correr a las mozas, a beber todo lo que puedo y a comer. Creo que he aportado una miseria.
Como te decimos consideramos grandiosa la carrera que has llevado con Ilegales, pero siempre nos ha parecido que tus letras no se han tenido lo suficientemente en cuenta, siendo de las mejores de la música española.
No, no son de las mejores. Son las mejores. Hay letras de Ilegales que tienen doble y hasta triple lectura. Es un ejercicio que ahí está. El público va a tener la oportunidad de escuchar siempre estas 126 canciones.
Algunos pensamos que “esa miseria”, a la que antes hacías referencia, es una bendita aportación a la música española. No todo el mundo puede vanagloriarse de haber dado a la cultura de este país canciones tan grandes cómo las que habéis aportado Ilegales.
Bueno, ahora al ver las 126 canciones Ilegales, digo joder, “¿cómo he hecho esto?”, con la vida que he llevado y las que han llevado mis compañeros. Que ellos también son cojonudos. Hay un montón de obras valiosas. Ves a grupos que se han portado muy bien, que casi van a misa los domingos y su obra es una puta mierda. Considero que, puede parecer pedante pero es la realidad, con las actitudes que tengo para casi todas las artes le debo al público mucho más de lo que le he dado. Además ya tengo cincuenta y cinco años. Por eso se abandona Ilegales, para poder ofrecer otras corrientes musicales. Es probable que además me meta ahora a hacer música clásica. Tengo un amigo director que está interesado en ello. Dispongo de orquesta sinfónica esperando mis partituras. Todavía no lo he hecho por esta vida disipada que llevo. Me queda también el libro, la pintura… debería dedicar más tiempo a todas estas cosas.
Recientemente se ha publicado el disco Homenaje a los 50 años de los Beatles, con fines benéficos para la ONG, Médicos Sin Fronteras, en el que participáis. ¿Cómo fue la grabación de la versión de “I Should Have Known Better”?
Cogimos la canción y la tocamos como se hubiera hecho en los años cuarenta. Suena sorprendente. Conseguimos un sonido cercano a la banda de Louis Jordan. Hubo que añadirle un montón de acordes, pero tampoco sin pasarnos. Procuramos no alterarla con acordes disminuidos. Hubo que crear una cadencia nueva para introducirla en la parte en que John Lennon canta en Sol. No recuerdo exactamente a que tono la trasladamos. Es una de esas cosas que haces en un día. Entras al estudio y se hacen, porque en Ilegales no andamos ensayando. Se hacen las cosas en tres tomas. Nos vamos a tomar una cerveza y en esas el técnico la arregla. Así fue la sesión. Se grabó en pocos minutos.
Me vas a permitir qué te pregunta una cosa por curiosidad. Escuchando canciones como “Europa ha Muerto”, “Enamorados de Varsovia” o la versión que hiciste de “Chica del Este”. Me doy cuenta de que son temas casi relacionados con la Guerra Fría o el Telón de Acero. ¿Te gusta la Historia?
La historia es una constante. Todos estamos inmersos en ella. Aquí estamos. En su día quería haber estudiado Historia, también Derecho y Medicina. Me ha sido imposible, no me ha dado tiempo. Demasiadas cosas. Me he dedicado a vivir, que es muy agradable. He disfrutado mucho esta tarde paseando por el museo del “Pardo viendo las Menusas del Peláez éste”. (Risas).
Nos resistimos a pensar qué después del concierto en la Sala Penélope nunca más volveremos a ver en directo a Ilegales…
Hemos alargado la gira todo lo posible, yo creo que alargarla más entra fuera de lo razonable. El otro día hablando con una amiga me decía que quizás tocar alguna vez puntual el repertorio de Ilegales puede servir para desintoxicarme. Me lo apunté porque tiene razón. Aunque yo con eso tengo un problema porque tendré que recordar todo el repertorio, todos los cambios, etc... Y contrariamente a lo que dicen, el saber sí ocupa lugar. Ahora estaremos en cosas diferentes.
Vamos a cerrar nuestra entrevista parafraseando lo que dijiste en el homenaje a Jesús Ordovás en la Sala “El Sol”. ¿Sigue siendo Jorge Martínez el ala violenta del rock and roll?
Intento utilizar la violencia lo menos posible. Mí alta capacidad de destrucción me permite defenderme con una cierta eficiencia. Ya digo cuantas menos peleas mejor. Pero a veces si tienes un tipo enfrente y tú estás de espaldas a la puerta puedes irte. El problema está cuando el tipo está entre la puerta y tú. No tienes más remedio que pasar por encima. La violencia surge de callejones sin salida. Como dice una canción he intentado ser un ángel pero me ha tocado ser demonio. Lo único que consigo hacer bien es el mal… bueno algo más que el mal. (Risas)
Texto: Javier González e Iván González.
Fotos: Iván González.
El FIZ como trinchera
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*Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza. Sábado 28 de septiembre de
2024. *
*Texto y fotografías: Javier Capapé *
Un año más y un *FIZ* que pasa, pero...