Grises: “Animal”

El tercer paso en la carrera musical de Grises lleva por título Animal, un trabajo que llega después de sus dos primeras referencias, El Hombre Bolígrafo y No se alarme señora, soy soviético, fueran editadas bajo el manto protector de Origami Records, compañía que ahora deja su sitio a Octubre, una de las divisiones de la multinacional Sony, en una decisión que en un futuro no muy lejano podría llegar a ser de gran importancia para el futuro de la banda, sobre todo si siguen confirmándose las buenas expectativas que van trasladando a público y crítica disco a disco. 

Unas coordenadas marcadas por el buen gusto a la hora de tratar unos temas plagados de sintetizadores, de clara apariencia pop, ligera y hedonista, que parecen ser toda una invitación al baile con la despreocupación por bandera, pero que como ocurre en las grandes ocasiones no logran ocultar unas bases repletas de potencia y unas guitarras por momentos juguetonas y afiladas, que no hacen sino mostrar que Grises han conseguido trasladar su sonido hacia unos paisajes más maduros, algo patente no solamente en lo puramente musical sino también en la temática de alguno de los cortes incluidos en Animal, con un claro trasfondo social. 

Una vez mostradas las premisas sobre las que ha trabajo el grupo, no queda más que sentarse, si es que el oyente logra mantener el culo pegado a la silla sin sentir la inevitable sensación de ponerse a bailar como loco, para a disfrutar desde el minuto uno con la grandeza de Animal, con sus atmósferas casi tropicales reivindicando los sentimientos más primarios desembocando en un final muchísimo más crudo, Lopan, un rompepistas que sirve para recordar la figura de David Lopan uno de los personajes principales de la muy ochentera Golpe en la Pequeña China, y los aires vitalistas de Señales.

También destaca la enormidad de cortes como Impares y Aprieta los Dientes, donde recordarnos con toda la pomposidad del mundo a Two Door Cinema Club o Crystal Fighters, cómo tanto gusta hacer a la crítica, por momentos a nosotros también nos arrancan una sonrisa de los labios trayéndonos a la memoria el recuerdo del enorme Tino Casal, la invitación a vivir el momento que transmitan en Efímero y en la juguetona a la par que elegante Mork, la suciedad acelerada de Alienígenas a mitad de camino entre el rock duro e industrial, el optimismo e individualismo de En tu Mente que supone todo un subidón de energía, hasta desembocar en los ambientes orientales de la dubitativa Indecisión

Tras muchas escuchas, debemos confesar que vamos a tener muchas dificultades a la hora de plasmar una conclusión que esté a la altura de la cantidad de emociones que nos han invadido escuchando Animal. Quizás lo más positivo y acertado que podamos decir del mismo es que se trata de un disco altamente adictivo, al que es imposible enfrentarse una sola vez, utilizarlo de hilo musical o simplemente como música de fondo. Las escuchas caerán una tras otra sin solución de continuidad en las más diversas situaciones. En la oscuridad de una habitación a solas, minutos antes de salir a quemar la noche un sábado e incluso como elemento principal de la fiesta. Sus aires livianos y distraídos lo hacen el perfecto acompañante de todas esas situaciones y entonces, solamente entonces, te darás cuenta de que ni es tan liviano ni mucho menos distraído. Sino un trabajo repleto de grandes canciones que bien podría acompañarte de por vida. Algo que tendrás que agradecerles a Grises.

Por: Javier González/javi@elgiradiscos.com