Melomanía: Pablo Maronda Ruiz (Maronda)

Maronda es una de las grandes revelaciones que nos ha brindado el año 2011 en lo que a música alternativa se refiere. Muy pocas bandas han logrado impactarnos durante los últimos meses como ellos han conseguido hacerlo, y de eso es responsable, en gran medida, el puñado de canciones que en su día no dudaron en incluir dentro de “El Fin del Mundo en Mapas”, su primer y único disco hasta la fecha.


Un trabajo acertado de principio a fin en el que con el pop-rock independiente como base, es fácil rastrear en sus composiciones referencias a bandas tan dispares e importantes como Pixies, New Order o Jesus and Mary Chain, y apoyados en los particulares textos, cargados de ironía y sorna por momentos, de Pablo Maronda, han logrado hacerse con cierta notoriedad en círculos alternativos, hasta el punto de haber sido elegidos como banda de acompañamiento en el nuevo disco de Sr. Chinarro, lo que habla muy a las claras de lo que han conseguido en apenas unos meses.

Si a su indudable calidad compositiva e interpretativa como grupo, le unimos el hecho de que Pablo, vocalista y principal impulsor del proyecto, es un tipo entrañable, dotado de una personalidad huracanada que convierte en un vendaval todo lo que toca -damos fe de ello-, repleto de cultura y, por supuesto, melómano empedernido, era poco menos que una obligación tenerle en nuestra sección más personal para que nos hablara de los discos y canciones que más le han marcado.

Ha llegado el momento de saldar la deuda contraída. Os dejamos con los cinco y las cinco de Pablo Maronda.

Discos:

Vainica Doble- “Sus Primeras Grabaciones Para Ópalo”.

Nunca nadie habló a los niños en este país de una manera tan directa y despojada de gilipollez. El encanto de Vainica reside en conjurar el espíritu de los plásticos del underground más rabiosamente moderno (Barrett, Kinks, Beatles, etc) al servicio de la tradición cuentista española. Entre Calleja y Ray Davies hay un punto medio, que lejos de ser moderado, despliega las más altas cotas de encanto y maravilla de ambos. Es el mundo de Gloria y Carmen. ¿Cimas? “La Ballena Azul”, “Fulgencio Pimentel”, “Caramelo De Limón”, y el villancico que entonan todas las Navidades de mi vida: “Oh! Jesús”… Maravilloso.

The Byrds- “The Notorious Byrd Brothers”.

El “Sargeant Pepper´s” de los Byrds. Un disco mágico, de verdad, lleno de melodías fantásticas (“Get To You”, la cover del Goin´Back popularizado por Dusty Springfield), sonidos del futuro (“Space Odyssey”) y del pasado (“Old John Robertson”), y una voluntad de reconstruir el sonido de la América tradicional desde las nuevas generaciones del pop cósmico. Nunca sonaron tan cohesionados e inspirados como aquí.

Belle and Sebastian- “Fold Your Hands Child, You Walk Like A Peasant”.

Ni punto de comparación con el laureado debut. Aquí es donde radica todo el potencial compositivo de los Belle and Sebastian. Un disco, que si hubiese incluído los tres singles desplazados del LP, a saber: “Jonathan David”, “I´m Waking Up To Us” y “Legal Man”, habría conformado junto con sus compañeras del disco (“The Model”, “Family Tree” o “The Wrong Girl”) lo más parecido al “Revolver” de los Beatles de nuestro tiempo. Un error, como el de haber dejado fuera de Pepper “Strawberry Fields” y “Penny Lane”. Tal vez. Afortunadamente las canciones las disfrutamos igual.

Gram Parsons- “GP”.

El debut im-pres-cin-di-ble de la última leyenda del country contemporáneo. Gram amó y bebió hasta reventar. Y dejó un legado incuestionable, con gemas como “She” o “Kiss The Children”, que siguen cautivando con su prosa sencilla –y la de los autores a los que admiraba y versioneaba- y su actitud de joven vacilón de la América rural. De familia acaudalada, prefirió dedicarse al rocanrol y el country, y abandonó Harvard para dejar su impronta en un montón de grupos –el más significativo: los Flying Burrito Brothers- hasta su repentina desaparición, a puntito de sacar el inmenso “Grievous Angel”. Ambos discos son dos joyas como dos catedrales góticas de grandes.

Tim Buckley –“Tim Buckley”.

El primer disco de Buckley padre me parece asombroso. Otro de los que no me canso de escuchar por muchos años que pasen –y eso que al hijo le tengo tirria auditiva y no puedo con él-. Un trabajo que conecta de alguna manera con el Dylan del “Blonde On Blonde” en cuanto a las letras extrañas, la atmósfera enrarecida –en Dylan es más bien a nivel lírico que en sentido musical: no deja de ser un clásico haciendo cosas de clásicos- y la vocación de erigirse en el cantautor psicodélico generacional por antonomasia. Buckley resplandeció efímeramente. Su ingenio aún alcanzaría cotas superiores en “Happy/Sad Starsailor” o “Lorca”, pero yo me quedo con éste.

Canciones:

Ia & Batiste- “Morrisong”.

“Un Gran Día” es un disco impecable, fruto de la unión de dos mentalidades vinculadas a la música experimental embrionaria en los albores del pop de este país petit: Jordi Batiste y el recientemente fallecido Ia Clua. Pop hippy de corte anglosajón en inglés y mallorquín, en un trabajo al que no pueden ponérsele “peros” y que culmina con este eclipse oriental en la línea del mejor Donovan.

Inma Y Joss- “Ayer Vi Nevar”.

Un grupo recóndito de aire vainiquero del que apenas se conoce esta canción, en un recopilatorio navideño benéfico para Cáritas. Pero es tan buena y está tan bien producida –no en vano está detrás el omnipresente Pepe Nieto-. Me la descubrió recientemente mi amigo Miguel Patilla, coleccionista de pop español, y ya se ha convertido en una de mis favoritas de todos los tiempos. Gracias, man.

Los Pasos- “Quiero Volver”.

Una canción absolutamente contemporánea a nivel de sonido. Voces perfectas, una capa de órgano hammond que envuelve la atmósfera en una especie de embrujo elegíaco, ritmos que parecen invocar el bucolismo rural al que canta el protagonista, perdido en la ciudad.

Joan Manuel Serrat- “En Nuestra Casa”.

Una producción barroca envuelve un tema precioso, que hará las delicias de los amantes del pop detallista, con arreglos de clavicordios, cuerdas... Mi canción favorita de Serrat –y mi álbum favorito también, muy por encima de Mediterráneo-.

Pau Riba- “Helena Desenganya´t”

Otro gran disco que se grabó cerca de casa. No es necesario irse a las comunas hippies de Haight-Ashbury para entonar el om universal. Tan cerca como en las Baleares, el lúcido-alucinado de Pau Riba grababa su “Hey Jude” particular en un trabajo imprescindible: Dioptría.

Foto: Yaiza D. Marca.