Por: Txema Mañeru
La verdad es que no había oído hablar, hasta la fecha, de Miguel Sand, ni tampoco conocía el concurso musical internacional Unsigned Only Music Competition. No es que sea demasiado aficionado, además, a este tipo de concursos. Claro que la cosa cambia cuando me he enterado que en su jurado figuran músicos del prestigio, la calidad y la variedad de Black Francis (Pixies), Ryan Adams, Robert Smith (The Cure), Derek Brown (The Flaming Lips), o la banda de música tuareg Tinariwen.
Si a esto añadimos el saber que hasta el mismísimo David Lynch se ha interesado por la banda de Miguel, The Sand, pues la historia sigue ganando puntos. Un David Lynch que ha colgado en sus redes sociales dos de las canciones más celebradas del grupo con imágenes de sus series más célebres. Canciones y vídeos que suman más de tres millones de reproducciones en YouTube. Hablamos de la destacada "California", con su estribillo realmente pegadizo, con aires que se mueven entre los Foo Fighters y los Wilco del “Sumerteeth” y precisamente con la que más premios ganaron en el citado concurso; del precioso lento "Artificial", con su preciosista piano y sus buenos arreglos y con el que pueden encandilar a seguidores de los Radiohead o de los primeros Muse, o del espectacular single "Believe", con el que abren el disco. Un tema realmente intenso y emocionante, muy Pearl Jam, muy guitarrero y con muy buen estribillo para desgañitarse con él.
Con la ayuda recibida por el premio material logrado en el concurso, Miguel y The Sand acaban de autoeditar su recomendable álbum de debut, “Melancholic Universe”. Bonito título, por cierto. La banda del murciano está formada por el bajista Roberto Illán, el fino guitarrista Joaquin Gómez y el batería Emilio Martínez. De la buena y moderna producción de ha encargado Raúl de Lara , que ha hecho lo propio con destacadas bandas paisanas ya consagradas como Second o Varry Brava. La prensa habla sobre su música ya de toques de bandas tan “grandes” como Wilco, Pearl Jam o Foo Fighters, lo que quiere decir que van a por todas. Yo aprecio también buenos momentos en temas como "27 Years", con su precioso arranque lento casi a lo Sun Kil Moon y luego con subida de tono a las guitarras y un estribillo poderoso. Tienes las letras impresas en el libreto del disco para saber si en ella recuerdan a los caídos a esa edad maldita.
Cierran el disco con tintes más pop como "My Little World" y un "Forever Young" con una buena historia, aunque no sea el clásico de Dylan. Temas como estos últimos pueden gustar también a seguidores de otras propuestas musicales tan interesante como Weezer o Fountains Of Wayne. En cualquier caso aquí tenemos muchas más canciones de cal que de “arena”, por lo que tenemos que apuntarnos este nombre porque pueden dar bastante que hablar y para bien.
