Supersubmarina: "La Maqueta"


Por: Javier Capapé. 

No hace falta decir todo lo que Supersubmarina está removiendo en muchos de nosotros estos días. Tanto por el lanzamiento del libro "Algo que sirva como luz" del periodista Fernando Navarro, que nos lleva de camino por su ascenso, caída y reconstrucción, como por su vuelta a la vida pública con ese regreso en forma de rueda de prensa en el Teatro Pavón de Madrid (o estaría mejor decir conversación entre amigos) y la publicación ahora de "La Maqueta", su primer lanzamiento discográfico desde que todo se truncara aquel fatídico día del mes de agosto de 2016.

Para todo al que le pille a contrapie, este cuarteto de Baeza desciende del pop rock más certero e inspirado y siempre han demostrado que su historia cala por donde pasa. Conquistan y convencen. Llevan la honestidad por bandera. Supersubmarina son un ejemplo de esfuerzo, tesón y superación. Su presente comienza con este principio, con la que fue su carta de presentación. Estas canciones les llevaron a fichar por Sony y comenzar su ascenso. "La Maqueta" fue su ficha de salida, pero hasta ahora había permanecido en un segundo plano. Tras ocho años apartados de la vida pública, su esperado regreso no se ha producido quizá como muchos soñaban, pero el mencionado libro de Fernando Navarro y estas diez canciones que produjeron junto a su paisano Pachi García Alis en su estudio baezano y les abrieron las puertas del cielo son lo que ellos querían hacer. Su particular paraíso fue conquistado a base de espontaneidad, perseverancia y saber hacer. Tenían todo lo que merecían, estaban disfrutando de la cara más dulce de esta industria titánica, pero el accidente en el verano de 2016 hizo que sus vidas se detuvieran o más bien quedaran en standby. Hasta hoy. 

En este 2024, Pope, Juanca, Jaime y José "Chino" vuelven a estar con nosotros (si es que alguna vez se fueron) y su música, que no ha dejado de ser un sitio al que regresar una y otra vez, retorna en su forma más primigenia. Cuando este grupo de amigos comenzaba a abrirse paso en el mundo de la música, cuando todavía sus canciones eran un ejercicio nada profesionalizado, concretamente en el verano de 2008, se acercaron al estudio de Alis y bajo su producción dieron forma a diez canciones con las que presentarse al mundo. Muchas de ellas se convirtieron en emblemas que pervivieron en su repertorio de forma continua durante los ocho años siguientes que formaron todo su periodo activo. Y eso da muestras del poder de las mismas. Para esta ocasión, las canciones de esa maqueta han sido remasterizadas, incluyendo "Bichobola", una preciada canción para sus selectos seguidores más acérrimos que la habían podido disfrutar muchas veces en sus conciertos, pero que nunca la habían escuchado en su versión de estudio.  

Uno de los más interesantes ejercicios que recomiendo hacer al escuchar esta maqueta es ir contrastando una a una cada canción aquí presentada con las que luego fueron a parar a sus primeros dos EP's o a su disco debut "Electroviral" en su grabación definitiva. Puedo asegurar que es de lo más interesante, ya que vemos transformaciones en todas y cada una de ellas. A algunas casi les dan la vuelta por completo, aunque en otras solo apreciamos un toque amateur que posteriormente se refinó, pero sin duda el disco gana haciendo este ejercicio de contraste. Las voces suenan más adelantadas (algunas abusando de efectos mientras otras quedan más cristalinas), las guitarras están más limpias, sin tantos filtros más allá del pedal del chorus o las distorsiones, y la producción es más básica, confiriendo a las mismas un toque más instantáneo. Los cuatro amigos, casi adolescentes en el momento de la grabación, supieron darle las riendas a Pachi García para que exprimiera todo su potencial y les lanzase a dar el primer paso de una carrera que resultó estar tocada por la varita de la aceptación de los medios y el público, que no les abandonó nunca. Y de esa manera han recibido "La Maqueta" con un caluroso abrazo, permitiendo redescubrir pequeñas joyas como "Niebla", que, difiriendo de su versión en "Electroviral", se asienta aquí en un ritmo constante que la convierte en adictiva, con la voz en primer plano y unas guitarras casi formando un todo con ese sintetizador juguetón. "Ana" también es otra de las más transformadas en su versión definitiva posterior, ya que en la maqueta despunta con un acelerado pulso, con el añadido de un efecto de distorsión vocal que se mantiene toda la canción y que le da un toque más macarra. Ese mismo efecto vocal lo vemos en "Cientocero", que también es algo más sucia que la versión que terminó en su primer EP lanzado en diciembre de 2008.

