¿Qué podría salir de la mente enfermiza de los miembros de dos bandas señeras de nuestro rock underground como The New Dealers y The Right Nows? Pues un artefacto cargado de guitarras, garage, psicodelia e influencias rockeras muy patentes, mostradas sin rubor y con insolencia en una serie de cortes sin imposturas ni un ápice de concesiones, elementos siempre celebrados por los amantes de las salas pequeñas de conciertos entre semana que por suerte abundan y espero seguirán abundando después del coronavirus en nuestra geografía.
Además estos tipos tienen los arrestos en estos tiempos de ofensas, emboscadas a la libertad de opinión y fake news de llamar al proyecto Los Cids, entroncando sus referencias quién sabe si con la mítica figura de Rodrigo Díaz de Vivar, habrá que preguntárselo, pero haciéndolo seguro con aquellas bandas iniciales de nuestro pop-rock que solían acompañar a un nombre netamente hispano de un artículo que lo enunciara al estilo de, por favor pónganse de píe, Los Bravos o Los Brincos por citar solo dos nombres mayúsculos de aquella bendita constelación de estrellas.
Bajo esos paradigmas lo que te vas a encontrar son siete pepinazos como siete soles, arreglados con una producción cruda, sencilla y descarnada que sienta como anillo al dedo a cortes como “Let me Meet you Again” o “I Got the Feeling”, donde confirman su pasión por el rock sesentero, la pura argamasa psicodélica de “I Don´t Care”, “32Th Wah Wah Street”, un tema vacilón y fresco donde los fraseos son puro homenaje a tan ilustre pedalera, antes de volver al catecisimo sixties con “Need Your Loving”, cerrando con los aires exóticos de “Many Miles” y con la brutalidad de “My Pal”, donde muestran categoría en un trallazo donde la excelencia y la fuerza se dan la mano a la perfección.
El disco puedes comprarlo a través de la web de Action Weekend Records o bien esucharlo a todo volumen a través de plataformas como Spotify, pero vamos que dado el material que contiene, rogaría a sabiendas de que son tiempos de carestía que se haga un esfuerzo por colaborar con la música de estos perros viejos de las noches de rock descarnado, porque los ladrillos de Richie, vocalista de la banda, retumbarán en tus oídos una y otra vez en el momento en que comiences a escucharles. ¿Te juegas algo? Si lo haces, vas a palmar.