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Por: Txema Mañeru
Recientemente hemos tenido la oportunidad de verles en directo dentro del excelente cartel del Blow-Up Fest y fueron lo mejor del mismo junto a los Datura 4, aunque el nivel medio estuvo de notable alto, pues también cumplieron las figuras, The Dictators, y, especialmente The Godfathers. Sin olvidar el despliegue ofrecido por los muy diferentes entrantes como Los Peyotes y nuestros Ramones particulares, Bonzos. pero entre todos ellos emergió la voz de Bryan Small , que estuvo sembrado cantando y que sumó momentos realmente explosivos con su guitarrista solista cubano.
No es de extrañar por lo tanto los halagos recibidos por el grupo y por su nuevo disco de parte de colegas tan importantes y cercanos en la materia como Eddie Spaghetti (Superscukers), Mike Ness (Social Distortion) o Keith Morris (Circle Jerks, Black Flag, OFF!). Prestigiosos periodistas los comparan con The Gun Club, Rolling Stones, Crazy Horse o los propios Social Distortion. Country-punk y rock’n’roll sin tregua y repleto de intensidad en directo, pero también en este excelente nuevo disco, “Stories To Tell” (Acetate Records) que para muchos es su mejor disco hasta la fecha.
El trabajo arranca con un "Broken Heartland" que es una salvajada, tal y como confirmaron en directo. Buenos punteos y el primer estribillo redondo. Sigue un claro single como "Midnight Riders" en forma de intenso y muy potente lento, al que da continuidad una potente "Last Time I See You", dedicada a “Rontrose” Heathman, fallecido ex Hangmen y ex Supersuckers. Este tema, al igual que el siguiente, "On The Outside",un lento estupendo que combina hard-rock con aromas sureños, están producidos por el fan Rob Schnapf (Beck, Elliott Smith, X). El cierre de la cara A llega con una buena y oscura versión de la Creedence Clearwater Revival como es "Sinister Purpose".
La cara B la abre una "Bayou Moon" en forma de insinuante medio tiempo muy Stones con gran estribillo y destacada armónica. Esos mismos aromas se respiran en "Behind The Wheel", escoltado por el excelente tema que da nombre al disco, otro medio tiempo repleto de potencia con fulgurante estribillo y salvajes guitarras. El ritmo de "Hard Luck Jim" martillea en el más puro estilo Stooges para coronar con un excepcional final de la mano de "The Runnin’ Kind", un gran lento country-punk-swamp que suena muy Gun Club, pero también muy Hangmen. Templados punteos que encantarán a los fans de Jeffrey Lee Pierce. Pedazo de disco y pedazo de banda que va a más a pesar de su veteranía.
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