"Ola de calor" muestra la voz todavía sin pulir de José, pero que ya sentaba las bases de sus característicos fraseos, con esa línea doblada en las estrofas. Instrumentalmente el bajo manda en el estribillo de forma muy marcada y las guitarras entran sin grandes florituras, pero definiendo esa garra rítmica que sin llegar a cortar siempre condujo sus temas. La influencia muy clara de Alis se percibe en la melódica "OCB", con esa forma de definir con falsete los puentes. Un recurso que José pudo heredar de Pachi, pero que siguió presente en sucesivas composiciones. Esta canción cuenta también con un crescendo de guitarra final para demostrarnos como el joven Jaime sabía desde el principio dar personalidad a sus guitarras. Aunque quizá la canción en la que más se nota el carácter del productor de las mismas sea en "Supersubmarina", la que dio título al propio grupo y que siempre ha sido una de las favoritas de su público. En la maqueta la compartían a modo de dúo entre "Chino" y Alis (es curiosa la proximidad de sus timbres) y desde el principio deja vislumbrar su fuerza y la gran composición ante la que nos encontramos. Una forma excelente de plasmar el chispazo irremediable, la atracción flotante, en un redescubrimiento fascinante de una canción de la que nunca nos cansaremos. 

"Eres" es más contundente, con afiladas guitarras y más distorsión. Aquí no hay tanto cambio con la canción que todos conocíamos, pero se respira ese aire cargado de espontaneidad, algo que ocurre igualmente con "No es así", que es rápida y garajera y muestra la cara más descarada de los de Baeza. No llegó a su disco debut, pero fue habitual en sus primeros años al formar parte de su primer EP. También hay sitio para la versión de "Chas! Y aparezco a tu lado". Siempre reivindicaron esta tonada pop en sus inicios, lo que les mostró desprejuiciados y valientes al encarar un tema de Álex y Cristina cuando esto podría haber sido algo no tan positivo para ellos, sin embargo, Supersubmarina hicieron grande esta canción y demostraron su carácter pop por encima de modas y poses, a pesar de su juventud. 

Por último, y a modo de sorpresa, encontramos "Bichobola", que nunca llegó a ser grabada de nuevo, pero no solo era santo y seña del grupo sino que se convirtió en una de sus canciones más demandadas en directo al tratarse de una rareza que sirvió de excusa para llamar a sus seguidores "bichos", lo que muestra lo importante que llegó a ser para el cuarteto. Así que encontrarla en "La Maqueta" da un valor extra a esta colección de canciones, muchas de las cuales acompañaron al grupo durante toda su vida en activo y que con esta reaparición parece que quieran decirnos que están de nuevo "en pañales", con todo por decir, más vivos que nunca. 

Algunos periodistas pedían tras la aparición del cuarteto en público a principios de abril que dejáramos de demandar una vuelta a los escenarios de Supersubmarina, que dejáramos de pedir nuevas canciones del grupo, que les diéramos espacio para volver a su modo, como su momento les permite, pero es que esta maqueta nos devuelve esa inquietud, esa pasión que creíamos dormida y que ha vuelto a estar más presente y viva cuando algunos pensábamos que Supersubmarina solo volvería en nuestros sueños. Pero no, ellos están aquí de nuevo. Su pundonor nos da aliento, sus canciones nos dan oxígeno y su historia los hace más grandes todavía.